Estas ondas cerebrales, que se asemejan a remolinos en espiral, fueron descubiertas en la capa rugosa externa del cerebro, conocida como corteza.
© Gong et al.Ilustración de múltiples espirales que interactúan organizando el flujo de actividad cerebral.
Un grupo de investigadores de instituciones científicas australianas y chinas reveló que un conjunto de misteriosas señales que giran como vórtices en el cerebro humano
podrían contribuir a la ejecución de actividades cerebrales complejas,
informó la Universidad de Sídney (Australia).
Los autores del estudio, recientemente
publicado en la revista Nature Human Behaviour, comentaron que estas ondas cerebrales fueron detectadas a partir de los escaneos cerebrales de 100 adultos jóvenes, obtenidos mediante resonancia magnética funcional (fMRI), cuando se encontraban descansando y realizando actividades cognitivas.
Asimismo, detallaron que se organizan en patrones que se asemejan a remolinos en espiral en la capa rugosa externa del tejido neuronal, conocida como corteza. Esta parte superficial del cerebro
es la encargada de administrar numerosas funciones cognitivas, como la percepción, la memoria, la atención, el lenguaje y la conciencia.Vórtices que conectan partes del cerebroA pesar de que se desconoce la función exacta de estas señales, los científicos sugirieron que, tras analizar sus patrones turbulentos, pueden actuar como puentes de comunicación para conectar diferentes regiones del cerebro, ayudando de esta manera
a la coordinación eficiente de la actividad cerebral.
"Al igual que los vórtices actúan en la turbulencia, las espirales participan en interacciones intrincadas, desempeñando un papel crucial en la organización de las actividades complejas del cerebro", indicó el científico Pulin Gong, quien agregó que "las complejas interacciones entre múltiples espirales" permitirían tener una "notable eficiencia computacional", puesto que se podrían realizar "cálculos neuronales" de manera "distribuida y paralela".
De manera adicional, se identificó que estas espirales podrían estar organizando la actividad cerebral por medio de
cambios rotacionales dinámicos. Esto se comprobó cuando a los participantes se les asignaron actividades relacionadas con
el procesamiento del lenguaje y tareas de memoria de trabajo, como escuchar una historia o completar un problema matemático.
"Una característica clave de estas espirales cerebrales es que a menudo emergen en los límites que separan las diferentes redes funcionales del cerebro", subrayó el investigador Yiben Xu, que añadió que, "a través de su movimiento de rotación, coordinan efectivamente el flujo de actividad entre estas redes".
Por último, los especialistas indicaron que el hallazgo de estas ondas cerebrales permitirá comprender cómo funciona el cerebro y conocer sus funciones fundamentales. También precisaron que estos vórtices ayudarán a los médicos a entender sobre
los efectos de las enfermedades cerebrales, como la demencia.
"Al desentrañar los misterios de la actividad cerebral y descubrir los mecanismos que rigen su coordinación, nos estamos acercando a desbloquear todo el potencial de la comprensión de la cognición y la función cerebral", concluyó Gong.
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