La Knéset invistió a Benjamín Netanyahu como primer ministro de Israel en una sesión en la que también se dio luz verde a un gobierno que de momento consta de 34 carteras, aunque todavía se podría ampliar.
Benjamin Netanyahu
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En su discurso, Netanyahu defendió la próxima anexión a Israel de grandes extensiones de la Cisjordania ocupada y dijo que esta medida, condenada por la mayor parte del mundo y contraria a las leyes internacionales, acercará la región a la paz.

El político aseguró que la anexión de los territorios palestinos significaría "un glorioso capítulo" en la historia de Israel.

Setenta y tres parlamentarios votaron a favor del nuevo gobierno y 46 votaron en contra. A continuación los nuevos ministros juraron sus cargos.

La votación de hoy pone fin a la crisis política más duradera de la historia del país, que ha necesitado tres elecciones consecutivas para concluir con un nuevo gobierno.

La formación de este gobierno no despeja las serias dudas que acompañan a Netanyahu en su lucha contra las principales instituciones del estado, en especial la justicia, y que enrarece diariamente la vida política en Israel.

Durante su alocución, numerosos parlamentarios le recordaron a gritos los casos de corrupción en los que está implicado.

"La gente quiere un gobierno de unidad y eso es lo que ha obtenido", dijo Netanyahu.

Netanyahu confirmó la futura rotación en la presidencia del gobierno fijando la fecha del 17 de noviembre de 2021 para el nombramiento de Benny Gantz como primer ministro, una cláusula que figura en el acuerdo de gobierno, pero que muchos analistas creen que no se cumplirá.

De hecho, el primer engaño ha llegado hoy mismo, cuando Netanyahu le ha colado a Gantz 19 ministros de los partidos de la derecha nacionalista y religiosa, rompiendo la paridad prometida en los acuerdos entre ambos.

Benny Gantz advirtió por su parte que "apoyará el estado de derecho", en una referencia aparente a los sistemáticos ataques de Netanyahu y sus afines contra la justicia, a pocos días que el 24 de mayo se inicie el juicio por corrupción contra el primer ministro.

Para Gantz, que no mencionó a Netanyahu, se trata del momento más oportuno para poner fin a la "era de incitación" y entrar en la "era de reconciliación".

Continuamente interrumpido por la oposición, Gantz resaltó que la alternativa a este gobierno era "el borde de una guerra civil".

En respuesta a numerosas críticas, Netanyahu explicó que el coste de la ampliación del gobierno a 34 ministros será de unos 30 millones de dólares, una cantidad similar a la que hubiera costado la celebración de unas cuartas elecciones consecutivas.