Lo que empezó como una arriesgada apuesta en materia macroeconómica terminó en un estallido social sin antecedentes en la historia reciente de Colombia. A la radicación de la reforma tributaria en medio de una honda crisis económica, el pueblo contestó con un paro nacional que ya cumple ocho días y que se propagó como pólvora por las principales ciudades del país. Bogotá, Cali, Medellín, Ibagué y Villavicencio han acogido multitudinarias manifestaciones, a las que el Gobierno ha respondido con fuerza pública y represión policial.
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© REUTERS / Luisa Gonzalez
Desde el miércoles 28 de abril las redes sociales están inundadas de fuertes imágenes de violencia. Un joven camina por el andén de una calle en Floridablanca, Santander. Está oscuro, y aparece una caravana de policías en moto, el último se acerca al muchacho y sin detenerse le propina un disparo. El joven cae herido y se retuerce. Agoniza. Los policías siguen su marcha sin mirar atrás.

Este es uno de los cientos de videos que circulan por redes sociales. Videos que muestran escenas escalofriantes. Muertos, heridos, combates campales entre manifestantes y fuerza pública. Un señor llora desconsolado frente a las ruinas de lo que fue un hotel en Siloé, un sector popular de Cali donde el pasado 3 de mayo manifestantes y fuerza pública libraron cruentos enfrentamientos. El señor que llora, alzando las manos al cielo, se encontraba en el hotel con sus hijos en el momento en que fue incendiado, porque, según se rumora, allí se estaban alojados los efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía.

Los gritos desgarradores de una mujer frente a la sala de urgencias de un hospital en Ibagué. Llora frente al cuerpo de su hijo, Santiago Andrés Murillo, quien tenía 19 años y fue asesinado por la Policía cuando regresaba a su casa tras la jornada de protestas. La mujer sumergida en el dolor suplica por que la maten a ella y pueda irse con su único hijo. Es una madre a la que no le cabe el dolor en cuerpo. Estas son sólo tres imágenes de las miles que circulan, de golpizas de diez policías a un joven, de una granada lacrimógena introducida a un bus lleno de personas.

¿Qué sabemos sobre muertos o heridos?

Las autoridades colombianas han guardado un especial silencio sobre lo que está ocurriendo en las calles de Colombia. Aún no hay cifras oficiales y apenas algunas entidades se han arriesgado con datos. La Defensoría del Pueblo, por ejemplo, sostuvo que hasta el 3 de mayo se registraban 19 muertos, también advirtió que existen 87 personas desaparecidas.

La Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación no solo no están suministrando información, sino que parecen estar ocultándola. Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos sí.

Alejandro Lanz es codirector de la ONG Temblores, la cual ha realizado un juicioso trabajo de recolección de denuncias sobre abuso policial desde el paro nacional de 2019. En diálogo con Sputnik explica que han hecho monitoreo de hechos de violencia por parte de la fuerza pública desde el 28 de abril.

Esta organización reporta en tiempo real hechos que se enmarcan en tres tipos de violencia: física, homicida y sexual. Lanz explica que los ciudadanos pueden reportar sus denuncias en la plataforma Grítanos o solicitar acompañamiento legal en Policarpa.

"En estas plataformas, en estos siete días que llevamos de paro, se registran más de 1.000 casos de violencia policial, entre los cuales hay 26 homicidios, 17 lesiones oculares, más de 50 heridos con arma de fuego y todo el tema de detenciones arbitrarias, retenciones y privaciones de la libertad suman más de 700", detalla este defensor de derechos humanos.

"Hemos visto en estos días un recrudecimiento de la utilización de las armas por parte de la fuerza pública, en donde identificamos que el ESMAD [Escuadrón Móvil Antidisturbios] está disparando directamente contra la cabeza y el pecho de los manifestantes, rompiendo los protocolos internacionales de disparos parabólicos y de metraje", afirma.

Lanz agrega que han identificado como una práctica reiterada el uso indiscriminado de armas de fuego en las protestas sociales y explica: "Los policías disparan a las multitudes sin identificar si están atentando contra un manifestante o contra una persona que está en un acto de vandalismo, o si sencillamente es un transeúnte. Hemos registrado homicidios de personas que simplemente estaban pasando por la calle y también hemos identificado una práctica muy preocupante que son las ráfagas nocturnas donde no estamos pudiendo identificar quiénes están muriendo. Tenemos más de 70 desaparecidos en estos siete días y eso es bastante preocupante para nosotros".

¿Qué está pasando en Cali?

Desde el primer día de paro nacional, Cali se ha convertido en el epicentro de las protestas, y asimismo ha pagado con sangre y dolor su rebeldía. Se habla de 19 personas asesinadas en la capital del Valle del Cauca, donde se han registrado las más dolorosas escenas de violencia: cuerpos inermes en el suelo, personas ensangrentadas tras recibir disparos y todo un repertorio de dantescos sucesos. Otros registros sostienen que solo en la jornada del 3 de mayo habrían resultado 22 muertos en Cali.

"Lo que estamos viendo en Cali es el recrudecimiento de la pobreza, que viene además documentando el mismo Estado colombiano. Han aumentado en gran número las personas que están en condición de pobreza extrema. Adicionalmente, Cali es una de las ciudades que ha visto el aumento de casos de violencia contra la población civil y en el registro de homicidios. Lo que está sucediendo en Cali es consecuencia de la falta de unas políticas estructurales que le permitan a la gente vivir en el marco de una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo", ilustró el activista.

Para el abogado, la crisis social y económica que ha desencadenado la pandemia ha impactado de manera especial en esta ciudad del occidente colombiano. "La emergencia sanitaria ha generado toda una serie de violencias contra la población, le ha otorgado a la fuerza pública el poder de controlar el espacio público y eso se está viendo en el recrudecimiento de esta violencia en todo el territorio colombiano. Arrancamos con Cali, pero ya tenemos otros puntos críticos en otras ciudades como Pereira, Ibagué y Bogotá, donde tenemos registro de jóvenes torturados en una estación de Policía", concluyó.

Estos hechos han desatado una tormenta de pronunciamientos internacionales y de personalidades públicas. Desde artistas como Shakira, Juanes y Residente Calle 13, hasta futbolistas como James Rodríguez y Falcao.

También hubo pronunciamientos de la Unión Europea, de la ONU y hasta de la oficina de la Casa Blanca para asuntos extranjeros. Todos han solicitado frenar la violencia y evitar los abusos de autoridad por parte de la fuerza pública. Un escenario que pone de presente que los ojos del mundo están puestos en lo que ocurre en Colombia.