Además de la crisis energética, Alemania también enfrenta una escasez de medicamentos, principalmente los relacionados con el tratamientos del VIH, la insulina para la diabetes y hasta fármacos básicos como ibuprofeno y paracetamol.
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La falta de medicamentos en farmacias alemanas fue confirmada por el Instituto Federal de Medicamentos y Productos Medicinales (BfArM), que consideró que, pese a los reportes, no hay una estrechez de abastecimiento, sino que simplemente se ha retrasado la distribución.

"Un cuello de botella en el despacho se produce cuando hay una interrupción, por un lapso previsiblemente en dos semanas, en el envío de cantidades habituales, o cuando hay un aumento perceptible de la demanda, que no puede ser cubierta", declaró la dependencia, de acuerdo con la agencia de noticias DW.

El BfArM señaló que, de 250 reportes recibidos por falta de medicamentos, sólo 10 corresponden a sustancias críticas, es decir, que no se pueden suplir con genéricos.

Pese a ello, las farmacias alemanas no han podido surtir medicamentos para tratar el VIH. También se reporta escasez en la insulina, algunos antibióticos, aerosoles para el asma, antiepilépticos, ibuprofeno y paracetamol.

Está situación ya había sido denunciada desde principios de año y se agravó en julio, cuando se reportó la escasez de jugos infantiles con paracetamol, así como de varios medicamentos para tratar la fiebre y el dolor.

Aunque los motivos son multifactoriales, la industria farmacéutica mundial enfrenta problemas para adquirir materias primas debido a las afectaciones en las cadenas de suministro, un problema provocado por la pandemia de COVID-19.

Esto obligó a BfArM a crear una lista de 260 fármacos que no se encontraban disponibles en ninguna parte de Alemania, principalmente antibióticos, medicina para la tiroides, reductores de la presión sanguínea y algunas materias primas para generar tratamientos completos.

"Materiales básicos son comercializados globalmente y sólo hay unos cuantos productores de un solo ingrediente activo, mayoritariamente en Asia. Si hay un problema en una fábrica de China, o algún país impone embargos comerciales, entonces muchos productores se verán afectados en consecuencia", declaró en julio Ursula Sellering, de la Federación de Farmacéuticos de Alemania.
Pese a las denuncias por escasez, Martin Scherer, de la Sociedad Alemana de Medicina General, afirmó que no hay problemas de abastecimiento, aunque advirtió que los médicos deben preparar a sus pacientes para que usen medicamentos genéricos y no originales cuando falten los fármacos de patente.