Los ataques al puente de Crimea y al Nord Stream constituyen una "escalada" del conflicto en Ucrania, dijo a Sputnik el analista argentino Alberto Hutschenreuter. Para el experto, EEUU es uno de los principales actores interesados en su continuidad, ya que lo acerca a su objetivo de "desacoplar a Europa de Rusia en materia energética".
Nordstream gas leak
© Danish Defence Command/Forsvaret Ritzau Scanpix
El conflicto entre Ucrania y Rusia "se aceleró" para dar comienzo a "una fase que quizás sea la más peligrosa", dijo a Sputnik el analista geopolítico argentino Alberto Hutschenreuter, para quien ataques como el sufrido por el puente de Crimea o los gasoductos del Nord Stream son síntomas de "una escalada".

El experto consideró que eventos de este tipo ya habían sucedido con el hundimiento del crucero ruso Moskva en el Mar Negro en abril de 2022 pero "comienzan a suceder de una manera más frecuente".

"Hasta hoy, Ucrania no se responsabilizó ni se desresponsabilizó [por los ataques]", pero está atacando por encima de las zonas que se han incorporado a Rusia en el este y el sureste de Crimea, lo cual, "por supuesto que implica una escalada", reflexionó.


Para Hutschenreuter, tras la explosión en el puente de Crimea y el ataque masivo lanzado por Rusia como respuesta, el conflicto "se volvió irreductible", porque las partes no parecen estar cerca de algún tipo de acuerdo.

El experto explicó que en esta escalada tiene su responsabilidad EEUU como "una tercera parte que para mí es tan importante como Rusia y Ucrania o incluso más".
"EEUU tampoco parece dispuesto a pensar en algún tipo de acuerdo, puesto que entre el 60% y el 65% de la ayuda militar y de inteligencia que recibe Ucrania es estadounidense. Por el contrario, está apoyando más que nunca a Kiev", advirtió.
El analista apuntó que Washington está teniendo "una ganancia de poder notable" con el conflicto, porque ha avanzado en "un objetivo perseguido por EEUU desde antes de la guerra que es desacoplar a Europa de Rusia en materia energética".

"EEUU quiere convertirse en quien suministre el gas a Europa, aunque esto no lo puede hacer de un momento a otro, porque hay que preparar los puertos, etc.", aclaró Hutschenreuter, en relación a que el país norteamericano no podrá cumplir sus expectativas de forma inmediata aunque el conflicto continúe.

Mientras tanto, Europa sigue apareciendo como "un actor que no juega un rol independiente" y "una de las partes no ganadoras en esta guerra", porque no ha podido hacer valer "su principal capacidad como potencia civil que es la diplomacia y que no ha hecho pesar ni antes del 24 de febrero ni hoy".

Hutschenreuter remarcó que, por el contrario, las principales potencias europeas como Alemania, Francia y Reino Unido "son los que apoyan con más armas a Ucrania después de EEUU". En ese sentido, los países europeos "más bien actúan como un apéndice estratégico de EEUU".