Especialistas del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona hallaron la causa de los terremotos tsunamigénicos en la costa noroeste de México que conecta con el Océano Pacífico.
Mexican shore
© AFP 2023 / FRANCISCO ROBLES
En esta región, que está localizada entre los estados de Jalisco y Colima, han ocurrido tres sismos de esta índole y su magnitud fue superior a ocho. Dos de los fenómenos se registraron en 1932 y uno en 1995.

Ante la incógnita sobre cuál era la causa de los movimientos telúricos que provocan tsunamis, la organización junto a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizaron imágenes del margen continental de Jalisco-Colima.
"Los parámetros que permiten rupturas de megaempuje cerca de la zanja chocan y, comúnmente, implican la presencia de factores tectónicos dependientes del sitio [por ejemplo, topografía de subducción aproximada, cantidad de sedimentos], lo que [indica que se deben hacer] observaciones geofísicas directas. Aquí utilizamos técnicas de imagen sísmica para explorar los mecanismos que desencadenan rupturas superficiales en la zona de subducción a lo largo del margen continental no acrecional Jalisco-Colima, México, donde se registraron tres grandes terremotos tsunamigénicos durante el siglo pasado", se lee en el análisis.
Los hallazgos

El resultado al que llegaron los especialistas fue que existen grandes dorsales oceánicas, es decir, relieves marinos bajo la placa continental norteamericana.

Por esta razón, hay una gran posibilidad de que existan sismos, deriven o no en tsunamis.

"Los resultados del estudio revelan los mecanismos que explican la propagación hasta el fondo marino de terremotos que se generan a grandes distancias y acaban provocando fuertes tsunamis. Además, nos permiten estimar con más precisión la velocidad de propagación de los terremotos y el desplazamiento máximo de la falla en caso de [un movimiento telúrico], dos parámetros clave para entender cómo se generan los tsunamis en esta región y poder prever su impacto en la costa", explicó Manel Prada, el autor principal del estudio, en un comunicado.

El investigador Rafael Bartolomé, coautor de la investigación, destacó que para hacer el análisis combinaron datos geográficos recabados por TSUJAL en 2014 y que en conjunto con el Grupo de Intercambio de Instalaciones Oceánicas (OFEG, por sus siglas en inglés) revisaron las costas de Colima y Jalisco.

"Este nuevo enfoque metodológico de procesamiento y modelado de datos sísmicos [ayuda a precisar] la resolución final de la imagen de la corteza terrestre en el noroeste de México. Asimismo, captamos el relevo del contacto entre placas tectónicas y las variaciones de las propiedades físicas del terreno hasta los 10 kilómetros de profundidad, ello a una mayor resolución de la que nos proporcionan las técnicas convencionales", concluyó.