Traducido por el equipo de SOTT.net

EL OJO DEL SÁHARA, TAMBIÉN CONOCIDO COMO ESTRUCTURA RICHAT Y OJO DE ÁFRICA, ES UN ACCIDENTE GEOLÓGICO DE LA MESETA DEL ADRAR DEL DESIERTO DEL SÁHARA, SITUADA EN EL CENTRO-OESTE DE LA REPÚBLICA ISLÁMICA DE MAURITANIA.

Eye of the Sahara
© NASA - Public DomainEl Ojo del Sáhara.
La estructura es una cúpula elíptica erosionada de roca sedimentaria, cuya edad oscila entre el Proterozoico (2500 a 538,8 millones de años) en el centro y la arenisca del Ordovícico (488,3 a 443,7 millones de años) en su periferia.

El domo tiene un diámetro de 40 kilómetros y su interior está formado por rocas ígneas intrusivas y extrusivas, como rocas volcánicas riolíticas, gabros, carbonatitas y kimberlitas.

Las rocas riolíticas se han interpretado como flujos de lava que forman parte de dos centros eruptivos distintos formados a partir de los restos de dos maars, cráteres volcánicos de bajo relieve provocados por una erupción freatomagmática (explosión causada cuando el agua subterránea entra en contacto con lava o magma caliente).

Eye of the Sahara, taken by the Sentinel-2 Satellite
© CC BY-SA 3.0 IGOOjo del Sáhara, tomada por el satélite Sentinel-2.
Las rocas gabroicas forman dos diques anulares concéntricos, el dique anular interior tiene 20 metros de anchura y se encuentra a 3 kilómetros del centro de la estructura, mientras que el dique anular exterior tiene 50 metros de anchura y está situado a 7 u 8 kilómetros del centro.

Se ha teorizado que los procesos que formaron la estructura fueron el resultado de un impacto meteórico o una intrusión magmática profunda, la hipótesis está respaldada por datos magnéticos aerotransportados de alta resolución y datos gravimétricos que refuerzan la hipótesis de la intrusión.

El Ojo del Sáhara se identificó por primera vez en la década de 1950 a partir de fotografías aéreas, lo que dio lugar a estudios continuos de geólogos hasta una fecha tan reciente como 2008. Este último estudio explicó que las crestas y valles que vemos hoy están formados por la erosión diferencial de capas alternas de rocas duras y blandas, levantadas como una cúpula por un complejo ígneo alcalino subyacente de edad cretácica.

La investigación arqueológica en la estructura ha revelado pruebas de actividad humana, con numerosos depósitos de artefactos preachelenses y achelenses, caracterizados por las distintivas "hachas de mano" ovaladas y en forma de pera normalmente asociadas con el Homo erectus y especies derivadas como el Homo heidelbergensis.

Las herramientas achelenses se produjeron durante el Paleolítico Inferior en África y gran parte de Asia Occidental, Asia Meridional, Asia Oriental y Europa, se desarrollaron por primera vez hace unos 1,76 millones de años y derivaron de la tecnología olduvayense, más primitiva, asociada al Homo habilis.

Las investigaciones de los arqueólogos han hallado yacimientos achelenses situados a lo largo de las ramblas que ocupan la depresión anular más externa de la estructura, donde se extraían afloramientos de cuarcita que proporcionaban la materia prima para la fabricación de herramientas. Los tipos de herramientas encontrados en los conjuntos achelenses incluyen hachas de mano puntiagudas, cordiformes, ovaladas, de ficrón y bout-coupé (en referencia a las formas de la herramienta final), cuchillas, lascas retocadas, raspadores y herramientas de corte segmentarias.

La distribución geográfica de las herramientas achelenses (y, por tanto, de los pueblos que las fabricaron) se interpreta a menudo como el resultado de factores paleoclimáticos y ecológicos, como la glaciación y la desertización del desierto del Sáhara.

El clima de la región ha sufrido enormes variaciones entre periodos húmedos y secos en los últimos cientos de miles de años, que se cree que están causadas por cambios a largo plazo en el ciclo climático norteafricano que altera la trayectoria del Monzón del Norte de África.

Durante el periodo húmedo africano (AHP), gran parte del desierto del Sáhara estaba cubierto de pastos, árboles y lagos, donde los pueblos del Paleolítico Inferior vivían una existencia como cazadores-recolectores.

También se han hallado indicios de actividad neolítica, con puntas de lanza y otros artefactos dispersos por el noroeste del anillo exterior, aunque generalmente ausentes en las depresiones más internas de la estructura.

Debido a la falta de depósitos o pruebas identificables de una ocupación sostenida, esto ha llevado a interpretar que la estructura sólo se utilizó para la caza a corto plazo y la fabricación de herramientas de piedra.

Una pseudoteoría de Fractal Source Research (FSR) propone que la estructura es el vestigio de una civilización antediluviana avanzada, la ciudad perdida de la Atlántida, basándose en una comparación de las medidas de la estructura con las descripciones de Platón.