Un científico estadounidense afirma que se produjo un desfase de 2.948 días adicionales al trasladar el calendario maya al gregoriano.
Un error en el calendario maya pronostica (otro) fin del mundo para el 21 de junio
© THEILR FLICKRCalendario maya en las ruinas de Chechen Itza, en México.
"Siguiendo el calendario juliano, estamos técnicamente en 2012... El número de días perdidos en un año debido al calendario gregoriano es de 11 días... Durante 268 años usando el calendario gregoriano (1752-2020) por 11 días = 2.948 días / 365 días (por año) = 8 años". La cuenta de Twitter de Paolo Tagaloguin ha sido eliminada, pero el eco de su publicación permanece. Según este científico estadounidense, el calendario maya pronostica que el fin del mundo llegará el 21 de junio.

Los aficionados a estas teorías apocalípticas recordarán que no es la primera vez que se acaba el mundo según las predicciones del calendario maya. De hecho, el fin del mundo estaba efectivamente previsto para el 21 de diciembre de 2012. Pero según la teoría de Tagaloguin, recogida por The Sun, al perderse 11 días al año en el cambio del calendario gregoriano al calendario juliano una suma rápida supondría una pérdida de 2.948 días, ocho años. Vamos, que para los mayas 2012 es ahora y el fin del mundo llega el 21 de junio.

Aunque en esta ocasión aún no se ha pronunciado, la NASA sí intervino en 2012, la otra vez que llegaba el fin del mundo. "La historia empezó con quienes aseguraban que Nibiru, un supuesto planeta descubierto por los sumerios, se dirigía hacia la tierra", dijo la agencia espacial estadounidense entonces, "la catástrofe estaba inicialmente prevista para mayo de 2003, pero cuando no sucedió se movió el fin del mundo a diciembre de 2012 y se relacionó con el final de uno de los ciclos del calendario maya en el solsticio de 2012, el 21 de diciembre".

"¿Dónde está la ciencia? ¿Dónde esta la evidencia?", se preguntaba la NASA, "no hay ninguna y no podemos cambiarlo, vengan esas teorías de libros, de películas, de documentales o de Internet. No hay ninguna prueba creíble para ninguna afirmación que tenga que ver con sucesos inusuales en diciembre de 2012".