El gasoducto ruso Nord Stream 2 está "muerto", dijo la subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Nuland
© UnknownVictoria Nuland, Subsecretaria de Estado de EE.UU.
"Creo que el [gasoducto] Nord Stream 2 está muerto ahora. Es un pedazo de metal en el fondo del mar. No creo que vaya a revivir", dijo la funcionaria, quien evitó contestar si las sanciones que está aplicando el Gobierno de Joe Biden al proyecto, serán permanentes.

Nuland también se refirió al gasoducto Nord Stream 2, afirmando que actualmente es un proyecto que "está muerto", aunque evitando responder respecto a si las sanciones aplicadas por Washington a esta infraestructura, serán permanentes.

Además, dijo que se está ordenando a los embajadores que ejerzan presión en los respectivos países en los que se encuentran para que se sumen a las sanciones contra Rusia.

"No solo estamos presionando a cada país con el que hablamos a nivel presidencial y de secretaría y en todos los niveles en el departamento, sino que cada uno de nuestros embajadores tiene instrucciones para trabajar con sus países anfitriones e intentar que apliquen las sanciones de EEUU y UE hasta donde puedan y estén dispuestos a condenar a Rusia", dijo Nuland.

Estados Unidos está también intentando influenciar a varios países importantes que aún se abstuvieron de implementar sanciones y otras medidas para quedar "en el lado correcto de la historia", agregó.

El presidente estadounidense firmó una orden ejecutiva que impone sanciones al sector energético ruso, en respuesta a su operación militar en Ucrania.

La orden prohíbe la importación a EEUU de petróleo crudo ruso y determinados productos petrolíferos, gas natural licuado y carbón.

Además, prohíbe las nuevas inversiones estadounidenses en el sector energético de Rusia y la financiación o habilitación de empresas extranjeras que estén realizando inversiones para producir energía en el país euroasiático.

El mandatario estadounidense reconoció que la decisión de Washington no está exenta de costos para su país.

Asimismo, dijo que la decisión la tomó en consulta con aliados, incluso de Europa, muchos de los cuales EEUU entiende que pueden no estar en condiciones de unirse a su país en esta prohibición.