Los investigadores sugieren que la transmisión del canto no sería exclusiva de las ballenas jorobadas y que puede ser aplicada en el estudio de la evolución del lenguaje y la cultura humanos.
Ballena
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Los cantos de las ballenas jorobadas macho en algunas partes del océano Pacífico son imitados por las ballenas en otras partes del océano a enormes distancias de hasta 14.000 kilómetros, muestra un reciente estudio de un equipo internacional de investigadores de la Universidad de St. Andrews, Escocia, la Universidad San Francisco de Quito y el Programa de Ecología Acústica del Proyecto CETACEA de Ecuador.

Anteriormente se sabía que los machos de ballena jorobada, 'Megaptera novaeangliae', cantan un canto estereotipado que evoluciona lentamente cada año y que se trasmite desde el este de Australia hasta la Polinesia Francesa. Sin embargo, los científicos desconocían el alcance de esa "trasmisión cultural", indicó el artículo, publicado en Royal Society Open Science.

Aunque no se sabe con certeza por qué las ballenas cantan esas canciones, los oceanógrafos sospechan que probablemente es por la misma razón por la que lo hacen muchas aves, humanos y otras especies del mundo animal: para atraer a una pareja.

El estudio sugiere que la transmisión unidireccional del canto en el Pacífico Sur no solo se extiende desde Australia hasta la Polinesia Francesa (unos 6.000 kilómetros), sino también a una distancia adicional de 8.000 km hasta Ecuador. Este hallazgo demuestra que existe conectividad vocal entre poblaciones que están separadas por 14.000 km.

Para llegar a tal conclusión, los científicos grabaron canciones de ballenas jorobadas entre los años 2016 y 2018 en varios sitios del Pacífico. Tras analizar los sonidos, descubrieron que dos poblaciones, una en la Polinesia Francesa y la otra cerca de Ecuador, habían estado cantando dos canciones muy diferentes entre 2016 y 2017, pero que en 2018 ambos grupos fueron grabados cantando la misma canción.

"La mitad del mundo ahora está conectado vocalmente por las ballenas", dijo Ellen Garland, bióloga marina de la Universidad de St. Andrews en Escocia y una de las coautoras del estudio, en sus comentarios a The New York Times.

El estudio sostiene que la comprensión de este fenómeno cultural proporcionará valiosas perspectivas para estudiar la evolución de la comunicación compleja, incluida la evolución del lenguaje y la cultura de los humanos. "Al igual que con los humanos, los patrones de migración están escritos en las canciones de las ballenas jorobadas", reza la conclusión.