Traducido por el equipo de SOTT.net

El faraón Tutankamón, también conocido como Rey Tut, es posiblemente el gobernante más conocido de la historia del antiguo Egipto. Y aunque se ha escrito mucho sobre este joven de la realeza, que ocupó el trono desde los 9 años hasta su muerte una década más tarde, alrededor del año 1323 a.C., su aspecto real sigue siendo objeto de debate.
Tutankhamun
© Cícero Moraes, et alRepresentación artística del posible aspecto del antiguo faraón egipcio Tut.
Pero ahora, una nueva aproximación facial permite vislumbrar el posible aspecto del personaje histórico, revelando nuevos datos sobre algunos de los rasgos faciales más peculiares del antiguo rey.

"Tutankamón es de interés arqueológico no sólo por su mundialmente famoso tesoro funerario, sino porque gobernó durante una década en una fase importante de la historia egipcia", dijo Michael Habicht, investigador de la Universidad Flinders de Australia y coautor de la nueva investigación, a Live Science en un correo electrónico. El padre de Tut, el faraón revolucionario Akenatón, había desalentado la adoración de todos los dioses excepto Atón, el disco solar. Pero Tut no siguió las costumbres de su padre.

"En su reinado se produjo un retorno a los antiguos dioses después de que el nuevo culto [a Atón] de su padre Akenatón fracasara y sumiera a la tierra del Nilo en el caos", explicó Habicht. "Por lo tanto, una reconstrucción facial forense es útil para hacerse una idea del aspecto del joven rey".

Para realizar la aproximación facial tridimensional del rey Tut, un equipo internacional de investigadores utilizó las tomografías computarizadas existentes del cráneo completo de la momia. También tomaron como referencia radiografías y mediciones del cráneo realizadas por arqueólogos, según un estudio publicado en Internet en mayo.

Investigaciones anteriores habían señalado que el cráneo de Tutankamón era ligeramente más largo de lo normal. La nueva investigación encontró pruebas adicionales de este hallazgo: al estudiar los datos, los investigadores observaron que no sólo tenía una cabeza de forma única, sino también un volumen cerebral excesivamente grande, sobre todo en comparación con los cráneos de cadáveres cuyos escáneres también estaban disponibles en la base de datos de la investigación. El volumen cerebral de un hombre medio es de aproximadamente 75 pulgadas cúbicas (1.234 centímetros cúbicos), mientras que el del faraón era de 87 pulgadas cúbicas (1.432 centímetros cúbicos).

"Su cráneo tiene una forma particular; en nuestro estudio las medidas mostraron afinidades con cráneos que sufrieron [remodelación craneal], pero este no parece ser el caso de Tutankamón, porque aunque tiene una forma peculiar, alargada, todo indica que se trata de un cráneo natural", dijo a Live Science en un correo electrónico el coinvestigador Cícero Moraes, experto brasileño en gráficos. "Curiosamente, su estructura difiere de las características de otras momias egipcias presentes en nuestra base de datos".

Los investigadores crearon dos aproximaciones faciales. La primera era una imagen "objetiva" en escala de grises que mostraba al faraón con los ojos cerrados en posición neutra. La segunda, una versión coloreada que ofrece "los elementos necesarios para una humanización completa", representa a un hombre joven con la cabeza rapada y un tono de piel oscuro que lleva delineador de ojos, como se estilaba en la época, según el estudio.
Tutankhamun
© Cícero Moraes et alUna aproximación facial neutra del Rey Tut.
"La versión objetiva es, en mi opinión, más convincente, con la protuberancia de los dientes bien marcada y una asimetría realista del rostro", dijo a Live Science en un correo electrónico Salima Ikram, distinguida profesora de Egiptología de la Universidad Americana de El Cairo, que no participó en el estudio. "El grupo ha basado valientemente su reconstrucción en materiales en gran parte publicados y ha utilizado una metodología sólida para llevarla a cabo", dijo, añadiendo que "el rostro que han creado recuerda bastante a la versión que los franceses generaron basándose en las tomografías computarizadas hace varios años".

No es ni mucho menos la primera vez que se realiza una aproximación facial del Rey Tut. En 1983, la artista forense Betty Pat Gatliff creó una reconstrucción utilizando un molde de yeso de su cráneo. Y en 2005, investigadores de Francia, Estados Unidos y Egipto trabajaron conjuntamente para crear sus propias aproximaciones por separado.

"Podemos poner una pieza más en ese gran y misterioso rompecabezas que es la historia de Tutankamón", dijo Moraes.