Imagen
© Desconocido
Que algo semejante ocurra en países pobres con hospitales desatendidos y sin suficiente presupuestos, o hasta en Cuba cada vez que el bloqueo impuesto por Estados Unidos, le impide la adquisición de determinados medicamentos, se explican por sí solo. Pero que la escasez se registre en centros asistenciales en la rica potencia bloqueadora, cuanto menos suena a insólito.

De acuerdo con fuentes farmaceúticas, la falta de remedios, en mayoría para salas de emergencia, unidades de terapia intensiva y salas para pacientes de cáncer, se ha triplicado en el último lustro, y puede durar de semanas a meses y no siempre con buenas alternativas. Por esa causa en el Hospital Infantil de Miami tuvieron que aplazar tandas de quimioterapia.

Sin embargo algunos expertos advierten que los remedios de marca, más costosos, difícilmente escasean, y coinciden en señalar que el problema principal radica en que cada vez hay menos laboratorios dispuestos a producir estos remedios genéricos más antiguos y más baratos, especialmente los inyectables, más difícil de elaborar, pero más accesibles a la población de menos recursos.

¿Será que allí la ley de la máxima ganancia comercial pesa más que el juramento hipocrático?

.