protesta india
© ReutersSeguidores de la activista Anna Hazare protestan contra la corrupción en la ciudad india de Chandigarh
Las huelgas de hambre mediáticas protagonizadas recientemente por líderes espirituales en la India reflejan una creciente tendencia de la sociedad india a dejar de tolerar la corrupción. Así, el gandhiano Anna Hazare realizó un ayuno de protesta, mientras que el seguidísimo y polémico maestro de yoga Baba Ramdev logró reunir a miles de seguidores en el centro de Nueva Delhi para protestar contra la corrupción y el blanqueo de dinero.

"Las personas no importan, las causas sí, y estas protestas sirven para que los indios sintamos que se puede combatir a los corruptos, que no siempre se van a salir con la suya", afirmó Anupama Jha, directora de Transparency Internacional en la India. La protesta de Ramdev y la de Hazare (ésta última en abril pasado), cuando llegó a poner en jaque al Ejecutivo indio, recogen el gran descontento de un país castigado por enormes escándalos de corrupción que se suceden incesantemente.

"La corrupción ha sido tan habitual en la India que se acabó convirtiendo en algo que ya casi ni vemos, pero las protestas recientes pueden estar marcando un cambio de tendencia", dice Jha. Actualmente, el mayor de los escándalos por corrupción es el relativo a la concesión de licencias de telefonía celular 2G, que ya ha llevado a prisión, entre otros, al ex ministro de Telecomunicaciones Andimuthu Raja.

El reparto de las concesiones a principios de 2008 levantó sospechas por los escasos ingresos logrados, unos 350 millones de dólares pagados por nueve compañías, frente a los, por ejemplo, 14.500 millones obtenidos hace un año en la subasta del 3G. Según la Auditoría General india, el reparto de 2008, hecho por orden de llegada y a precios de 2001, supuso unas pérdidas para el erario público que podrían llegar a los 40.000 millones de dólares.

El otro gran escándalo reciente por corrupción fue la destitución y posterior detención de Suresh Kalmadi, máximo responsable de los Juegos de la Commonwealth de octubre de 2010, que la India acogió como una oportunidad de mostrarse al mundo como un país moderno. Kalmadi fue destituido el pasado enero y detenido a fines de abril en relación con su papel en la concesión de contratos en unos Juegos que recibieron muchas críticas por las deficiencias detectadas en la organización y las infraestructuras.