En el Bufete Almodóvar & Jara llevamos el caso de una familia enfrentada a Red Eléctrica Española (REE) por una torre de muy alta tensión que atenaza su vivienda.
contaminación electromagnética
Parece que es bastante común el caso. Red Eléctrica Española es la empresa encargada de operar y gestionar la red de transporte de energía eléctrica en España pero no tiene problemas en pisotear los de derechos fundamentales de una familia de Toledo.

Estas personas NO pueden ocupar su casa puesto que tras una medición de la contaminación electromagnética se superan los límites establecidos por los principios de precaución en salud para este tipo de emisiones. En la vivienda habitan dos niños pequeños y los padres tienen miedo.

Según el informe técnico de las mediciones:
«A la vista de los resultados de las mediciones realizadas concluimos que la vivienda en cuestión (...), está afectada por la inmisión del campo magnético generado por las líneas de transporte de alta tensión ubicada en la cercanía de la vivienda.

Dicha línea transporta una potencia de 400 KVA, siendo este tipo de líneas las de mayor voltaje existente en nuestro país (...) Los niveles obtenidos no cumplen nuestros requisitos y recomendaciones en cuanto a biohabitabilidad ya que supera el valor recomendado«.
Los problemas comenzaron cuando hubo una repotenciación de la procedentes de una línea de alta tensión que transita a escasos metros de la propiedad. Se pasó de 200 a 400 kilovoltios-amperios (KVA).

REE alega que esa repotenciación es necesaria y las emisiones están dentro de los límites establecidos en la ley... establecidos antes del año 2.000, cuando las evidencias científicas de los posibles daños han cambiado mucho desde entonces.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, indica que a esos niveles puede haber carcinoma y es peligroso en niños y ancianos, según los estudios hechos en animales. Es decir, no se hacen estudios en humanos a medio y largo plazo.

El asunto es que los padres tienen miedo y se fían de los estudios independientes y de las recomendaciones de la OMS. La industria emisora de ondas electromagnéticas, sin embargo, sigue amparándose en la ley, una norma legal antigua y no actualizada conforme a los nuevos conocimientos.

La industria no está interesada en promover estudios a medio largo plazo y menos en que se hagan trabajos que ellos no puedan controlar.

Además, alegan que la línea no se puede modificar pues afecta a una central nuclear. Igualmente, defendidos por uno de los despachos de abogados más potentes del mundo, alegan necesidades de la sociedad a nivel eléctrico.

Nosotros alegamos que se cumpla con el principio de precaución en salud y se respeten los derechos fundamentales a la integridad moral, física y libertad de la familia.

El trasfondo es que REE no quiere saber nada de salud medioambiental. Minimiza el impacto de sus emisiones y además quiere que demandemos también al Estado, pues alegan que para modificar una línea es necesaria la autorización de impacto medioambiental del Estado.

REE antes era una empresa pública pero ahora pertenece a una multinacional de la energía.

Es decir, quieren que cualquier inversión la haga el Estado y, sin embargo, ellos quedarse con los beneficios. Como siempre. El caso ahora está parado por temas procesales en cuanto a que la familia demanda a la emisora de la contaminación electromagnética, NO al Estado.

Se trata pues de la lucha procesal de una familia que quiere defender sus derechos en relación a la contaminación electromagnética. Estamos seguros que hay muchos casos así en España y por eso REE lo da todo para que estos casos no prosperen.

El litigio se centra en dilucidar si hay riesgo potencial de daño a la salud por las ondas electromagnéticas (ya ha habido sentencias favorables) que emite la torre de muy alta tensión conforme a los estándares determinados por la Organización Mundial de la Salud y las autoridades de salud de la Unión Europea (UE).