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© Claudia DelgadoLa comida popular se hace presente en las calles de Bahia
Expertos británicos expresan preocupación por el creciente número de varones hospitalizados por trastornos alimentarios. Piden a los médicos ser más conscientes del problema. El número de varones que sufren trastornos alimentarios va en aumento, advierte el Colegio Real de Médicos Generales (RCGP) del Reino Unido.

La organización está pidiendo a los médicos que sean más conscientes del problema porque a menudo se le ve como un asunto femenino.

"Cuando los médicos ven a un joven delgado es muy probable que piensen que está deprimido" señala un portavoz del grupo. Los trastornos alimentarios entre los varones han aumentado tanto en este país que incluso se ha creado un nuevo término para describir la anorexia -una de estas enfermedades- que afecta a los hombres: manorexia.

Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, tan sólo en Inglaterra, ha habido un incremento de 66% en las hospitalizaciones debido a algún trastorno alimentario en los pasados 10 años.

Mal diagnóstico

El RCGP calcula que 1,6 millones de personas en este país sufren algún trastorno alimentario, que incluyen anorexia y bulimia, y se piensa que uno de cada cinco pacientes es varón. Es difícil, sin embargo, conocer la escala real del problema porque el Departamento de Salud no mantiene registros que muestren exactamente cuánta gente sufre las enfermedades en el país.

Los únicos datos disponibles son las hospitalizaciones. Además, también es difícil juzgar la escala del problema debido a los métodos de diagnóstico utilizados, que predominantemente se centran en las mujeres. Este enfoque, subraya el RCGP, necesita cambiar.

"Los jóvenes están mucho más conscientes de su cuerpo, se enteran mucho más de las dietas y se preocupan por su imagen" dice a la BBC la doctora Claire Gerada. Y este problema, dice la experta, puede comenzar a desarrollarse desde la adolescencia.

Ben Porter, un joven inglés de 20 años, ha sufrido anorexia y bulimia desde los 14 años. "Tenía la ansiedad normal que se tiene sobre la imagen corporal" dice. "Pero me sentía muy inadecuado por la forma como me veía y no podía adaptarme a la escuela".

Cuando finalmente decidió consultar al médico, dice, sintió que a éste sólo le preocupaba el aspecto físico de su salud y no el aspecto psicológico de la enfermedad.

Imagen perfecta

Ben, que mide 1,80 metros, explica que las cosas comenzaron a empeorar cuando su peso cayó por debajo de los 50 kilos. "Caí en un ciclo continuo que se volvió insoportable para todos" dice el joven. "No me daba cuenta de lo que me estaba haciendo a mi mismo y de la forma como estaba abusando de mi cuerpo. Lo único que importaba era verme bien y perseguir una imagen perfecta. Pero estaba haciendo todo lo opuesto", agrega.

Cuando su situación se volvió insoportable, Ben fue colocado en una lista de espera para ver al especialista. Pero decidió buscar tratamiento privado. Ahora comienza a mostrar signos de recuperación y ya alcanzó uno de sus objetivos: volver a comer papas fritas por primera vez en cinco años. Tal como señala el joven, le gustaría ver que las escuelas trataran el asunto con los estudiantes y que enseñaran cómo tener confianza en sí mismos, tanto a los niños como a las niñas.

"La anorexia y los trastornos alimentarios masculinos son un grave problema y necesitamos tratarlos como enfermedades que pueden afectar a cualquiera, y no sólo a las mujeres" señala Ben. Estas enfermedades no sólo están afectando a los jóvenes británicos. En Estados Unidos, donde 8 millones de personas sufren algún trastorno alimentario, se calcula que 10% de éstas corresponde a varones.

La cifra, dicen los expertos, podría ser más alta debido a que, igual que en el Reino Unido, en ese país se piensa que estas enfermedades afectan primordialmente a las mujeres y muy pocos hombres buscan ayuda especializada. Y cuando se busca esta ayuda, es más probable que a un varón se le diagnostique depresión a que reciba un diagnóstico y tratamiento apropiados para el trastorno alimentario que padece.