Un raro reloj de sol medieval, que tiene aproximadamente el tamaño de una caja de cerillas fue descubierto en el casco antiguo de Marburgo, Alemania.

Un sensacional hallazgo durante la excavación en el semestre de verano 2023: un reloj de sol de madera y bronce en formato de bolsillo.
Se cree que el antiguo reloj, que data de finales de la Edad Media, perteneció a los Hermanos de la Vida Común, una orden monástica fundada en los Países Bajos a finales del siglo XIV. Fue una comunidad establecida por Gerard Groote, un diácono católico holandés. Con el tiempo, los Hermanos se extendieron por los Países Bajos, Alemania y Suiza. Se instalaron en la estructura del antiguo monasterio de 1527, situado en la parte alta de Marburgo.
"El sensacional hallazgo proporciona una visión clara del encuentro de un alto nivel de conocimientos en astronomía y matemáticas con la artesanía especializada en el umbral de la Edad Media a los tiempos modernos", explica el responsable de la excavación didáctica", el profesor Dr. Felix Teichner, en un comunicado de prensa.
Según el profesor Teichner, del Departamento de Historia y Estudios Culturales de la Universidad Philipps de Marburgo, es la primera vez que se encuentra un objeto así en Hesse, el estado alemán, y no quedan muchos relojes de sol de este tipo.

Un buen ejemplo de reloj de sol de bolsillo de madera. Esferas horizontales y verticales para su uso en distintas latitudes con un estilo móvil, Alemania, 1776-1800.
Los antiguos relojes de sol seguían la posición del sol a lo largo del día para determinar la hora. Se componen de una placa plana y un gnomon que, cuando brilla el sol, proyecta una sombra sobre la placa. Los relojes de sol existen al menos desde el año 1500 antes de Cristo.
Cuando se abre este reloj de sol en concreto, se ve un orificio destinado a alojar un palo para marcar la sombra del sol.
Los relojes de sol portátiles han existido desde la antigüedad y, en el siglo XVII, algunos europeos ya llevaban relojes de bolsillo.
Las excavaciones en el yacimiento continúan, con la esperanza de desenterrar más hallazgos raros.
Fuente: Universidad Philipps de Marburgo