alcoholizado
© Vanguardia/ ArchivoLa exposición a grandes cantidades de alcohol no mata las células cerebrales, pero sí interfiere con la memoria.
Las bebidas embriagantes no matan neuronas, pero si causan el efecto conocido como "blackouts", que son periodos de amnesia que van de minutos a horas.

Ella fue a una fiesta donde servían su bebida favorita: cerveza preparada en vaso escarchado, mejor conocida como michelada o chelada.

Después de tomar varias durante la noche, se subió a la barra y comenzó a bailar encima de una silla que pidió a gritos, cantó fuerte, con una habilidad singular para atraer la atención de quienes le rodeaban.

Sus amigas y amigos no le conocían esa faceta de bailarina y cantante. El tiempo transcurrió y ella amaneció en un sofá sin recordar todo lo que había sucedido durante las horas previas...

Yo no sé si han vivido esto, personalmente no me ha sucedido, pero sé de personas que durante la ingesta de cantidades considerables de alcohol, tienen actitudes extrañas, bailes jamás pensados, conversaciones cuyo contenido podría catalogarse como inadecuado en ese contexto, pero sucede algo en nuestro cerebro que el recuerdo es borroso o inexistente tiempo después.

Periodos de amnesia, conocidos como "blackouts", por la ingesta de bebidas alcohólicas pueden durar de minutos a horas. Son las popularmente llamadas "lagunas mentales".

En la Escuela de Medicina de St. Louis de la Universidad de Washington, han encontrado células cerebrales involucradas en el mecanismo de amnesia por ingesta de alcohol y sus mecanismos moleculares.

Un artículo incluido en The Journal of Neuroscience, reportó que la exposición a grandes cantidades de alcohol, no necesariamente mata las células cerebrales como algún día se pensó, sino más bien interfiere con receptores claves, que a su vez fabrican esteroides naturales (producidos por el cuerpo) que inhiben una de nuestras funciones cognoscitivas: "la memoria".

Un investigador y docente de psiquiatría, el Dr.Yukitoshi Izumi, comentó sus hallazgos: la exposición al alcohol inhibe algunos receptores y luego activa otros, causando que las neuronas encargadas de producir esteroides lo hagan y así se inhiba la memoria.

"El alcohol no daña las células en ninguna forma que hayamos detectado", acotaron estos investigadores. Independientemente los niveles utilizados, no encontraron ningún cambio en cómo las células se comunican, procesan información; quienes ingieren alcohol en grandes cantidades no están anestesiados ni desmayados, lo que sucede es que no se lleva a cabo el proceso de la memoria.

Recomiendan no ingerir otras drogas combinadas con alcohol, ya que el uso de ambas podría favorecer el fenómeno de amnesia en mayor proporción, que sólo con el alcohol.

Ampliando el análisis hacia las consecuencias de nuestros actos, lo que implica perder la memoria unos minutos o varias horas pudiera significar un detrimento de la salud personal y/o colectiva, si bien es uno de los efectos de la ingesta de dicha sustancia, tener presente esta posibilidad y promover un ambiente de seguridad para nosotros y quienes nos rodean, serían medidas loables para prevenir los efectos indeseables de la amnesia transitoria.

Informar en lugar de estigmatizar, tener responsabilidad y consciencia, conocer la forma en la que funcionamos; que si bien parece utópico en la comprensión, pudiera ser una perspectiva para fomentar la salud.