Planta nuclear de Indian Point en Buchanan, New York, vista desde el otro lado del Hudson River
© REUTERS / Mike Segar
Según expertos la costa del Este pudo haberse salvado del terremoto en Virginia sin embargo ahora tienen que inspeccionar rápidamente hasta ocho plantas de energía nuclear.

La razón es que el terremoto de Mineral, Virginia es algo inusual y puede repetirse. Las ocho plantas nucleares son todas más antiguas que las plantas de Tokyo Electric Power Fukushima las cuales se fundieron después del terremoto de Japón ocurrido en marzo.
Lynn Sykes un notable sismólogo de Columbia University's Lamont-Doherty Earth Observatory, dijo en una entrevista que está particularmente preocupado por las platas de Indian Point en Buchanan, N.Y., como también por las de FPL's Seabrook de Seabrook, N.H.

"Tenemos que ver que tan mal estas plantas Norteamericanas han sido sacudidas", dijo, "Estas plantas no fueron diseñadas para soportar un sismo de esa magnitud".

Sykes dijo que él testificó en contra de la planta de Seabrook durante el tiempo de construcción hace unos 40 años antes por estar ubicada tan cerca del epicentro de un terremoto de magnitud seis en la Costa de New Hampshire en 1755. Todas las plantas necesitan ser revisadas por daños y por seguridad, agregó.

Otras plantas nucleares de la Costa del Este citadas por Climate Change, un centro de investigador independiente en Princeton, N.J., son:

Sequoyah, Tenn., operated by Tennessee Valley Authority

Watts Bar, Tenn., also TVA

H.B. Robinson, S.C., Progress Energy

Virgil C. Summer, S.C., South Carolina Electric & Gas

Oconee, S.C., Duke Energy

Vogtle, Ga., Georgia Power

Otras instalaciones potencialmente en riesgo incluyen la planta en Diablo Canyon, CA., propiedad de Gas & Electric y una planta en San Onofre, CA., a cargo de Southern California Edison.

Ahora que la Costa del Este ha experimentado un terremoto siempre existe la posibilidad de otro, dijo Jeroen Tromp, un sismólogo computacional de Princeton. "Después de un terremoto siempre existe la posibilidad de réplicas", señaló en un correo electrónico. "Para un evento de esa magnitud, es probable que sea pequeño y sus frecuencias disminuyan rápidamente después del evento principal".

Las plantas de la Costa del Este podrían incluso enfrentar un riesgo potencial por el huracán Irene, causando fallas de energía o inundaciones que dificultarían las operaciones.

Sykes dijo que el hecho de que el hecho de que el terremoto de Virginia se haya sentido en casi 20 estados muestra el potencial de un daño masivo. Las plantas nucleares centrales en riesgo tienen un 2% o más de probabilidad de experimentar un punto de aceleración (PGA) excediendo los 0,15 gramos en los próximos 50 años, según las estimaciones de Climate Change.

Las plantas nucleares centrales están diseñadas para ser apagadas si el PGA alcanza los 0.2. Terremotos recientes en Nueva Zelanda y Chile vieron aceleraciones máximas de 2,2 y 0.78, respectivamente.

Dos de los reactores de Dominion Resources de las plantas del Norte de Anna, solo 15 Km de distancia del epicentro de Mineral, se apagan automáticamente. Uno de los cuatro generadores diesel se detuvo debido a una fuga de refrigerante, dijo La Comisión Regulatoria Nuclear de los Estados Unidos (NRC, por sus siglas en ingles). A principios de este año una inspección de la NRC reveló áreas que "no fueron sísmicamente diseñadas" en sus zonas de protección contra fuego e inundaciones.

El paro de la del Norte de Anna "es lo que se supone debe suceder", dijo Sykes Lamont-Doherty. "Ahora tenemos que ver que tanto estas plantas fueron dañadas". Un portavoz de Dominion Resources dijo que las plantas habían sido diseñadas para soportar un terremoto de 6.2 grados de magnitud.

Sykes co-desarrollador del catálogo de Pacheco-Sykes de grandes terremotos mundiales, dijo que mientras que el terremoto se mostró serpenteando en un sismógrafo, las plantas de la Costa del Este están diseñadas sin pensar en terremotos.

Sykes de 74 años de edad es el Profesor Emérito de la Tierra y Ciencias Ambientales de Higgins en la Universidad de Columbia. Un miembro de la Academia Nacional de Ciencias, y es también un experto en verificación nuclear y formo parte del equipo de negociación de EE.UU. para el tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares con la Unión Soviética en 1974.

Tromp de 45 años es director del centro de Ciencias e Ingeniería Computacional de la Universidad de Princeton. Anteriormente fue Director del laboratorio de Sismología del Instituto de Tecnología de California.