La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos predice que los próximos meses podrían ser muy turbulentos en el océano Atlántico.
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La temporada de huracanes en el Atlántico va del 1 de junio al 30 de noviembre. Durante este período, los ciclones más fuertes se forman sobre la superficie del océano. Es decir, masas de aire con rotación en sentido contrario a las agujas del reloj forman un enorme vórtice atmosférico con una baja presión en el centro que están acompañados de aguaceros, tormentas eléctricas y fuertes vientos. Cuando la velocidad del viento supera los 63 km/hora, el ciclón se convierte en una tormenta tropical y al alcanzar unos 120 km/hora se forma un huracán.

A los huracanes y tormentas tropicales de este año que tendrán lugar en el océano Atlántico se los llamará Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly, Edward y Fay.

Los meteorólogos predicen que entre seis y 10 ciclones podrían convertirse en huracanes. Además, entre tres y seis podrían tener la categoría 3 y más en la escala Saffir-Sympson, donde la primera indica un daño mínimo y la quinta es catastrófica.

Un estudio previo reveló que los ciclones tropicales se están volviendo cada vez más comunes en el planeta, según los datos de los últimos 40 años.

Los huracanes y las tormentas tropicales han sido bautizados desde principios de los años 50. Hasta 1979, eran solo nombres de mujeres, luego comenzaron a alternar con nombres de hombres en inglés, francés y español. La Organización Meteorológica Mundial los repite cada seis años, salvo los nombres que se dan a los huracanes más destructivos y mortales, como Katrina o Irma.