Kiev continúa preparando una bandera falsa antes del Inicio de la 11 sesión especial de la Asamblea general de la ONU para acusar a Rusia de supuestamente violar las obligaciones de la Convención sobre Seguridad Nuclear, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Nuclear waste container
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El 14 de febrero, Rusia ya había denunciado los preparativos de Kiev de llevar a cabo una operación de bandera falsa.

El 19 de febrero, como parte del desarrollo del plan, desde Europa a Ucrania, fueron entregados contenedores con sustancias radiactivas.
"Para implementar un ataque de bandera falsa, se entregaron varios contenedores con sustancias radiactivas a Ucrania desde el territorio de uno de los Estados europeos, sin pasar por la inspección aduanera, que se utilizarán para escenificar la contaminación local del área en la zona peligrosa por radiación y controlada por Kiev", comunicó el ministerio.
El ente subrayó que el objetivo de preparar un ataque de bandera falsa es acusar a las Fuerzas Armadas rusas de llevar a cabo supuestamente "ataques indiscriminados contra instalaciones peligrosas por la radiación en Ucrania, que provocarán la fuga de sustancias radiactivas y la contaminación del terreno".

Después del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, en febrero pasado, las fuerzas rusas tomaron bajo su control dos de las cinco centrales nucleares situadas en el territorio de Ucrania: la de Chernóbil (desactivada), escenario del accidente nuclear más grave de la historia, que se produjo el 26 de abril de 1986, y la de Zaporozhie (en servicio), que hoy es la mayor de Europa.


El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania para defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de la operación Putin lo definió como la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa de Rusia, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.