Traducido por el equipo de Sott.net

"El desapego" suena un poco intimidante, ¿verdad?
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Por desgracia, la mayoría de la gente tiende a asociar esta frase espiritual con ser emocionalmente frío e insensible. Pero el verdadero desapego es todo lo contrario: nos permite vivir plenamente en este mundo, sin apegarnos a las personas, las cosas o los pensamientos que crean sufrimiento.

Como dijo una vez el Dalai Lama:
El apego es el origen, la raíz del sufrimiento; por tanto, es la causa del sufrimiento.
Pero no tenemos que vender todo lo que poseemos y convertirnos en monjes o monjas para practicar el desapego; simplemente tenemos que comprender la importancia vital de dejar ir.

El desapego o la liberación del deseo se ha mencionado en muchas religiones, como el taoísmo, el hinduismo, el jainismo y la fe bahá'í, pero este concepto se relaciona más comúnmente con el budismo.

He aquí algunas perspectivas de las principales tradiciones espirituales sobre el desapego:
La raíz del sufrimiento es el apego.

- Buda (budismo)

Cuando llegamos al desapego, entonces podemos entender el maravilloso misterio del universo: cómo es intensa actividad y al mismo tiempo intensa paz, cómo es trabajo cada momento y descanso cada momento.

- Swami Vivekananda (tradición hindú)

Considera los árboles que permiten que los pájaros se posen y vuelen sin invitarlos a quedarse ni desear que nunca se vayan. Si tu corazón puede ser así, estarás cerca del Camino.

- Refrán zen

Actúa sin esperar nada.

- Lao Tzu (taoísmo)

Quien está apegado a las cosas sufrirá mucho.

- Tao Te Ching

Aparigraha (o desapego).

- Uno de los tres pilares del jainismo

No te apegues a nada si no ves en ello la realidad de Dios.

- Abdu'l-Baha (fe bahá'í)

El desapego no consiste en no poseer nada, sino en que nada te posea a ti.

- Ali Ibn Abi Talib (islam)
Hay demasiadas citas sobre el desapego para incluirlas aquí, pero espero que estas perspectivas te den una idea de lo importante que es no sólo a nivel religioso/espiritual, sino a nivel global.

¿Qué es el desapego?

El desapego no consiste en ser un muro de ladrillos frío o emocionalmente muerto, sino en aprender a soltar los pensamientos y emociones que crean sufrimiento. Una vez que dejamos de estar tan apegados a nuestros pensamientos, experimentamos un gran alivio, paz interior y una sensación de bienestar.

Entonces, ¿cómo podemos dejar de lado nuestros pensamientos y emociones? Debemos aprender a observar y a desvincularnos de nuestros pensamientos mediante prácticas como la conciencia plena, la meditación y la autoindagación.

Cuando podemos permitir que la vida se desarrolle de forma natural sin apegarnos a los resultados, creencias, sentimientos u opiniones, experimentamos el verdadero desapego. Imagínate este proceso como si fueras un cubito de hielo que se derrite lentamente en un charco de agua que fluye. El agua, como la práctica del desapego, fluye con la vida sin esfuerzo y en paz, mientras que los cubitos de hielo no. El objetivo del desapego, por tanto, es llegar a ser como el agua.

En esencia, el desapego consiste en dejarlo todo, tanto físico como no físico, o lo que maestros espirituales como Eckhart Tolle llaman "morir antes de morir". Al principio, esto suena aterrador, pero morir antes de morir realmente sólo significa dejar ir todo lo que te impide encontrar lo que es verdadero, eterno, inmutable y siempre presente.

En palabras de Tolle:
La muerte es un despojo de todo lo que no eres tú. El secreto de la vida es morir antes de morir, y descubrir que no hay muerte.
Así que el desapego, en el nivel más profundo, consiste en volver a tu verdadera naturaleza o a tu yo superior aflojando el control de la mente sobre las cosas internas y externas.

14 Beneficios del desapego

Cuando dejamos de aferrarnos a los fenómenos internos y externos, toda nuestra relación con la vida se transforma. Esto es lo que puede ocurrir (o no) cuando aprendes a practicar la aceptación y la rendición:
  1. Dejarás de estar controlado por tus emociones, en cambio, te interesarás por ellas.
  2. No estarás apegado al resultado, lo que significa que te librarás del miedo, la ansiedad y la tensión interior que conlleva el aferrarse a las expectativas.
  3. Serás más curioso, abierto y espontáneo porque no tendrás ningún deseo o anhelo predeterminado.
  4. Estarás más tranquilo y menos neurótico, lo que significa que tus relaciones y amistades mejorarán drásticamente.
  5. Te sentirás constantemente relajado y sereno porque no te identificarás con tus pensamientos y sentimientos (y en cambio los presenciarás como un "observador pasivo").
  6. Serás más resistente ante la pérdida y la muerte porque no estarás apegado a las personas y te darás cuenta de que todas las cosas son efímeras.
  7. Sentirás una sensación de libertad expansiva porque ya no serás esclavo de la mente.
  8. Sentirás una sensación de plenitud porque no necesitarás ni querrás nada en particular, serás feliz tal y como eres en el momento presente.
  9. Sentirás más amor por ti mismo y por los demás porque no te apegarás a las creencias y expectativas sobre lo que tú o los demás "deberían" ser, o lo que "no debería" suceder, te darás a ti mismo y a los demás la libertad de ser ellos mismos sin juzgarlos.
  10. Experimentarás más sincronicidad a medida que la vida se desarrolla sin esfuerzo y de forma natural.
  11. Ya no serás adicto a "conseguir" cosas o a llenar un hueco vacío en ti mismo porque estarás contento y no te apegarás a la creencia de que alguien o algo te "completará".
  12. Te sentirás más enraizado y conectado a la vida porque no estarás perdido en apegos basados en el pensamiento, participarás en la vida más plenamente.
  13. Tu mente se aclarará y serás capaz de percibir la verdad más fácilmente.
  14. Sentirás que la gratitud, el amor, la compasión y la felicidad impregnarán tu vida, ya que habrás dejado de lado la necesidad de perseguir la felicidad (que crea infelicidad).
Combina no resistirte y no juzgar con el desapego y tendrás la receta para una paz interior completa. ¿Por qué? Cuando dejamos de resistirnos a la vida y de juzgar las cosas como "buenas" o "malas", naturalmente soltamos mucha ira, odio, miedo y tristeza.

El error de apegarse al desapego

Después de oír hablar del desapego, la tendencia de la mente es encenderse instantáneamente y empezar a idear formas de "lograrlo". Pero, ¡cuidado! Incluso el deseo de no desear sigue siendo un deseo.

El objetivo del desapego es empezar a prestar atención a tus pensamientos. ¿Qué ocupa tu mente todo el día? ¿Qué te impulsa? ¿De qué manera buscas la felicidad en el mundo exterior en lugar de en el interior?

El desapego es un concepto que nos ayuda a explorar lo que ocurre en nuestro interior... pero al mismo tiempo, puede convertirse fácilmente en otro apego. Así que presta atención. Ten cuidado de no permitir que el desapego se convierta en otro "trofeo" que intentas añadir a tu vitrina espiritual, porque no funciona así. Es imposible practicar el verdadero desapego cuando estamos apegados al deseo de ser desapegados.

¿Cómo evitamos que se produzca este apego (que en gran medida se pasa por alto)? Lo analizaremos pronto. Pero primero, examinemos los...

Tres tipos de apego

Para poder transformarnos y evolucionar, es esencial descubrir cuáles son nuestros apegos más fuertes en este mundo. En mi propio viaje hasta ahora, he descubierto tres tipos principales de apego. ¿Con cuál te sientes más identificado?

1. Apego material:

No es de extrañar que muchos de los sabios y maestros espirituales del mundo fueran vagabundos durante la mayor parte de sus vidas, con poca comida o dinero, y ciertamente sin tierras o propiedades que reclamar como propias. Su comportamiento apunta a una verdad superior: que las posesiones materiales no tienen sentido y son transitorias. Cuanto más se tiene físicamente, más se puede perder y, por tanto, más se teme perderlo todo.

Cuando nuestra felicidad y seguridad residen en el mundo exterior de los objetos y las cosas, estamos en constante peligro. En cualquier momento pueden incendiarse nuestras casas, robarnos nuestros tesoros, jaquearnos nuestras cuentas bancarias o quebrar nuestros negocios. El apego al mundo material es como construir una fortaleza sobre arenas movedizas: tu casa está destinada a desmoronarse y caer en un momento u otro.

Si luchas contra el apego a lo material:
  • Amas el prestigio de tener una casa elegante, un coche de diseño, ropa de lujo y otros artículos que indican lo rico y exitoso que eres.
  • Obtienes autoestima y felicidad de la posesión material, por ejemplo, te encanta tener el último iPhone y sin él te sentirías anticuado (y como un poco perdedor).
  • Sueñas con vivir en una casa mejor, tener una cocina mejor, un sistema de sonido envolvente más caro, una piscina más grande, renovar el jardín, etc.; obtienes mucho placer de estas ensoñaciones.
  • Salir de compras te entusiasma; te encanta llevar bolsas de ropa, accesorios, zapatos y otros artículos del hogar.
  • No soportas la idea de perder todas tus posesiones en un desastre natural.
  • Sientes que no podrías prescindir de ciertos artículos o lujos.
  • Sientes que asegurar tus posesiones es esencial para tu bienestar, quieres algún tipo de reembolso monetario si pierdes algo (... para volver a comprarlo todo).
  • Te encanta rodearte de muebles bonitos, ropa de cama, cuadros, etc. Son absolutamente necesarios para mejorar tu calidad de vida y bienestar.
  • Te sientes extremadamente molesto o te enfadas cuando algo que quieres se descataloga o se agota.
2. Apego personal:

A diferencia del apego personal, el desapego a una persona o personas significa ser capaz de coexistir con ellas sin utilizarlas como medio para conseguir un fin. En otras palabras, el desapego personal es no necesitar a nadie para ser aceptado o validado.

Desgraciadamente, muchos de nosotros caemos involuntariamente en la trampa de utilizar a otras personas para crear nuestra felicidad. Esto también se conoce como amor condicional, ya que una persona pierde su valor para nosotros una vez que deja de ser una fuente de consuelo en nuestras vidas.

La persona que ha desarrollado el desapego, en cambio, obtiene su amor, aceptación y validación de sí misma, y no de los demás, por eso hay diferentes estilos de apego. Por lo tanto, son capaces de amar incondicionalmente, independientemente del papel que la persona desempeñe en su vida.

Si luchas contra el apego personal:
  • Te alejas emocionalmente o cortas completamente con alguien de tu vida una vez que se vuelve problemática o deja de ser una fuente de validación personal para ti.
  • Te sientes perdido y solo sin el apoyo incesante de un ser querido.
  • Te sientes agonizante durante años después de que una persona deje de quererte.
  • Guardas rencor y te cuesta perdonar a las personas que le han hecho daño.
  • Eres dependiente y apegado: te cuesta proporcionar a tus seres queridos la libertad que necesitan para prosperar (y necesitas su atención constante para estar mentalmente sano).
  • Eres manipulador; puedes ser deliberada o inconscientemente autodestructivo para ganar atención, amor y afecto.
3. Apego de pensamiento:

Quizá el más insidioso de todos, el apego de pensamiento puede destruir el bienestar físico, emocional, psicológico e interpersonal en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando nos apegamos a una creencia, expectativa, noción preconcebida o idea (especialmente si es negativa o perjudicial), en cierto modo andamos con una pistola cargada. Al final, acabamos disparándonos a nosotros mismos y a los demás con nuestros apegos de pensamiento: es prácticamente inevitable.

Cuando nos apegamos a un pensamiento, lo hacemos porque nos aporta comodidad, justificación del ego o una sensación de orden y seguridad. Por ejemplo, muchos de nosotros poseemos apegos de pensamiento como: "Siempre soy así, nunca podré cambiar". "Esas personas son todas una panda de idiotas, gamberros, ladrones, etc.". "¡He encontrado la verdad!, tengo razón y todos están equivocados". "Mi vida debería ser así _________". "Siempre será así, nunca cambiará".

Quienes están fuertemente apegados a sus pensamientos tienden a utilizar un lenguaje extremista, anulando todas las demás perspectivas o posibilidades y creando tensión psicológica y emocional, daño y percepción limitada. El vocabulario suele incluir palabras y frases como "debería", "correcto/ incorrecto", "bueno/ malo", "siempre", "nunca", "para siempre", "todos son", "tú eres", "yo siempre", "ellos siempre", "tú nunca", "ellos nunca", etc.

El desapego de pensamiento, por otro lado, observa un pensamiento pero no se identifica con él, y por lo tanto no se apega al mismo. Esta experiencia suele desarrollarse aquietando la mente, como en la práctica de la meditación, donde se aprende la verdadera naturaleza del pensamiento: que todo pensamiento surge espontáneamente y que no controlamos nuestros pensamientos. Porque no controlamos nuestros pensamientos, no somos nuestros pensamientos, sino el espacio detrás de ellos (también conocido como Conciencia). Por lo tanto, ¿por qué deberíamos tomarlos tan en serio?

El desapego al pensamiento nos permite liberarnos de los ciclos estrechos de la mente en los que nos quedamos atrapados para tener una percepción del mundo más expansiva y abierta.

Si luchas contra el apego de pensamiento:
  • Tiendes a tratar de "entender todo" todo el tiempo.
  • Crees que ciertas culturas o grupos de personas son todos iguales.
  • Eres bastante duro y crítico contigo mismo, y por lo tanto eres duro y crítico con los demás.
  • Estereotipas a las personas con facilidad.
  • Crees que las personas y las situaciones son totalmente buenas o malas, totalmente correctas o totalmente incorrectas.
  • Tiendes a ver el mundo en blanco y negro, por ejemplo, algo o alguien es siempre así, o nunca hace aquello.
  • A menudo te pierdes en tu cabeza: tus pensamientos parecen poseerte.
  • Te sientes controlado por sus pensamientos: es fácil que te pongan muy triste, amargado, enfadado, celoso, etc.
No te sientas consternado si te identificas con una (o todas) las formas de apego. Todos somos imperfectos, todos somos humanos, y eso está perfectamente bien. Sin embargo, el simple hecho de ser conscientes de estas formas de apego nos ayudará a dar ese centímetro extra de espacio entre nuestra naturaleza verdadera y nuestros falsos apegos.

Como desapegarte de los pensamientos, sentimientos, personas y circunstancias

El desapego suele ser el subproducto de prácticas espirituales como el autodescubrimiento, la autoaceptación y el amor propio. He aquí algunas maneras útiles de empezar a dejar ir hábitos, deseos y patrones de pensamiento que ya no te sirven:

1. Deja de buscar la felicidad en cosas externas:

Cuando perseguimos la felicidad creyendo que alguien o algo fuera de nosotros puede hacernos felices, sufrimos. De hecho, la búsqueda de la felicidad es la mayor forma de apego que existe en la sociedad. En su lugar, intenta dirigir tu atención hacia el interior. Al principio, buscar la felicidad desde dentro (involución) puede ser extremadamente difícil, ya que hemos sido condicionados a encontrar la "felicidad" en cosas materiales, logros, títulos y personas. Pero con la práctica, empezarás a encontrar el centro de paz dentro de ti conocido como tu alma. Reservar regularmente un tiempo para estar en silencio y en calma contigo mismo puede ayudarte a sintonizar con este espacio interior.

2. Deja de lado los "debería" y los "debe":

¿Cómo afrontas la vida? ¿Las palabras "debería" y "debe" forman parte de tu vocabulario? Las expectativas (que son apegos mentales) siempre van precedidas de una de estas dos palabras, por ejemplo: "Debería ser más amable", "debo lograr esto o seré un fracaso", "deberían dejar de hacer eso inmediatamente". Presta atención al uso de estas dos palabras y a cómo se reflejan en tu comportamiento. ¿Crees que algo "debería" ocurrir o que alguien "debe" ser de una determinada manera? Déjalo estar. No puedes cambiar a las personas. Deja que la vida fluya sin imponerle expectativas inútiles.

3. Practica el permitir:

Permitir es dar permiso a que la vida sea tal y como es. Permite tus pensamientos. Permite tus emociones. Permite que las cosas no salgan como esperabas. En palabras de Abraham Hicks, "el arte de permitir es el arte de encontrar mi alineación, y por lo tanto, vivir con alegría sin importar lo que esté sucediendo a mi alrededor". Al permitir que la vida suceda, dejas de resistirte y el sufrimiento cesa.

4. Hazte amigo de la incertidumbre:

Controlamos, planificamos obsesivamente e intentamos predecir las cosas por puro miedo. Pero el problema es que cuanto más nos resistimos a la incertidumbre, más paranoicos, ansiosos y tensos nos volvemos. Cuando aprendemos a aceptar la incertidumbre y a permitir que la vida se desarrolle como quiera, ya no experimentamos miedo, sino que nos sentimos tranquilos, curiosos y abiertos a todas las posibilidades. Esta apertura nos permite adoptar una actitud lúdica hacia la vida porque ya no estamos limitados por el miedo a lo desconocido. A veces, un simple cambio de mentalidad puede ayudarnos a hacernos amigos de la incertidumbre en lugar de aborrecerla. Por ejemplo, en lugar de temer "lo que vendrá a la vuelta de la esquina" empieza a percibir lo desconocido como una gran sorpresa a punto de suceder.

5. Aprende a observar tus pensamientos y sentimientos:

La forma más fácil de observar tus pensamientos y sentimientos es a través de una práctica de meditación diaria. Te recomiendo que pruebes la meditación Vipassana, pues te ayuda a mantener los pies en la tierra mientras descubres por experiencia de primera mano que no eres tus pensamientos: tus pensamientos son simplemente fluctuaciones de energía que suben y bajan como las olas del océano. Cuanto más incorpores la conciencia del pensamiento a tu vida, más fácilmente verás lo irrelevantes que son muchos pensamientos: sólo significan algo cuando les asignas un significado. Cuando no le das importancia, dejan de causarte dolor.

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6. Observa lo transitorias que son todas las cosas:

Mira a tu alrededor y trata de encontrar algo que dure para siempre. ¿Quién o qué durará eternamente? La realidad es que todas las cosas morirán tarde o temprano. Si te recuerdas a ti mismo este hecho, empezarás a vivir la vida de la forma más plena y completa posible. Ver la fugacidad de la vida nos entristece profundamente, pero también nos da la oportunidad de experimentar la verdadera alegría. Si todo durara para siempre, ¡qué aburrida sería la vida! La muerte nos ayuda a apreciar la vida. Así que apréciela mientras la tengas. Además, utiliza este reconocimiento para alimentar tu búsqueda de lo que no cambia, o lo que es eterno. Empieza a buscar en tu interior y te sorprenderás... o más que sorprenderte, ¡te extasiarás!

El desapego y el dejar ir van de la mano. Si quieres más orientación sobre cómo soltar, te recomiendo que le eches un vistazo a nuestro artículo 42 poderosas formas de soltar la ira y el desamor. Este artículo está repleto de consejos útiles.

Al fin y al cabo, el desapego es una de las claves para experimentar una forma de vida iluminada que se basa en el aquí y ahora, y que está salvaje y completamente viva. El desapego no consiste en convertirse en una aburrida cáscara "vacía" de persona, sino en vivir con la vitalidad, la crudeza y la sencillez de un verdadero Maestro.