Traducido por el equipo de SOTT.net en español

¿Qué pasa el 3 de noviembre? Es como una repetición a gran escala del famoso adagio de Hollywood: "Nadie sabe nada".
return of the blob
La estrategia demócrata es totalmente evidente, generada por el juego de escenarios electorales incluidos en el Proyecto de Integridad de la Transición (TIP, por sus siglas en inglés) y formulada de forma aún más explícita por uno de los cofundadores del TIP, un profesor de derecho de la Universidad de Georgetown.

Hillary Clinton ya lo ha dicho sin rodeos: Los demócratas deben retomar la Casa Blanca por cualquier medio y bajo cualquier circunstancia.

Y por si acaso, con una obra de 5.000 palabras, ya se posicionó para un trabajo fácil y bien pagado.

Por mucho que los demócratas hayan dejado muy claro que nunca aceptarán una victoria de Trump, el contragolpe fue clásico de Trump: les dijo a los Proud Boys [Los "Chicos Orgullosos", una organización simpatizante de Trump.- NdT] que "se apartaran" -es decir sin violencia, por ahora- pero crucialmente que "se apartaran", como queriendo decir "prepárense".

El escenario está listo para el caos al estilo Kill Bill el 3 de noviembre y más allá.

Di que no es así, Joe

Siguiendo el ejemplo del TIP, juguemos a un regreso de los demócratas a la Casa Blanca; con la perspectiva de que una presidenta Kamala tome el control más pronto que tarde. Eso significa, esencialmente, el Regreso de la Mancha Voraz. [NdE: The Return of the Blob es una secuela de la película independiente estadounidense The Blob, titulada La masa devoradora en España y La mancha voraz en México, Argentina y Venezuela]

El Presidente Trump lo llama "el pantano". El ex Consejero de Seguridad Nacional Adjunto de Obama, Ben Rhodes -un mediocre periodista- al menos acuñó el término más extravagante "La Mancha Voraz" ["The Blob" en el original.- NdT], aplicado a la incestuosa pandilla de política exterior de Washington, DC, los think tanks, la academia, los periódicos (desde el Washington Post al New York Times), y esa Biblia no oficial, la revista Foreign Affairs.

Una presidencia demócrata, de inmediato, tendrá que enfrentar las implicaciones de dos guerras: La Guerra Fría 2.0 contra China, y la interminable, trillonaria GGCT (Guerra Global contra el Terror), rebautizada OCE (Operaciones de Contingencia en el Extranjero) por la administración Obama-Biden.

Biden se convirtió en el miembro de mayor rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en 1997 y fue el presidente en 2001-2003 y nuevamente en 2007-2009. Desfiló como animador total de la guerra de Irak (necesaria, sostuvo, como parte de la GGCT) e incluso defendió una "partición suave" de Irak, algo que los nacionalistas feroces, suníes y chiitas, desde Bagdad hasta Basora, nunca olvidarán.

Los logros geopolíticos de Obama-Biden incluyen una guerra de aviones teledirigidos, o diplomacia de misiles Hellfire, completa con "listas de muertos"; el fallido aumento de tropas afganas; la "liberación" de Libia por detrás, convirtiéndola en un páramo de milicias; la guerra subsidiaria en Siria a través de los "rebeldes moderados"; y una vez más liderando por detrás, la destrucción de Yemen orquestada por los sauditas.

Decenas de millones de brasileños tampoco olvidarán nunca que Obama-Biden legitimaron las tácticas de espionaje de la NSA y de la Guerra Híbrida que condujeron a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, a la neutralización del expresidente Lula y a la evisceración de la economía brasileña por las élites compradoras.

Entre sus antiguos y selectos interlocutores, Biden cuenta con el belicista ex secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, quien supervisó la destrucción de Libia, y John Negroponte, quien "organizó" a los contras en Nicaragua y luego "supervisó" a ISIS/Daesh en Irak, el elemento crucial de la estrategia de Rumsfeld/Cebrowski de instrumentalizar a los yihadistas para hacer el trabajo sucio del imperio.

Es seguro que una administración Biden-Harris supervisará una expansión de facto de la OTAN que abarque partes de América Latina, África y el Pacífico, complaciendo así a la Mancha Voraz Atlántica.

En contraste, dos características casi seguras que redimirían a los EE.UU. serían el regreso de los EE.UU. al JCPOA, o acuerdo nuclear con Irán, que fue el único logro de la política exterior de Obama-Biden, y el reinicio de las negociaciones de desarme nuclear con Rusia. Eso implicaría la contención de Rusia, no una nueva Guerra Fría total, incluso cuando Biden ha subrayado recientemente, para que conste en acta, que Rusia es la "mayor amenaza" para los Estados Unidos.

Kamala la despierta está aquí

Kamala Harris se ha preparado para llegar a la cima desde el verano de 2017. Como era de esperar, está completamente a favor de Israel, como Nancy Pelosi ("si este Capitolio se derrumbara, lo único que quedaría es el compromiso de nuestra ayuda... y ni siquiera lo llamo ayuda... nuestra cooperación con Israel").

Kamala es un halcón de Rusia y Corea del Norte; y no copatrocinó la legislación para prevenir la guerra contra Venezuela y, de nuevo, Corea del Norte. Llámela un halcón demócrata por excelencia.

Sin embargo, el posicionamiento de Kamala es bastante inteligente, llegando a dos audiencias diversas: ella encaja totalmente en La Mancha Voraz, pero con un acabado despierto ["woke" en el original.- NdT] adicional (zapatillas de moda, el afecto publicitado por el hip hop). Y como un bono extra, ella conecta directamente con la pandilla "Nunca Trump" ["Never Trumper gang" en el original.- NdT].

Los republicanos del Nunca Trump, que operan especialmente en el país de los Think Tank, se infiltraron totalmente en la matriz demócrata. Son material de primera de la Mancha Voraz. El máximo neoconservador Nunca Trump tiene que ser Robert Kagan, esposo de la distribuidora de galletas en Maidán, Victoria "a la m*erda con la UE" Nuland; de ahí viene el chiste que ha corrido en muchas partes de Asia Occidental, durante años, sobre el "Kaganato de Nulandistán".

Kagan, autoglorificado e idolatrado como un intelectual conservador estrella, es por supuesto uno de los cofundadores del temido Proyecto Neoconservador para el Nuevo Siglo Americano (PNAC). Eso se tradujo posteriormente en una alegre animación de la guerra de Irak. Obama leyó sus libros con asombro. Kagan apoyó enérgicamente a Hillary en 2016. No hace falta añadir que los neoconservadores de la variedad de Kagan son todos furibundamente anti-Irán.

En el frente del dinero, está el Proyecto Lincoln, establecido el año pasado por una banda de estrategas republicanos actuales y antiguos muy cercanos, entre otros, a estrellas de La Mancha Voraz como el Papi Bush y Dick Cheney. Un puñado de multimillonarios donaron alegremente a este gran super-PAC anti-Trump, incluyendo al heredero de J. Paul Getty, Gordon Getty, el heredero del imperio de los hoteles Hyatt, John Pritzker, y la heredera de Cargill, Gwendolyn Sontheim.

Esas tres arpías

El personaje clave de La Mancha Voraz en una supuesta Casa Blanca de Biden-Harris es Tony Blinken, ex asesor de seguridad nacional durante Obama-Biden y posiblemente el próximo asesor de seguridad nacional.

Eso es geopolítica, con un importante añadido: la exasesora de seguridad nacional Susan Rice, que fue descartada sin ceremonias de la lista de candidatos a vicepresidente en beneficio de Kamala, puede convertirse en la próxima Secretaria de Estado.

El posible contendiente de Rice es el Senador Chris Murphy, quien en un documento de estrategia titulado "Repensando el Campo de Batalla" predeciblemente se comporta como un Obama-Biden sin diluir: no hay que "repensar", en realidad, sólo retórica sobre la lucha contra ISIS/Daesh y la contención de Rusia y China.

El Encantador Tony Blinken solía trabajar para el Comité de Relaciones Exteriores del Senado en la década del 2000, así que no es de extrañar que haya estado muy cerca de Biden incluso antes del primer mandato de Obama-Biden, cuando subió a la cima como asesor de seguridad nacional y luego, en el segundo mandato, como Secretario de Estado Adjunto.

Cerca de Blinken está Jake Sullivan, quien bajo el ala protectora de Hillary Clinton reemplazó a Blinken como asesor de seguridad nacional en el segundo mandato de Obama-Biden. Él tendrá un lugar importante en el Consejo de Seguridad Nacional o en el Departamento de Estado.

¿Pero qué hay de las tres arpías?

Muchos de ustedes recordarán Las Tres Arpías, como las acuñé antes del bombardeo y destrucción de Libia, y de nuevo en 2016, cuando el empuje de su versión remezclada para una secuela gloriosa fue rudamente interrumpido por la victoria de Trump. Cuando se trata de "El Regreso de la Mancha Voraz", ésta es la versión 5K, 5G, IMAX.

De las tres arpías originales, dos (Hillary y Susan Rice) parecen dispuestas a arrebatarle un nuevo trabajo al poder [alusión a "Power", o poder.- NdT]. La trama se complica para Samantha Power, exembajadora de EE.UU. ante la ONU y autora de The Education of an Idealist (La educación de un idealista), donde aprendemos que dicha "idealista" hace pedazos Damasco y Moscú mientras ignora totalmente la ofensiva de aviones no tripulados de Obama-Biden, las listas de asesinatos, el "liderazgo por detrás" convirtiendo a Al-Qaeda en Siria en un arma y rebautizándolo como "rebeldes moderados", y la implacable destrucción saudí de Yemen.

Samantha parece estar fuera. Hay una nueva arpía en la ciudad. Lo que nos lleva a la verdadera Reina de la Mancha Voraz.

La reina de la Mancha Voraz

Michele Flournoy puede ser el epítome del Retorno de la Mancha Voraz: la quintaesencia, la funcionaria imperial de lo que el exanalista de la CIA Ray McGovern brillantemente bautizó MICIMATT (el complejo Militar-Industrial-Congreso-Inteligencia-Medios-Academia-Grupos-de-Reflexión, por sus siglas en inglés).

La funcionaria imperial ideal prospera en la discreción: virtualmente nadie conoce a Flournoy fuera de la Mancha Voraz, así que eso significa todo el planeta.

Flournoy es una antigua asesora senior del Boston Consulting Group; la cofundadora del Center for a New American Security (CNAS, Centro para un Nuevo Siglo Americano); una miembro senior del Harvard's Belfer Center; subsecretaria de Defensa durante el mandato de Obama-Biden; favorita de la Arpía Mayor Hillary para ser jefa del Pentágono después de 2016; y de nuevo favorita para ser jefa del Pentágono después de 2020.

Lo más delicioso del currículum de Flournoy es que es cofundadora de WestExec Advisors con nada menos que Tony Blinken.

Todos los conocedores de la Mancha Voraz saben que WestExec es el nombre de la calle del Ala Oeste de la Casa Blanca. En una trama de Netflix, esa sería la pista obvia de que un corto paseo de la fama directamente en el 1600 de la Avenida Pensilvania se cierne en el horizonte para los protagonistas estrellas.

Flournoy, más que Blinken, convirtió a WestExec en un éxito certificado en el Beltway MICIMATT aprovechando virtualmente ningún bombardeo publicitario y de relaciones públicas, y hablando exclusivamente con think tanks.

Aquí hay un vistazo crucial del pensamiento de Flournoy. Ella dice claramente que sólo la disuasión estadounidense benigna hacia China es un "error de cálculo". Y es importante tener en cuenta que Flournoy es, de hecho, el cerebro de la estrategia general de guerra fallida de Obama y Biden.

En pocas palabras, Biden-Harris significaría el regreso de la Mancha Voraz, con venganza. Biden-Harris sería Obama-Biden 3.0. Recuerden esas siete guerras. Recuerden las oleadas. Recuerden las listas de muertos. Recuerden Libia. Recuerden Siria. Recuerden el "golpe suave" de Brasil. Recuerden Maidán. Todos ustedes han sido advertidos.

Fuente: Asia Times