Los científicos han encontrado que la obesidad está relacionada con las diferencias en la forma y estructura del cerebro, incluyendo volúmenes más pequeños de materia gris.
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Menos materia gris provoca una pérdida de células nerviosas, mientras que los cambios en la materia blanca pueden afectar cómo se transmiten las señales eléctricas dentro de órganos vitales.

La investigación fue llevada a cabo por el Centro Médico de la Universidad de Leiden en los Países Bajos y dirigida por la Ilona Dekkers, radióloga.

Investigadores de la Universidad de Leiden analizaron los resultados de escaneos cerebrales de más de 12.000 participantes del estudio. Encontraron que tener niveles más altos de grasa distribuidos por el cuerpo está asociado con volúmenes más pequeños de estructuras importantes del cerebro, incluyendo estructuras de materia gris que están localizadas en su centro.

Además, un mayor porcentaje de grasa corporal total aumentó la probabilidad de cambios en la materia blanca del cerebro que podrían afectar de manera adversa la transmisión de señales dentro de las redes cerebrales, señalaron los investigadores.

También se sabe que los volúmenes más pequeños de materia gris subcortical desempeñan un papel en el centro de recompensa de los alimentos, lo que a su vez puede hacer más difícil que las personas obesas controlen su peso.

No obstante, las asociaciones son diferentes para hombres y mujeres, según el estudio. Por lo visto, para mujeres un mayor porcentaje de grasa corporal tiene más conexión con el globo pálido, una estructura implicada en el movimiento voluntario. O sea, el exceso de peso les impide moverse libremente a las mujeres más que a los hombres.

Existe evidencia de que las respuestas celulares producidas en el cerebro debido a la inflamación pueden estar detrás de estos efectos, aunque el tema aún no está lo suficientemente elaborado y necesita más investigación.