Traducido por el equipo de Sott.net en español

El presidente Vladimir Putin ha introducido cambios que podrían afectar dramáticamente la imagen internacional de Rusia y responder a las críticas que durante décadas los principales medios de comunicación mundiales han hecho a la trayectoria política del país, dicen los observadores internacionales que discuten la histórica decisión del presidente.
putin state union constitution
En su discurso del miércoles ante legisladores, ministros y otros altos funcionarios, el presidente ruso Vladimir Putin esbozó una serie de cambios en la constitución del país en relación con los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que darían más poderes al parlamento ruso y limitarían las prerrogativas del presidente.

Poco después del discurso del presidente a la Asamblea Federal, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, anunció la dimisión del gobierno.

Una "solución elegante" que reforzará el sistema de controles y equilibrios

Los cambios propuestos desencadenaron un animado debate en los medios de comunicación extranjeros que a menudo tratan de presentar a Rusia como una autocracia en la que el presidente posee gran parte del poder. La prensa occidental suele hacer hincapié en el hecho de que Vladimir Putin ha permanecido al frente del país como presidente o primer ministro durante casi dos décadas. Citando el último discurso del presidente ruso, la CNBC llegó incluso a alegar que su objetivo es "eludir o desechar" la regla que impide a alguien servir más de dos mandatos consecutivos como presidente, dado que su cuarto mandato debe terminar en 2024.

Pero el reciente traspaso de poder al parlamento parece ser un cambio de juego que podría alterar dramáticamente esta percepción.

"De lo que hablamos allí es del clásico sistema democrático con tres pilares de gobierno, el poder judicial, el gobierno y el ejecutivo", dice Ben Aris, analista político, editor jefe de Business News Europe. "Así que está hablando de un gobierno democrático clásico. Esto no es lo que escuchamos normalmente en la prensa sobre la 'Rusia de Putin' y su control personal. Se trata de construir un sistema político estable a largo plazo con controles y equilibrios en el que las partes del gobierno desempeñen el papel adecuado según lo definido por la constitución, lo que no es el caso ahora".

Alexey Pushkov, senador de la Krai de Perm y exjefe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma Estatal, subraya que "son cambios importantes" que darán más posibilidades al jefe de gobierno, que será menos dependiente del presidente.

"Será un debate público, definitivamente; el funcionamiento de la Asamblea Constitucional también será público porque entonces habrá algún tipo de referéndum o se votará por estos cambios. Por lo tanto, creo que esto demuestra que Putin está pensando en la democratización del poder político en Rusia y del sistema político en Rusia", dice Pushkov.

Democracia parlamentaria: Por qué los críticos de Putin estaban equivocados todo el tiempo

Joe Quinn, comentarista político y autor con sede en París, dice que Rusia está ahora en camino de adoptar un sistema "más parecido al de las democracias parlamentarias europeas". Según el comentarista político, el movimiento de Putin indica que el presidente "confía en que la posición de Rusia como líder global independiente está asegurada y con ello la futura trayectoria, independiente, del país".

"Al transferir más poder a la Duma, Putin está señalando su creencia de que se puede confiar en la clase política rusa para continuar el trabajo que él mismo ha emprendido para hacer de los intereses nacionales de Rusia el foco principal de todas las políticas del gobierno, tanto internas como externas, en el futuro previsible", subraya Quinn.

Andy Vermaut, activista belga de derechos humanos, se hace eco de la postura de Quinn, subrayando, sin embargo, que "en muy pocos países europeos los parlamentos tienen mucho poder".

"Es genial acercar el poder a los parlamentos", dice Vermaut. "Después de todo, es el pueblo que es elegido por el pueblo el que obtiene el poder de aprobar quién es el primer ministro". Así, Putin refuerza la legitimidad democrática... Así que se puede ver que todos los críticos del presidente Putin están equivocados. Se ve que realmente está tratando de trabajar para fortalecer la democracia en su país".

El activista belga sugiere que esta medida "ayudará a refinar la democracia en Rusia", subrayando que incluso en Occidente "no muchos líderes estatales se atreven" a dar un paso tan audaz.

"Es prematuro sacar conclusiones sobre cómo funcionará el nuevo sistema"

Sin embargo, Gilbert Doctorow, un analista político independiente con sede en Bruselas, mantiene una postura diferente, subrayando que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre cómo se desarrollarán los cambios.

"Creo que es prematuro sacar conclusiones sobre cómo funcionará esto porque las propuestas del presidente de tener una república parlamentaria dentro de lo que seguirá siendo una república presidencial difícilmente parece el final del juego", subraya el analista político. "No se puede esperar que un gabinete que sea nominado por la Duma y simplemente nombrado por el presidente (o removido por el presidente por incumplimiento) reciba sus órdenes del presidente, como propone Putin. O es de una manera u otra".

Además, uno debería pensar dos veces sobre la intención de Putin de dar a todos los partidos de la Duma una mayor responsabilidad en la formación del gabinete, señala el Doctorow. Aunque suena como un reparto de poder o, en otras palabras, un gobierno de coalición, esta solución "no siempre es muy buena para hacer las cosas, y fácilmente conduce a la incompetencia", cree.

"Lo que está claro desde hoy, y especialmente desde la dimisión de todo el gabinete que siguió al discurso de Putin, es que estamos entrando en una transición a la era post-Putin", sugiere Doctorow.

Aydin Sezer, director del grupo de reflexión con sede en Ankara, el Centro de Estudios sobre Turquía y Rusia, también ve el evento como una preparación para lo que sucederá después de las elecciones presidenciales rusas de 2024. Según Sezer, para adoptar este nuevo modelo el país tendrá que pasar por una transición que durará hasta las nuevas elecciones