La detección de aminoácidos raros y otras características distintivas permitió asegurar que se trata de elementos orgánicos que llegaron con el meteorito y no contaminantes terrestres.
Winchcomb meteorite
© Queenie H. S. Chan et al. (2023)Muestra del meteorito de Winchcomb y su corteza de fusión (marcada por la flecha negra). Las barras de escala son de 1 cm.
Bajo la dirección de la Universidad de Londres, Reino Unido, se realizó el análisis orgánico de un meteorito bautizado como Winchcombe, que se estrelló en el condado de Gloucester en 2021. La investigación encontró en ese raro cuerpo condrítico, rico en carbono, compuestos orgánicos del espacio que podrían aportar pistas acerca del origen de la vida, comunicaron este martes los especialistas.

El análisis encontró un rango de materia orgánica que revela que el meteorito fue una vez parte de un asteroide donde se produjo agua líquida. Al tener acceso al agua, podrían haber ocurrido, en el asteroide, reacciones químicas que propiciaron la formación de aminoácidos y proteínas, los componentes básicos de la vida.

Una oportunidad única
"La caída de meteoritos ocurre durante todo el año. Sin embargo, lo que hace que este caso en particular sea tan único es que es el primer meteorito observado por numerosos testigos, registrado y recuperado en el Reino Unido en los últimos 30 años", comentó Queenie Chan, quién dirigió el estudio.
"El Winchcombe pertenece a un tipo raro de meteoritos carbonosos que normalmente contienen un rico inventario de compuestos orgánicos y agua. El primer fragmento del Winchcombe se recuperó en las 12 horas posteriores al evento de observación de la bola de fuego y se conservó adecuadamente para impedir cualquier contaminación terrestre. Esto nos permitió estudiar la huella orgánica verdaderamente esencial del propio meteorito", explicó Chan.

El hecho más llamativo es que presenta 10 veces menos aminoácidos que otros tipos de meteoritos condríticos carbonáceos. La detección de aminoácidos raros, como el α-aminoisobutírico (AIB), isovalina, β-alanina; ácidos α-, β- y γ-amino-n-butírico; y ácido 5-aminopentanoico, al igual que otras características distintivas observadas para la alanina e isovalina, indican que estos aminoácidos son autóctonos del meteorito y no contaminantes terrestres.

Entender el origen de la vida en la Tierra

"Estudiar el inventario orgánico del meteorito Winchcombe nos proporcionó una ventana hacia el pasado: cómo una química simple dio inicio al origen de la vida en el nacimiento de nuestro sistema solar. El descubrimiento de estas moléculas orgánicas, precursoras de la vida, nos permitió comprender la caída de material similar en la superficie de la Tierra, previo al surgimiento de la vida en nuestro propio planeta". Los resultados de esta investigación se publicaron este lunes en Meteoritics & Planetary Science.