Cuando se usa el término bárbaro o cualquiera derivado de éste, suele contextualizarse negativamente, es decir, referirse con él a algo que se percibe como salvaje, incivilizado, brutal e irracional. Sin embargo, su significado original dista mucho de lo que hoy hace referencia.

Tsar Peter I, the Great depicted as a Roman ruler
El zar Pedro el Grande, representado como gobernante romano
De hecho, dado los giros que el mundo sufre debido a los acontecimientos geopolíticos actuales es imperativo no solo aclarar y rescatar su verdadero espíritu sino comenzar a implementarlo adecuadamente.

Originalmente la palabra bárbaro se utilizaba en la Antigua Roma (753 a.C. - 476 d.C.) para referirse a todos los pueblos más allá de sus fronteras y por lo tanto fuera del alcance de su jurisdicción e influencia. No obstante, ello no significaba que estos grupos exógenos carecieran de un orden jurídico y social, por el contrario, contaban con su propia cultura, códigos legales y estructuras jerárquicas. Pero, para el romano la importancia de su particular visión reposaba principalmente en la necesidad existencial de determinar el concepto de persona basándose entres requisitos: estatus libertatis (ser libre) estatus civitatis (ser ciudadano) y estatus familae (serdescendiente de las primeras familias romanas) De esta forma sólo aquellos que cumplieran con las tres figuras podían ser considerados personas y por ende, sujeto de derechos y obligaciones dentro de la sociedad romana.

Ahora bien, debido al contorno del continente europeo el Imperio romano tendría como última frontera occidental el océano Atlántico, lo cual habría hecho difícil entonces cualquier campaña militar contra ellos por ese flanco, mientras que para oriente, mas allá del río Rin estaría la Europa inhóspita y la lejana Asia, los dominios bárbaros al márgen de la ley, el orden y por consiguiente de la noción romana de persona. La coexistencia borrascosa entre los pueblos de Eurasia y Roma (hoy Europa Occidental y Meridional) duraría los más de dos mil años de su existencia hasta la caída de Constantinopla en poder de los Turcomanos, un pueblo, así es, original de Asia central.

Hoy el término persona significa algo muy distinto pero no por ello inválido: Individuo de la especie humana; prudente y cabal Der. Sujeto de derecho Fil. Supuesto inteligente (RAE),definición con la que no solo se reconoce el derecho universal de cada individuo de ser considerado como persona sino todo lo que de ello se deriva. Pero por otra parte, bárbaro se convirtió en su antítesis: fiero, cruel, inculto, grosero, tosco (RAE).

Cuando un importante funcionario europeo, quien además es una figura diplomática de alto perfil en el continente compararó a Europa con un jardín al que todos querían ponerle las manos encima mientras que al resto del mundo con una jungla, lo decía desde la perspectiva de una Europa convencida de ser la heredera del legado romano y sin darse (seguramente) cuenta dejaría claro un sentir profundo, el de que la "Roma" contemporánea acudía con el sesgo de la Roma antigua al principio de personae y barbărus, pero poniéndolo en práctica con los prejuicios actuales de dichos términos: nosotros somos los civilizados y todos los demás, salvajes; nosotros somos personas y los demás incivilizados.

Dicho sea de paso, en el marco de la última invasión de EEUU a Irak en 2003 y que éste añocumple su 20 desafortunado aniversario, Bush insistiría entonces en que la amenaza de parte de la Irak de Saddam Hussein contra Alemania, Estados Unidos y "toda la civilización" era real, añadiendo que tendrían que responder con todos los medios a su disposición. La "civilización" de 200 años decidía darle una lección a la de 4000 años por ser, según ellos, bárbaros. Ese mismo principio ha sido aplicado en todo el mundo no desde comienzos del siglo XX sino desde mucho antes, desde el surgimiento del mercantilismo o quizás desde la Conquista: combatiremos la barbarie con la civilización; haremos personas de los bárbaros. Cuando el presidente de Francia mediante su narrativa intentó persuadir al presidente de la República del Congo, éste le contestó: Esto debe cambiar, la forma como Europa y Francia nos tratan. Ustedes deben comenzar a respetarnos y mirar a África de manera distinta. Ustedes deben dejar de tratarnos y hablarnos en tono paternalista. Como si ustedes estuvieran siempre absolutamente en lo correcto. Mientras que las palabras del presidente de Namibia a un diplomático alemán quien sugeriría que la creciente influencia de China en el país africano era una amenaza fueron las siguientes: Señor ¿qué problema tiene usted con eso?Parece más un problema europeo que nuestro. De tal forma que, para el Occidente Colectivo la definición de civilización se resume sólo a su propia interpretación de la misma y todo aquello que no encaje es barbarie, por lo que se convierte en una situación que, de acuerdo a su constante actuar, deber ser cambiada.

La esfera anglosajona, siendo parte de ese Occidente Colectivo, por circunstancias varias es un espacio predominantemente inmigratorio. Por ejemplo: De acuerdo a un artículo del NY Times cuando los soldados estadounidenses se retiraron estrepitosamente de Afganistán en el 2021 había más de 300 mil civiles afganos con temor a represalias de parte de los talibanes por haber colaborado con las fuerzas de ocupación. Algunos de ellos tuvieron la ventaja de llegar a suelo estadounidense en los primeros vuelos de evacuación y supongamos que, de haberse sucitado los eventos sin ninguna objeción el resto habría seguido el mismo destino. De esta manera, hablamos de mas de un cuarto de millón de afganos en proceso de convertirse en ciudadanos estadounidenses, afganos que terminarán reeducados según sus directrices acerca de lo que significa ser afgano. Afganos que eventualmente y en las próximas décadas enseñarán al resto esta nueva y filtrada noción de identidad.

Durante la actual guerra en Ucrania a la ciudad de Sumy llegó un asesor estadounidense para impartir seminarios (en inglés, por supuesto) a los ucranianos para enseñarles lo que significaba ser ucraniano.

Personalmente puedo decir que he vivido ese sesgo: Hace muchos años atrás, una nochedurante una cena en un país europeo cuyo nombre no viene al caso me apresuré en la sobremesa a alabar la comida y bebida de la que había disfrutado, y uno de los presentes quien asumió (por supuesto) que yo no hablaba varios idiomas se dirigió a los demás aseverando que la razón de mi beneplácito era porque de donde venía era muy posiblemente un lugar sin cultura (y sin embargo, aquí estamos).

Así, vemos que el Occidente Colectivo conformado también por la angloesfera no solo desconoce otras formas de civilización sino que además toma parte activa, ya sea mediante el poder duro o en los dos casos citados, del poder blando para reconfigurar el mundo de acuerdo a su interpretación de civilización. Sin embargo, existen pueblos exógenos a esas fronteras,culturas fuera de esa "jurisdicción romana" con la determinación de defender su propia interpretación. A esos, a esos les llaman bárbaros. El punto clave de todo esto es que aquellos no han comprendido un hecho fundamental y es que Roma ha cesado de existir por lo que tampoco existe una frontera, una Cologne para demostrarle a los pueblos más allá en donde comienza el mundo civilizado. Solo entonces se podrá decir y actuar de acuerdo al principio de estemos de acuerdo en estar en desacuerdo y no en una confrontación basada en una apreciación errónea sobre civilizados y bárbaros.