Traducido por el equipo de Sott.net en españolAlgunas personas, incluso si han caído por un acantilado, gritarían en el camino hacia abajo: "¡El virus debe ser peligroso! ¿Qué otra cosa podría ser?" "¡La gente está muriendo! ¡Tiene que ser el virus!" ¿Qué tal esto? "Los pabellones de la UCI en Italia están desbordados. Es el virus." Retroceda y piense. PIÉNSELO CON CALMA.
© EFE - ALESSANDRO DI MEO
Viendo una reciente entrevista con un funcionario de salud pública italiano, tuve la impresión de que tal vez varios miles de nuevos pacientes de la UCI estaban cargando el sistema hospitalario en el norte del país. Varios miles de una población nacional de 60 millones.
Aquí está el truco. Antes de que se anunciara la epidemia de coronavirus, las personas que se presentaban en esos hospitales con gripe, síntomas gripales, infecciones pulmonares, neumonía, eran colocadas en las salas generales y tratadas, o incluso enviadas a casa con medicamentos.
Pero ahora se les llamaría, a muchos de ellos, "casos presuntos" de coronavirus, sin ningún tipo de pruebas, o después de pruebas que no funcionan (ver mis artículos anteriores sobre por qué las pruebas de diagnóstico son inútiles y engañosas). Al etiquetar a estos pacientes como "coronavirus contagioso", los médicos del hospital se ven obligados a enviarlos a la UCI, para "proteger a otros de la infección".
Por lo tanto, estas UCI están abarrotadas y desbordadas.
La prensa publica fotos de las UCI y el factor de histeria sube unos grados más.
La prensa entrevista a un médico del hospital, y él dice, "Estamos empezando a ver algunos niños más con el virus". ¿La reacción del público? "¡Increíble! ¡Ahora hasta los niños sanos se enferman!" Tengo noticias de última hora. Los niños se enferman. Al igual que los adultos, desarrollan síntomas similares a los de la gripe. Y como los adultos, ahora pueden ser diagnosticados como "presuntos casos de coronavirus".
"¿Pero qué pasa con la gente que muere en Italia?" Al igual que en otros países, la gente en Italia muere. Siempre lo han hecho. Especialmente los ancianos, que tienen todo tipo de problemas de salud a largo plazo. Etiquetarlos con "coronavirus" a último momento no explica la causa de la muerte.
"La gente sana en Italia está muriendo". Dos puntos aquí. Primero, a veces esta gente sana no está realmente sana en absoluto. Y segundo, si estuvieras sano, y de repente te diagnosticaran, sin razón alguna, un virus que creyeras peligroso e incluso mortal, y luego te aislaran en una sala de la UCI, no te permitieran visitas, quizás ni siquiera te pusieran un respirador, y luego te trataran con medicamentos antivirales altamente tóxicos, ¿crees que existe la posibilidad de que mueras?
El objetivo de la magia escénica es, como todos sabemos, la desviación de la atención. El público es guiado a mirar AQUÍ, mientras el truco se ejecuta ALLÍ. Aquí, una mujer está siendo cortada por la mitad. Allí, ella está escapando de la parte trasera de la caja.
En la "epidemia", AQUÍ es donde la gente está enferma y muriendo y es diagnosticada. ALLÍ es donde una razón ficticia está siendo cocinada para explicar el porqué.
"Pero... pero... Italia, Italia, Italia, gente muriendo, virus, virus... no lo entiendo..."
Sí que lo has entendido. Has recibido el mensaje que los funcionarios de salud pública quieren meterte en la mente. Estás parado en una esquina viendo a un profesional ejecutar su juego de trileros, y caes en la trampa cada vez.
Comentario: Parece que más que el virus, es la propia alarma social generada la que está provocando que los hospitales se encuentren desbordados. Escuchen al médico Jesús Candel sobre el servicio de urgencias en España:
En el caso de Italia, en un debate realizado en un blog de estadísticas se señaló que en los últimos años los ancianos se han visto más afectados por la mortalidad debido a complicaciones relacionadas con la gripe en comparación con el resto de Europa. En
el documento se señala que:
Italia mostró un mayor exceso de mortalidad atribuible a la gripe en comparación con otros países europeos, especialmente en los ancianos.
En cuanto a la amplitud de la población de riesgo, en Italia hay 6,7 millones de personas mayores de 75 años (más del 10% de la población) que constituyen un gran grupo de sujetos frágiles, entre los cuales la tasa de mortalidad anual es naturalmente elevada, alrededor del 4%
Más de 68.000 muertes fueron atribuibles a las epidemias de gripe en el período de estudio [es decir, entre las temporadas 2013/14-2016/17]. El exceso de muertes observado no es completamente inesperado, dado el elevado número de sujetos frágiles y muy ancianos que viven en Italia.
Pero parece que hay también otros factores involucrados. Para tener una idea de lo que los hospitales y médicos italianos están experimentando, aquí hay
algunos relatos. El mayor problema parece ser que los hospitales no están equipados para el número de casos graves que requieren cuidados intensivos. Los doctores tienen que elegir quién tiene un lugar en la UCI y quién no. Estos son casos que superan su carga de trabajo habitual. Así que mientras que los números en términos absolutos no son todavía muy altos, los hospitales ya están trabajando por encima de su capacidad para tratar los casos graves que llegan. Si China pudo revertir la propagación exponencial de sus propios casos, otros países deberían ser capaces de hacer lo mismo. ¿Pero está el mundo occidental preparado para hacerle frente? ¿Y América Latina?
Lo siguiente es un anuncio de vacunación de la gripe en España para la temporada 2017-2018 donde se habla de 15 mil muertes relacionadas con la gripe en esa temporada:
Nadie habló de pandemia de la gripe en aquel entonces. Ningún medio se interesó por estas muertes. Supongamos que los muertos por coronavirus lleguen a esas cifras en algunos países, con el foco mediático reportando cada una de las muertes, el nivel de histeria colectiva puede ser todavía mayor, y todavía más gente colapsando los hospitales porque tienen fiebre o tos e impidiendo que se atienda a aquellos más vulnerables al coronavirus y que necesitan ayuda urgente. El caos está garantizado.
Desde SOTT, lo que recomendamos es tomar precauciones para no contraer la enfermedad, y para minimizar sus efectos si uno la contrae de todas maneras. Esto es muy diferente a entrar en pánico y caer en la histeria del miedo. Es mantener la calma, buscar soluciones, y actuar sobre el conocimiento reunido de la manera más racional posible dados los datos disponibles:
Comentario: Parece que más que el virus, es la propia alarma social generada la que está provocando que los hospitales se encuentren desbordados. Escuchen al médico Jesús Candel sobre el servicio de urgencias en España:
En el caso de Italia, en un debate realizado en un blog de estadísticas se señaló que en los últimos años los ancianos se han visto más afectados por la mortalidad debido a complicaciones relacionadas con la gripe en comparación con el resto de Europa. En el documento se señala que: Pero parece que hay también otros factores involucrados. Para tener una idea de lo que los hospitales y médicos italianos están experimentando, aquí hay algunos relatos. El mayor problema parece ser que los hospitales no están equipados para el número de casos graves que requieren cuidados intensivos. Los doctores tienen que elegir quién tiene un lugar en la UCI y quién no. Estos son casos que superan su carga de trabajo habitual. Así que mientras que los números en términos absolutos no son todavía muy altos, los hospitales ya están trabajando por encima de su capacidad para tratar los casos graves que llegan. Si China pudo revertir la propagación exponencial de sus propios casos, otros países deberían ser capaces de hacer lo mismo. ¿Pero está el mundo occidental preparado para hacerle frente? ¿Y América Latina?
Lo siguiente es un anuncio de vacunación de la gripe en España para la temporada 2017-2018 donde se habla de 15 mil muertes relacionadas con la gripe en esa temporada:
Desde SOTT, lo que recomendamos es tomar precauciones para no contraer la enfermedad, y para minimizar sus efectos si uno la contrae de todas maneras. Esto es muy diferente a entrar en pánico y caer en la histeria del miedo. Es mantener la calma, buscar soluciones, y actuar sobre el conocimiento reunido de la manera más racional posible dados los datos disponibles: