Si bien existen numerosos riesgos ambientales y sanitarios asociados con la producción moderna de alimentos, quizás una de las preocupaciones más urgentes para cualquier individuo es el riesgo en aumento de las intoxicaciones alimentarias.

pollo asado
© Desconocido
Según datos preliminares de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CCPEEU, por sus siglas en inglés), en el 2018 hubo 25 606 infecciones alimentarias, 5893 hospitalizaciones y 120 muertes por intoxicación alimentaria. Mientras que, en el 2017, hubo 24 484 infecciones, 5677 hospitalizaciones y 122 muertes.

Para una mayor comparación, en un período de seis años, del 2009 al 2015, se registraron 5 760 brotes transmitidos por los alimentos que causaron 100 939 enfermedades, 5699 hospitalizaciones y 145 muertes.

Según el informe más reciente, la incidencia de infecciones por cada 100 000 estadounidenses fue más elevada debido al Camylobacter, el cual fue responsable del 19.5 % de todos los casos con un aumento del 12 % del 2015 al 2017, seguido por:
  • Salmonella (18.3 %) - Con un aumento del 9 % del 2015 al 2017
  • Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC, por sus siglas en inglés) (5,9 %) - Con un aumento del 26 % del 2015 al 2017
  • Shigella (4.9 %)Vibrio (1.1 %) - Con un aumento del 109 % del 2015 al 2017
  • Yersinia (0.9 %) - Con un aumento del 58 % del 2015 al 2017
  • Cyclospora (0.7 %) - Con un aumento del 399 % del 2015 al 2017
  • Listeria (0.3 %)
El pollo es una fuente primaria de numerosos casos de enfermedades alimentarias

Mientras que el producto se ha convertido en una fuente importante de intoxicación alimentaria, como los dos brotes de STEC en diferentes estados por la lechuga romana contaminada en el 2018, el pollo crudo continúa siendo una preocupación principal. Como señaló el informe de los CDC:
"El Campylobacter ha sido la infección identificada con mayor frecuencia desde el 2013. Esta infección causa diarrea, en ocasiones con sangre, y el 18 % de los individuos afectados requieren de hospitalización. El síndrome de Guillain-Barré, el cual es un tipo de parálisis autoinmune, es el extraño resultado de la infección por Campylobacter.
Las aves de corral son una fuente importante de Campylobacter.
En agosto del 2018, el Servicio de Seguridad e Inspección de Alimentos (FSIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) comenzó a utilizar un nuevo método de prueba; en un estudio de dicho método, el Campylobacter fue aislado del 18 % de las carcasas de pollo y del 16 % de las piezas de pollo incluidas en la muestra ...
La incidencia de infecciones por Enteritidis, el serotipo más común de Salmonella, no ha disminuido en más de 10 años. La Enteritidis se encuentra adaptada para vivir en aves, y los huevos son una fuente importante de dicha infección.
Para el 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) había implementado la Regla de Seguridad de los Huevos, la cual solicita medidas preventivas durante la producción de huevos en los criaderos de aves, junto con una refrigeración posterior durante el almacenamiento y el transporte, para todas las granjas con más de 3 000 gallinas.
En el 2018, un brote de infecciones por Enteritidis en varios estados fue rastreado hasta los huevos de una granja que no había implementado las medidas de seguridad de los huevos necesarias después de alcanzar las 3 000 gallinas.
La carne de pollo también es una fuente importante de infecciones por Enteritidis. En diciembre del 2018, la FSIS informó que el 22 % de los establecimientos que producen piezas de pollo no cumplieron con las normas de desempeño de la Salmonella ... "
El pollo de fábrica no es una alternativa saludable

A lo largo de los años, las pruebas de alimentos han demostrado que las aves de corral criadas en fábricas [es decir, pollos criados en operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés)], son particularmente propensas a la contaminación con patógenos peligrosos, incluyendo las bacterias resistentes a los antibióticos que hacen que las enfermedades sean aún más difíciles de tratar.

Por ejemplo:
- Las pruebas realizadas por Consumer Reports en el 2007 revelaron que el 80 % del pollo entero tenia salmonella o campylobacter, dos de las principales causas de enfermedades alimentarias. Las nuevas pruebas del 2010 revelaron una mejora discreta, ya que dos tercios de estos se encontraban contaminados con bacterias causantes de enfermedades.
Tres años después, en el 2013, Consumer Reports encontró bacterias potencialmente dañinas en el 97 % de las pechugas de pollo analizadas, mientras que la mitad de ellas contaba con al menos un tipo de bacteria resistente a tres o más antibióticos.
- Un estudio realizado en el 2011 por la organización sin fines de lucro Physicians Committee for Responsible Medicine (PCRM) encontró que el 48 % de los 120 productos a base de pollo analizados (de 15 cadenas de supermercados en 10 ciudades diferentes de los Estados Unidos), se encontraban contaminados con E. coli, el cual se encuentra comúnmente en las heces fecales.
Al año siguiente, las pruebas repetidas revelaron exactamente el mismo resultado: El 48 % de los productos a base de pollo resultaron positivos nuevamente a las bacterias fecales (E.coli).
- Un análisis del Grupo del Trabajo Ambiental sobre las pruebas alimenticias realizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en el 2015 encontró que el 83 % de las carnes en los supermercados se encontraban contaminadas con enterococcus faecalis, es decir, con bacterias fecales en el que un alto porcentaje contenía bacterias resistentes a los antibióticos.
El 36 % de las pechugas, piernas, muslos y alas de pollo se encontraban contaminadas con enterococcus faecalis resistente a los medicamentos, donde el 71% era resistente a las tetraciclinas.
Organización sin ánimos de lucro presenta una demanda al Departamento de Agricultura de EE. UU (USDA) por no abordar el problema de la contaminación

Basándose en los resultados de las pruebas del 2011, el PCRM presentó una solicitud para la reglamentación a la USDA en el 2013, solicitando la solución del problema de la contaminación fecal en los pollos al regularla como adulterante bajo la Ley Federal de Inspección de Productos Cárnicos y la Ley de Inspección de Productos Avícolas.

Como ha señalado el PCRM en un comunicado de prensa del 17 de abril del 2019:
"Aunque la USDA ha implementado una política de "tolerancia cero" para la contaminación fecal, esta norma solo aplica a la contaminación fecal visible. Los productos a base de pollo aprueban la inspección siempre y cuando las heces no sean visibles a simple vista.
La demanda y la solicitud citan a un inspector federal que dijo: "A menudo observamos que las aves de corral son procesadas con los intestinos intactos, los cuales se encuentran repletos de contaminación fecal. Sin embargo, si no encontramos contaminación fecal en la piel del ave, no se puede hacer nada para evitar que esa ave se traslade en la línea.
Es más que razonable suponer que una vez que el ave entra al tanque de enfriamiento (un gran tanque de agua fría), dicha contaminación se mezclará en el agua y contaminará todas las otras carcasas del enfriador. Es por eso que a veces se le denomina como "sopa fecal".
En la solicitud de reglamentación, el PCRM argumentó que el estándar de la USDA sobre las "heces no visibles" es totalmente ineficiente y sería considerado como "repugnante por el consumidor promedio". Según el PCRM, las bacterias fecales en realidad deben de ser reguladas como un adulterante.

La demanda surgió porque la USDA no respondió no solo a la petición del PCRM en el 2013, sino también a la solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) del 2017, en la que el grupo de médicos buscaron la "documentación de los índices de contaminación fecal detectada en los mataderos avícolas y otros datos relacionados con la inspección de aves y la velocidad de las líneas de sacrificio".

La demanda busca obligar a la USDA a proporcionar una "respuesta sustancial" a esta solicitud, así como una respuesta a la solicitud de la FOIA. El nuevo sistema de inspección avícola implementado por la USDA en el 2014 aumentó las velocidades permitidas de sacrificio y procesamiento de las líneas a 140 y 175 aves por minuto. Según el PCRM:
"Los datos demuestran que es más probable que las plantas que operan bajo este modelo no cumplan con las normas de desempeño de la USDA para la Salmonella, una bacteria [sic] que se encuentra en las heces fecales, que aquellas que operan bajo el esquema de inspección tradicional".
La USDA defiende a esta norma afirmando que las bacterias fecales y la materia fecal no son términos intercambiables. KatieRose McCullough, directora de asuntos regulatorios y científicos del North American Meat Institute, dijo para The Washington Post:
"Las bacterias como el E.coli se encuentran presentes de forma natural en el medio ambiente, como lo han demostrado numerosos estudios sobre todo tipo de artículos, desde alimentos hasta teléfonos, teclados y cepillos de dientes. Esto no significa que alguno de estos artículos esté contaminado con heces".
El pollo contaminado es un factor de riesgo primario para las infecciones del tracto urinario

La intoxicación alimentaria no es la única preocupación cuando se trata de pollos contaminados. Se ha demostrado que una forma de E. coli conocida como ExPEC (E. coli patógena extra intestinal) es responsable del 85 % de las infecciones del tracto urinario (ITU).

La sabiduría convencional ha mantenido que las ITU son causadas principalmente por la transferencia de E. coli a través del contacto sexual con una persona infectada o por la transferencia de bacterias fecales del ano a la uretra.

Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que esto es incorrecto, lo que muestra que la mayoría de las infecciones urinarias son en realidad el resultado de la exposición a pollos contaminados.

Además, de las ocho millones de infecciones urinarias producidas cada año en los Estados Unidos, aproximadamente el 10 % son resistentes a los antibióticos, lo que puede provocar una infección renal y una intoxicación de la sangre (sepsis).

La resistencia a los medicamentos se ha vuelto tan común que ahora se les recomienda a los médicos que lleven a cabo pruebas de resistencia antes de prescribir un antibiótico para las ITU. Parte del problema se remonta al hecho de que los antibióticos se han seguido utilizando en la agricultura para promover el crecimiento, lo que permite que se desarrolle dicha resistencia.

A partir del 2005, se publicaron artículos que mostraban variedades de E. coli resistentes a los medicamentos de variedades cárnicas del supermercado encontradas en infecciones humanas por E. coli.

Los estudios estadounidenses, canadienses y europeos publicados en el 2012 confirmaron una estrecha coincidencia genética entre la E. coli resistente a los medicamentos recolectados en pacientes humanos y los encontrados en aves (pollo y pavo).

Más recientemente, un estudio publicado en la revista mBio en el 2018 encontró que casi el 80 % de las muestras de pollo, cerdo y pavo compradas en grandes tiendas minoristas en Flagstaff, Arizona, se encontraban contaminadas con E. coli.

Los investigadores también analizaron muestras de sangre y orina de los visitantes de un importante centro médico en el área y encontraron E. coli en alrededor del 70 % de los diagnosticados con alguna ITU.

En particular, una variedad del E. coli conocida como E. coli ST131 se detectó tanto en las muestras cárnicas (particularmente en aves de corral) como en las muestras humanas de UTI. La mayor parte de la E. coli en aves era por una variedad conocida como ST131-H22, la cual es conocida por desarrollarse en aves. Esta variedad específica también fue encontrada en las muestras humanas de ITU.

"Nuestros resultados sugieren que una sublinaje del ST131 (ST131-H22) se ha desarrollado en las poblaciones avícolas de todo el mundo, en donde la carne puede servir como un vehículo para la exposición e infección humana", confirmaron los investigadores, agregando que este linaje de E.coli es solo uno de los muchos que pueden transmitirse a las personas a través de las aves y otras fuentes cárnicas.

Al comprar pollo y huevo, asegúrese de que estos sean orgánicos y de gallinas camperas

Aunque los hallazgos como los analizados en este artículo son un potente recordatorio para cocinar bien las aves y manejarlas cuidadosamente durante la preparación, otra opción viable es evitar al pollo proveniente de CAFO, por completo.

Sin duda alguna es uno de los alimentos más contaminados en los Estados Unidos y también cuenta con un perfil nutricional débil en comparación con otras fuentes de proteína, incluyendo al pollo de aves camperas.

Por ejemplo, un estudio realizado por el American Pastured Poultry Producers Association (APPPA), el cual comparó el valor nutricional de los pollos de las aves camperas con los valores estándar de referencia de los pollos CAFO incluidos en la base de datos nacional de nutrientes de la USDA, encontró que los pollos de aves camperas contenían 406.8 % más de vitamina E (1.86 UI por cada 100 gramos en comparación con las 0.367 de UI) y mantenían una proporción promedio de omega-3 al 6, el cual es casi ideal en comparación con el valor del 1 al 15 de la USDA.

El pollo de gallinas camperas también tenía cerca de la mitad de las grasas del pollo CAFO (saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas), y un 11,1 % más de colesterol.

Si va a consumir pollo crudo, aún con los peligros asociados a este tipo de consumo, es recomendable asegurarse de que este sea orgánico y de gallinas camperas. Lo mismo ocurre con los huevos, ya que los huevos de gallinas CAFO también son mucho más propensos a la contaminación patógena que los huevos orgánicos de gallinas camperas.

La mejor opción es encontrar una fuente local de huevos orgánicos de gallinas camperas. La tarjeta de puntuación sobre el huevo y la calidad del Cornucopia Institute clasifica a 136 productores de huevos según 28 criterios orgánicos, el cual es un excelente recurso si no existen productores locales disponibles.

En junio del 2017, Cornucopia también comenzó a trabajar en un informe y en un sistema de puntaje de pollos. Considerando que el informe de los huevos tardó cerca de seis años en producirse, aún puede que tarde un tiempo antes de que se encuentre listo el sistema de puntaje de los pollos. Puede contribuir a este informe al seguir las instrucciones enlistadas en los mensajes de alerta del 13 de junio.

Precauciones sensatas para cocinar pollo

Al cocinar pollo, asegúrese de tomar las precauciones necesarias para evitar contaminar otros alimentos y las superficies de la cocina, así como la propagación de cualquier bacteria presente para usted u otras personas. Para evitar la contaminación cruzada entre los alimentos en su cocina, cumpla con las siguientes recomendaciones:
- Utilice una tabla para cortar designada (preferiblemente de madera, no de plástico), para carne cruda de res y aves de corral. Nunca utilice dicha tabla para preparar otros alimentos, como para cortar vegetales. La codificación por colores de las tablas para cortar es una manera sencilla para distinguirlas
- Para desinfectar la tabla para cortar, utilice agua caliente y detergente. Al limpiarlas solamente con un trapo no eliminará a las bacterias
- Para un desinfectante de cocina y una tabla para cortar segura, efectiva y de bajo costo, utilice el peróxido de hidrógeno al 3 % y vinagre. Mantenga cada líquido en una botella de spray separada; rocíe la superficie a limpiar con cada uno de ellos y remuévalos.
El aceite de coco también se puede utilizar para limpiar, tratar y desinfectar las tablas para cortar de madera. Contiene ácido láurico que cuenta con potentes acciones antimicrobianas. Las grasas también ayudarán a acondicionar la madera.

Además, asegúrese de lavar sus manos con agua tibia y jabón antes y después de interactuar con el pollo. El video a continuación demuestra cómo lavarse las manos adecuadamente para evitar la propagación de bacterias.


Cómo tratar las infecciones del tracto urinario sin antibióticos

A continuación, encontrará algunos consejos muy útiles para tratar las ITU. Aunque a menudo se recomienda el jugo de arándano, la mayoría de estos se encuentran repletos de fructosa, la cual tiende a promover problemas de salud cuando se consume en grandes cantidades.

Por esta razón, no recomiendo beber jugo de arándano cuando tenga una infección. Dado a que su sistema inmunológico está dañado, no es aconsejable consumir fructosa.

Una alternativa mucho mejor es la D-mannosa, el cual es el ingrediente activo en el jugo de arándano, el cual es responsable de los beneficios del sistema urinario. También puede derivarse de bayas, melocotones, manzanas y otras plantas.

La D-mannosa pura es de 10 a 50 veces más potente que la presente en el arándano y se ha demostrado que cura más del 90 % de las infecciones urinarias en uno o dos días. Es un componente no tóxico, completamente seguro y sin efectos secundarios.

También recomiendo probar la D-mannosa antes de recurrir a cualquier antibiótico, para evitar la eliminación de las bacterias benéficas. Los problemas digestivos y las infecciones secundarias por hongos son los efectos secundarios comunes de los antibióticos. La D-mannosa en realidad no elimina a las bacterias, simplemente les impide permanecer en el tracto urinario.

Las paredes celulares de E. coli se encuentran cubiertas con pequeñas proyecciones en forma de filamentos conocidas como fimbrias, hechas de una glicoproteína llamada lectina que las hace pegajosas. Esto les permite aferrarse a las paredes internas de la vejiga e incluso avanzar hacia el uréter y los riñones.

La lectina sobre la fimbria de la bacteria se une a la D-mannosa, la cual cubre naturalmente el revestimiento interno de los órganos urinarios. Por esta razón son tan difíciles de eliminar.

Al consumir D-mannosa, la bacteria E. coli encuentra repentinamente unas moléculas de D-mannosa presentes no solo en la superficie de las células epiteliales sino también en la orina. A medida que se adhieren a la D-mannosa de la orina, son fácilmente expulsadas a través de ella.

Para ayudar a eliminar las bacterias, asegúrese de beber mucha agua pura y limpia para estimular la micción abundante. Para aliviar la sensación de ardor, disuelva 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en 8 onzas de agua para beberlo por completo a primera hora de la mañana. Su naturaleza alcalina puede ayudar a neutralizar o disminuir la acidez de la orina, lo que hace que la micción sea menos incómoda.

Fuentes y referencias