Traducido por el equipo de SOTT.net

El 26 de junio en una entrevista concedida a NewsNation, el senador Marco Rubio (republicano de Florida) afirmó que varias personas habían corroborado las explosivas acusaciones de un informante sobre una operación secreta de recuperación de ovnis estrellados e ingeniería inversa que había durado décadas.
David Charles Grusch
David Charles Grusch
Como principal republicano del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia y miembro del llamado Grupo de los Ocho, los extraordinarios comentarios de Rubio tienen un peso especial.

Según Rubio, sólo uno de dos resultados notables explicará en última instancia los recientes acontecimientos. "O bien lo que [el denunciante] está diciendo es parcialmente cierto o totalmente cierto", dijo, "o tenemos algunas personas realmente inteligentes y educadas con altas autorizaciones y posiciones muy importantes en nuestro gobierno que están locas y nos están llevando a una búsqueda inútil".

"La mayoría de estas personas", continuó Rubio, "ha tenido altas autorizaciones y altos cargos en nuestro gobierno. Así que uno se pregunta: ¿Qué incentivo tendría tanta gente con ese tipo de cualificación — se trata de gente seria — para presentarse e inventarse algo?".

Preguntado por los detalles, Rubio afirmó que las personas con "conocimiento de primera mano o afirmaciones de primera mano" están "diciéndonos lo que han visto ahí fuera en el registro público, ya sea sobre programas [OVNI] heredados o sobre acontecimientos actuales".

Según Rubio, las declaraciones de los denunciantes van más allá "de lo que cualquiera de nosotros [en el Comité del Senado sobre Inteligencia] ha tratado nunca".

Rubio también se refirió a las afirmaciones de que personas implicadas en esos supuestos programas de recuperación y explotación están ocultando información a la nueva oficina de análisis OVNI del Pentágono. Si las acusaciones son ciertas, declaró Rubio, "hay un grupo de personas que creen que poseen algo que no necesitan compartir con nadie, incluidos los funcionarios electos, a los que consideran empleados temporales del gobierno".

Rubio comparó esa dinámica con "un complejo militar interno que es su propio gobierno y no tiene que rendir cuentas a nadie", lo que, en última instancia, "sería un problema enorme, si es cierto aunque sólo sea parcialmente".

Haciéndose eco de Rubio, el representante Mike Gallagher (republicano de Wisconsin), que forma parte del Comité sobre Inteligencia de la Cámara de Representantes, declaró el 27 de junio que "todo tipo de [denunciantes OVNI] están saliendo de debajo de las piedras" y diciendo al Congreso que "han formado parte de tal o cual programa [OVNI]".

Según Gallagher, la promulgación el año pasado de protecciones para los denunciantes OVNI dio lugar a "una variedad de conversaciones bastante intensas".

Curiosamente, Rubio cree que "todavía hay mucha gente que está empezando a inclinarse por denunciar", pero está esperando a ver "cómo les va a las personas que denunciaron primero".

Las notables declaraciones de Rubio y Gallagher se producen después de dos informes que citan a múltiples funcionarios militares, de inteligencia y contratistas para apoyar la afirmación de que el gobierno de EEUU o empresas privadas poseen múltiples naves de origen "no humano".

Críticamente, como confirmó Rubio, el poderoso organismo de investigación interna que supervisa las agencias de espionaje de la nación consideró "creíbles y urgentes" las acusaciones de que el Congreso no estaba debidamente informado del gasto en programas OVNI.

Por otra parte, el primer inspector general de la comunidad de inteligencia representó a David Grusch, el ex funcionario de inteligencia que hizo explosivas acusaciones de recuperación ilegal de ovnis y esfuerzos de explotación, mientras procedía a través del proceso formal de denuncia. No cabe duda de que sería improbable que un abogado de tan alto calibre se asociara a las extraordinarias afirmaciones de Grusch, a falta de una sólida corroboración independiente.

Como era de esperar, las acusaciones de Grusch, por extraordinarias que sean, se reflejan en la legislación bipartidista aprobada por unanimidad por el Comité sobre Inteligencia del Senado el mes pasado.

El proyecto de ley de autorización de Inteligencia, en resumen, detiene inmediatamente la financiación de cualquier programa gubernamental subrepticio de recuperación OVNI e ingeniería inversa. Y lo que es más importante, como declaró Rubio, si las explosivas afirmaciones sobre tales actividades son "siquiera parcialmente ciertas, entonces alguien ha infringido la ley", porque el tipo de actividades detalladas por los denunciantes "tienen que ser reveladas al Congreso".

A tal fin, la nueva legislación ordena a las personas con conocimiento de tales actividades que revelen toda la información pertinente, al tiempo que concede inmunidad legal si se informa adecuadamente y dentro de un plazo definido.

Si existen tales programas OVNI ilegales, es probable que cualquier funcionario del gobierno o contratista bien informado se vea obligado a realizar un serio examen de conciencia en los próximos meses. Como declaró Rubio, esas personas "tendrán que tomar una decisión: '¿Ignoro básicamente la ley y las consecuencias que conlleva?'".

Cabe destacar que hay indicios de que al menos un organismo policial está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la gestión OVNI por parte del gobierno estadounidense.

Además de animar a los denunciantes a presentarse, el objetivo general de la legislación del Senado es integrar cualquier "material de origen no terrestre o exótico [OVNI]" que posean en secreto el gobierno estadounidense o contratistas privados en la "base industrial" y científica más amplia para su análisis. Esto refleja las preocupaciones expresadas por múltiples funcionarios de que el excesivo secretismo impide el sólido análisis científico necesario para comprender plenamente las avanzadas naves "no humanas" supuestamente recuperadas en las últimas décadas.

Con la introducción de una enmienda complementaria en la Cámara de Representantes, es probable que el proyecto de ley de inteligencia se convierta en ley a finales de este año. De hecho, como Rubio deja claro, el Congreso "se está tomando en serio [las afirmaciones sobre ovnis]. Es bipartidista. Todo el mundo está trabajando en ello".

A tal fin, el público pronto podrá oír directamente a algunos de los denunciantes. La senadora Kirsten Gillibrand (demócrata de Nueva York), que patrocinó varias rondas de legislación histórica y de gran alcance retativa a ovnis, tiene prevista una audiencia en la que participarán Grusch y otras personas que han hablado ante el Congreso.

Al mismo tiempo, el representante Tim Burchett (republicano de Tennessee) y la representante Anna Paulina Luna (republicana de Florida) están codirigiendo una investigación del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes sobre la gestión gubernamental de los ovnis. Al igual que sus colegas del Senado, el dúo tiene previsto celebrar una audiencia abierta con los denunciantes en las próximas semanas.

En última instancia, como afirmó Rubio, "personas a las que confiamos algunas cosas realmente importantes para nuestro país están diciendo cosas bastante increíbles" sobre ovnis.

Incluso si tantos funcionarios de alto nivel se han vuelto "locos" y están contando cuentos chinos, Rubio tiene razón al decir que "tenemos que averiguar esto, no podemos ignorarlo".
Marik von Rennenkampff fue analista de la Oficina de Seguridad Internacional y No Proliferación del Departamento de Estado de EEUU, así como funcionario nombrado por la administración Obama en el Departamento de Defensa.