Unos investigadores británicos hallaron un enorme agujero negro que tiene el peso de 33.000 millones de soles que, de hecho, está cerca de los límites teóricos de la masa máxima que pueden alcanzar.

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© CC BY-SA 4.0 / CmgleeVisualización del disco de acreción de un agujero negro.
Los agujeros negros ultramasivos son los objetos más pesados del universo, con una masa de 10 a 40.000 millones de veces la del Sol. Son raros y sus orígenes siguen siendo desconocidos. Los astrónomos pueden encontrarlos en el centro de todas las grandes galaxias, como la Vía Láctea, que incluye nuestro propio sistema solar. Algunos creen que se formaron a partir de una fusión extrema de galaxias masivas hace miles de millones de años, cuando el universo aún era joven.

Para encontrar este agujero negro, los científicos de la Universidad de Durham hicieron uso del fenómeno de lente gravitacional, en el que una galaxia cercana se convierte en una lupa gigante. Luego realizaron simulaciones de supercomputadoras y analizaron imágenes capturadas por el telescopio espacial Hubble para confirmar el tamaño del agujero negro supermasivo.


El autor principal del estudio, James Nightingale, del Departamento de Física, declaró: "Este agujero negro en particular, que tiene aproximadamente 30.000 millones de veces la masa de nuestro Sol, es uno de los más grandes jamás detectados y está en el límite superior de cuán grandes creemos que los agujeros negros podrían llegar a ser teóricamente, por lo que este es un descubrimiento extremadamente emocionante".

Los investigadores dijeron que su trabajo abre una "posibilidad tentadora" de que los astrónomos puedan detectar más agujeros negros ultramasivos de lo que se pensaba anteriormente.

Nightingale destaca que la mayoría de los grandes agujeros negros se encuentran en un estado activo, donde la materia atraída por el agujero negro se calienta y emite energía en forma de luz, rayos X y otras formas de radiación. Sin embargo, la lente gravitacional permite descubrir los agujeros negros inactivos, lo cual actualmente no es posible en galaxias distantes. Los investigadores creen que este enfoque podría permitir detectar muchos más agujeros fuera de nuestro universo local y revelará cómo estos objetos exóticos evolucionaron.