Traducido por el equipo de Sott.net

Según un estudio publicado recientemente en la revista Paediatric Infectious Disease Journal, el riesgo de la Covid-19 para los niños es realmente minúsculo. El estudio hace un seguimiento de los resultados de los niños islandeses con una prueba positiva de Covid-19, abarcando a todos los niños que dieron positivo durante el periodo de estudio. Llega a la conclusión de que, de los 1.749 niños a los que se hizo el seguimiento, ninguno presentó síntomas graves y ningún niño necesitó ser hospitalizado. Una quinta parte de los niños no presentó síntomas.
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Resulta curioso, por tanto, que cuando las autoridades sanitarias islandesas decidieron ofrecer la vacunación anti-Covid-19 a los niños de 5 a 11 años a principios de este año, dos de los cuatro autores del estudio estuvieran entre los defensores más acérrimos de la política.

En ese momento, los riesgos para la salud relacionados con las vacunas Covid-19 eran cada vez más evidentes, ya que la tasa de efectos adversos graves notificados en Islandia era 75 veces superior a la de las vacunas contra la gripe en 2019. La Academia de medicina francesa había recomendado no vacunar a los niños pequeños sanos, las autoridades suecas habían decidido no ofrecerles la vacuna y el JCVI (Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización) había recomendado no hacerlo. Pero las autoridades islandesas decidieron seguir adelante con una campaña organizada.

Anteriormente, el investigador principal del estudio, el Dr. Valtyr Thors, un destacado pediatra, había dicho que la vacunación no era necesaria para niños pequeños, pero en enero de 2022 cambió repentinamente su opinión y recomendó encarecidamente la vacunación para "proteger a los niños contra las infecciones y enfermedades graves". En ese momento, la variante ómicron ya se había impuesto en Islandia, y los números mostraban que la protección de la vacuna contra la infección era nula o negativa.

A finales de diciembre de 2021, otro de los autores, el pediatra Dr. Asgeir Haraldsson, profesor de medicina de la Universidad de Islandia, afirmó que entre cinco y diez de cada mil niños sanos necesitarían ser hospitalizados tras una infección por Covid-19 y recomendó encarecidamente la vacunación, alegando que tanto la variante delta como la ómicron suponían una amenaza considerablemente mayor para los niños que las variantes anteriores.

El estudio muestra que sólo el 12% de las infecciones entre los niños se produjeron en la escuela. Sin embargo, a finales de 2021 se mencionó repetidamente la importancia de mantener las escuelas abiertas como justificación adicional para la vacunación de los niños. En diciembre de 2021, el Dr. Thors afirmó que las infecciones en las escuelas eran un problema importante y el Dr. Thorolfur Gudnason, epidemiólogo jefe, sugirió levantar los requisitos de cuarentena para los niños menores de 16 años vacunados, mientras que los mantenía para los no vacunados.

El nuevo estudio se realizó entre el 20 de febrero de 2020 y el 31 de agosto de 2021. Por lo tanto, es de suponer que en diciembre de 2021, mientras impulsaban la vacunación de niños pequeños, los dos autores ya sabían que las enfermedades graves eran extremadamente raras entre niños de este grupo de edad y que la estimación de entre cinco y diez hospitalizaciones por cada 1.000 niños (hasta el 1%) estaba muy lejos de la realidad. También deberían haber sabido para entonces que la variante ómicron era mucho más leve en general, lo que hacía que la afirmación fuera aún más exagerada. A principios de enero también estaba claro lo poco que protegían las vacunas contra la variante ómicron, si es que lo hacían.

Thorsteinn Siglaugsson es un economista que vive en Islandia. Encuéntralo en su página de Substack.