Traducido por el equipo de Sott.net

Científicos de la Escuela de Medicina Duke-NUS de Singapur han descubierto un mecanismo que conduce a una forma avanzada de la enfermedad del hígado graso, y resulta que los suplementos de vitamina B12 y ácido fólico podrían revertir este proceso.
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© Healthline/ Design by Irene LeeIzquierda: Hígado sano / Derecha: Hígado enfermo
Estos hallazgos podrían ayudar a las personas que padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico, un término que engloba una serie de afecciones hepáticas que afectan a personas que beben poco o nada de alcohol, y que afecta al 25% de todos los adultos del mundo, y a cuatro de cada diez adultos en Singapur.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico consiste en la acumulación de grasa en el hígado y es una de las principales causas de trasplantes de hígado en todo el mundo. Su elevada prevalencia se debe a su asociación con la diabetes y la obesidad, dos importantes problemas de salud pública en Singapur y otros países industrializados. Cuando la enfermedad progresa hasta la inflamación y la formación de tejido cicatricial, se conoce como esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).

"Mientras que la deposición de grasa en el hígado es reversible en sus primeras fases, su progresión a EHNA provoca disfunción hepática, cirrosis y aumenta el riesgo de cáncer de hígado", explica la Dra. Madhulika Tripathi, primera autora del estudio, que es investigadora principal del Laboratorio de Regulación Hormonal del Programa Cardiovascular y Metabólico de Duke-NUS.

En la actualidad, no existen tratamientos farmacológicos para la EHNA porque los científicos no comprenden la mecánica de la enfermedad. Aunque los científicos saben que la EHNA está asociada a niveles elevados de un aminoácido llamado homocisteína en la sangre, no sabían qué papel desempeña, si es que desempeña alguno, en el desarrollo del trastorno.

El Dr. Tripathi, el Dr. Brijesh Singh, coautor del estudio, y sus colegas de Singapur, India, China y Estados Unidos confirmaron la asociación de la homocisteína con la progresión de la EHNA en modelos preclínicos y en humanos. También descubrieron que, a medida que aumentaban los niveles de homocisteína en el hígado, el aminoácido se unía a varias proteínas hepáticas, cambiando su estructura e impidiendo su funcionamiento. En concreto, cuando la homocisteína se unía a una proteína llamada sintaxina 17, impedía que ésta desempeñara su función de transporte y digestión de la grasa (conocida como autofagia, un proceso celular esencial por el que las células eliminan las proteínas malformadas o los orgánulos dañados) en el metabolismo de los ácidos grasos, el recambio mitocondrial y la prevención de la inflamación. Esto indujo el desarrollo y la progresión de la enfermedad del hígado graso a EHNA.

Los investigadores descubrieron que la suplementación de la dieta en los modelos preclínicos con vitamina B12 y ácido fólico aumentaba los niveles de sintaxina 17 en el hígado y restablecía su función en la autofagia. Además, frenó la progresión de la EHNA y revirtió la inflamación y la fibrosis hepáticas.

"Nuestros resultados son interesantes e importantes porque sugieren que una terapia relativamente barata, la vitamina B12 y el ácido fólico, podría utilizarse para prevenir y/o retrasar la progresión de la EHNA", dijo el Dr. Singh. "Además, los niveles de homocisteína sérica y hepática podrían servir como biomarcador de la gravedad de la EHNA".

La homocisteína puede afectar de forma similar a otras proteínas hepáticas, y averiguar cuáles son es una futura dirección de investigación para el equipo. Esperan que las nuevas investigaciones conduzcan al desarrollo de terapias contra la EHNA.

El profesor Paul M. Yen, jefe del Laboratorio de Regulación Hormonal del Programa de Trastornos Cardiovasculares y Metabólicos de Duke-NUS, y autor principal del estudio, declaró: "La posibilidad de utilizar la vitamina B12 y el folato, que tienen perfiles de seguridad elevados y están designados como suplementos dietéticos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., como terapias de primera línea para la prevención y el tratamiento de la EHNA podría suponer un enorme ahorro de costes y reducir la carga sanitaria de la EHNA tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo."

El profesor Patrick Casey, vicedecano principal de investigación de Duke-NUS, ha declarado: "En la actualidad, el único tratamiento para los pacientes con enfermedades hepáticas en fase terminal consiste en recibir un trasplante. Los hallazgos de la Dra. Tripathi y sus colegas demuestran que una intervención sencilla, asequible y accesible podría detener o revertir el daño hepático, aportando nuevas esperanzas a quienes padecen enfermedades del hígado graso". Los hallazgos del equipo subrayan el valor de la investigación científica básica, a través de la cual la comunidad científica sigue teniendo un gran impacto positivo en la vida de los pacientes".

La investigación se publicó en la revista Journal of Hepatology.

Referencia de la revista:
  1. Madhulika Tripathi, Brijesh Kumar Singh, Jin Zhou, Keziah Tikno, Anissa Widjaja, Reddemma Sandireddy, Kabilesh Arul, Siti Aishah Binte Abdul Ghani, George Goh Boon Bee, Kiraely Adam Wong, Ho Jia Pei, Shamini Guna Shekeran, Rohit Anthony Sinha, Manvendra K. Singh, Stuart Alexander Cook, Ayako Suzuki, Teegan Reina Lim, Chang-Chuen Cheah, Jue Wang, Rui-Ping Xiao, Xiuqing Zhang, Pierce Kah Hoe Chow, Paul Michael Yen. La vitamina B12 y el folato disminuyen la inflamación y la fibrosis en la EHNA mediante la prevención de la homocisteinilación de la sintaxina 17. Journal of Hepatology, 2022; DOI: 10.1016/j.jhep.2022.06.033