Os dicen que votar a los partidos políticos actuales es una obligación y no un derecho. Que debéis ejercer el voto a uno de ellos sí o sí por cojones, porque, si no, no tenéis derecho a quejaros después. No os dicen que, si no lo hacéis, dejamos de alimentar a esta gentuza.
españa partitocracia
Al votar no elegís a personas honestas que queréis que os representen. Os vienen impuestas por los partidos que ponen a los más golfos y trápalas. No nos dejan elegir a la ciudadanía si queremos tener un rey descendiente de sangre real putera y vividora o si preferimos tener sólo un gobierno que nos represente.

No nos dejan elegir si queremos autonomías o no para que no vayamos cada uno por nuestro lado, evitando ese gasto innecesario y derrochador de tener más políticos y gobiernos, que fomenten más aún ese odio irracional ideológico que muchos os tenéis, porque no respetáis las ideas de los demás y porque decís luchar por la verdad, la vuestra, en vez de luchar por lo justo, lo de todos. Y todas...

No permitís la independencia de los poderes del Estado. Los jueces de tribunales superiores de justicia, del Supremo, del Constitucional y del Consejo del Poder Judicial y el Ministerio Fiscal son elegidos por todos los partidos de turno y ellos les lamen el trasero para alcanzar esos deseados puestos para poder hacer injusticias y mantener a toda esa clase política de derechas o de izquierdas impunes a sus corruptelas, que serían duramente castigadas a cualquier ciudadano de nosotros, que por llamarlos sinvergüenzas, hijos de puta o corruptos por defender nuestros derechos, nos tratan como delincuentes aunque sea verdad y llevemos razón.

Insultar no es delito cuando lo que se dice es un hecho demostrable. Para esos jueces a dedo, insultar a sus amos, aunque cometan delitos, es un acto atroz que vulnera su honorabilidad. Todo eso y más, los problemas de educación, la sanidad pública, etc, etc, etc, todo está politizado y plagado de cucarachas apesebradas que han creado una administración paralela para volcarse en puestos que muchos tenéis que sacar por duras oposiciones, para luego estar bajo las órdenes de esas ratas que os obligan, además, a que hagáis y cometáis ilegalidades y que muchos las hacéis por miedo a acoso o represalias por defender vuestro pan, dejándonos a muchos, que confiamos en vuestra integridad de principios y valores profesionales, totalmente indefensos.


Todo esto es posible gracias a los constitucionalistas y a los no constitucionalistas que quieren cambiar la Constitución a su antojo. La Constitución de un país que quiere ser democrático la tiene que crear toda una nación, todo un pueblo, para bloquear todos nuestros derechos, tener garantizada la independencia de poderes y que se controlen y vigilen entre ellos, poder elegir a diputados representantes de partidos, pero también a personas que estén fuera de ellos, por distritos de 100.000 habitantes. Diputados que velen por los intereses de sus distritos y de sus barrios. El resto de políticos sobra. Eliminar el Senado y el Tribunal Constitucional, porque ninguna persona puesta por los partidos políticos tiene que interpretar la Constitución para retorcer el derecho y las leyes y vender nuestros derechos a los intereses de los políticos para luego celebrarlo con buenas dietas y viajes en coches a todo lujo y pisos pagados por nosotros los ciudadanos. ¡Qué vergüenza y qué sinvergüenzas! Nada de lo que aquí os digo es mentira.

Veo más fácil que me cure antes del cáncer de pulmón que padezco actualmente con metástasis en un grado IVB muy avanzado, que seáis conscientes muchos españoles enfermos de conformismo, cagonismo, apesebramiento y falta de asumir vuestra responsabilidad, en saber qué es realmente votar, qué es ser libre de verdad y vivir en democracia. Veo más fácil la curación de mi temible cáncer, porque asumo mi responsabilidad para hacer todo lo posible por sanarme, antes de que muchos aceptéis vuestra responsabilidad para levantaros, abrir los ojos y despertéis vuestras anestesiadas conciencias para hacer una nueva Constitución, mandar a toda esta clase política al carajo, aceptar vuestro tratamiento que será duro, como el que tenemos los que sufrimos cáncer, pero que, una vez aceptado, os daréis cuenta de que es posible sanar este país y vivir todos con las mismas oportunidades, ser todos iguales ante la ley y que se cumpla de verdad con jueces independientes. Tener una sanidad pública digna con profesionales sin cargos intermedios ni jefes ni directores puestos por los partidos de turno que nos gobiernan a dedo; una educación pública de calidad igual para todos los niños de este país que respete la riqueza cultural de cada región. Un país en el que sus instituciones públicas no estén politizadas, donde sus dirigentes sean funcionarios independientes que hagan y ejecuten lo que diga la ley, que será otorgarnos nuestros derechos por igual a todos.


Y los políticos elegidos por distritos con su presidente elegido por todos los españoles de forma independiente a los diputados, que podrá ser de un partido o no, pudiendo ser una persona libre y honesta que quiera gobernarnos durante no más de los años que decidamos los españoles en la nueva Constitución y que se dedique sólo a gobernar y a velar por nuestros derechos y no a mamonear por sus falsas ideologías que sólo encierran intereses espurios y personales, a través del enfrentamiento y que, si incumplen sus promesas, podamos mandarlos a la calle.

Y que no sean vividores profesionales de la política, sino personas que tengan ya sus puestos de trabajo previos. No vivimos en democracia. Es algo que tenéis que entender y luego aceptar. Muchos lo habéis entendido ya, pero estáis como ese paciente que prefiere que el cáncer lo venza y sigue haciendo lo mismo que le ha hecho enfermar, porque cree que es imposible cambiar eso tan terrible que tiene. Eso se llama no querer afrontar el problema, porque sencillamente no es que le falten huevos, es que no quiere asumir su responsabilidad, porque teme vivir con dignidad y libertad y prefiere acomodarse en el conformismo. Todos la tenemos en este país al vivir en sociedad y, si no lo asumís, nuestros problemas como nación serán cada vez mayores, acelerados por este coronavirus que ha dejado, aparte de muchas muertes evitables, mucha mierda al descubierto que muchos desconocíais, porque sólo mirabais vuestro ombligo.

Soy un privilegiado de este sistema y os tengo que decir que vivo de puta madre. Mejor que cualquier desgraciado político de este país. No he lamido ni un culo en mi vida, ni he traicionado mis principios jamás. He luchado por lo justo, que es lo de todos, no he luchado por mi verdad que ni la tengo ni la tendré jamás. He luchado contra injusticias sin bajarme los pantalones, como haría un vendido que no tiene decencia profesional. He creado la Asociación Justicia por la Sanidad sin una puñetera subvención pública, como deberían hacer todos los sindicatos, asociaciones, partidos políticos y medios de comunicación de este país. Mantenerse con las cuotas de sus afiliados o socios y no con el dinero público de todos, pero claro, eso se lo permite la constitución del 78. Esa que unos partidos de extrema izquierda y derecha quieren cambiar a su antojo y los llamados constitucionalistas defienden con uñas y dientes, porque no pueden perder todos los privilegios que les aportan, con sus falsas clamas de ¡Viva el rey y viva la constitución! Les falta decir en honor a la verdad: ¡Viva mi polla que os toma el pelo a todos, votantes incultos e ignorantes!

Un libro como manifiesto

El 27 de octubre sale un manifiesto editado por Grupo Planeta (algo sorprendente) que, antes de conocer mi cáncer, escribí para arengaros a hacer todo esto de forma pacífica, pero contundente. Muchos siguen subestimando el poder de Spiriman, que no es otro que el poder de la buena gente unida que es capaz de cambiar lo que muchos creen imposible porque temen al sistema y al poder.

Y no me vengáis algunos incrédulos con lo de la coletilla de que, si quiero cambiar esto, que cree un partido. No se puede cambiar desde dentro algo que está podrido, como os han hecho ver Iglesias y Abascal. Son más de lo mismo. Seguís dormidos y sin comprender. Espero que en este manifiesto, si tenéis la valentía de leerlo, encontraréis muchas respuestas a vuestros miedos e inseguridades y cómo poder hacer una sociedad justa. Otra cosa es que no os interese porque sois unos apesebrados o estómagos agradecidos de todo este podrido sistema político español. Y por cierto, mis beneficios personales del libro irán destinados para la lucha contra el puto cáncer, por si no os gusta lo que leáis, estaréis ayudando a una gran causa. Ya está en preventa en las librerías. Intentad comprarlo, los que lo hagáis, en las librerías de toda la vida y de vuestros barrios, que necesitan un empujón con todo lo que está cayendo.

Muchas gracias por vuestra atención. Los que tuvimos el jueves sesión de quimioterapia estamos un poco nauseosos y jodidos, pero como le decía a una mujer con cáncer de mama en la sala: "Total, si está la mayoría de españoles con esa sensación de angustia y asco igual que nosotros cuando ponen las noticias. Por lo menos nosotros nos estamos curando".