Traducido por el equipo de SOTT.net
Comets Inbound
© NAOJLas trayectorias de los cometas de órbita hiperbólica.
De vez en cuando llega a nuestro sistema solar un cometa o asteroide procedente del espacio interestelar. Hemos observado dos objetos interestelares en los últimos años, Oumuamua en 2017, y Borisov en 2019. Cabría suponer entonces que en el pasado al menos algunos objetos interestelares han chocado contra la Tierra. Pero nunca hemos encontrado un meteorito interestelar. Un nuevo estudio sostiene que esto se debe a que la nube de Oort es mucho más activa de lo que pensábamos.

La nube de Oort es un halo de material helado en el borde más externo del sistema solar, donde la gravedad del Sol apenas es lo bastante fuerte para mantenerlos en una órbita estelar. Cuando otra estrella pasa algo cerca del Sol, los miembros de la nube de Oort pueden ser empujados hacia el interior del sistema solar, donde pueden convertirse en cometas de periodo largo. Nunca hemos observado la nube de Oort, pero sabemos que está ahí porque los cometas pueden acercarse al Sol desde cualquier dirección, no sólo desde el plano orbital de los planetas.

Los astrónomos pueden distinguir entre los objetos de la nube de Oort y los objetos interestelares por sus órbitas. Los objetos interestelares tienen una órbita hiperbólica, lo que significa que si se trazara su trayectoria únicamente bajo la influencia gravitatoria del Sol, esta continuaría hasta el espacio interestelar para no volver jamás. En cambio, los objetos de la nube de Oort tienen una trayectoria orbital cerrada. Pueden viajar hasta la región más distante del espacio, pero están ligados gravitatoriamente al Sol.

Por supuesto, algunos objetos interestelares podrían acercarse a Júpiter o a otro planeta, donde el tirón gravitatorio de ese mundo los desplazaría a una órbita limitada. Por tanto, algunos objetos interestelares podrían parecerse a objetos de la nube de Oort. El caso contrario, en el que un objeto de la nube de Oort es empujado hacia una órbita hiperbólica, se consideraba mucho menos frecuente.
Comets Path
© Peña-Asensio, et alTrayectoria de un meteoro calculada a partir de observaciones.
Hemos observado algunos meteoros con trayectorias hiperbólicas. Combinando varias imágenes de la trayectoria de un meteoro, podemos calcular la trayectoria de entrada en la atmósfera terrestre. En este estudio, el equipo analizó un meteoro observado en Finlandia en 2022, que parecía tener una trayectoria hiperbólica. El equipo descubrió que, basándose en las incertidumbres de las observaciones, es estadísticamente más probable que el meteoro sea un objeto perturbado de la nube de Oort que un verdadero objeto interestelar. Aplicando las mismas estadísticas a otros seis meteoros hiperbólicos, descubrieron que cuatro de ellos mostraban una inclinación estadística similar hacia los objetos de Oort. Esto implicaría que la mayoría de los meteoros hiperbólicos no son interestelares.

Es probable que algunos objetos interestelares hayan chocado contra la Tierra, pero con menor frecuencia de lo que sugerían los datos iniciales. Por tanto, la búsqueda de meteoritos interestelares va a ser todo un reto.

Referencia: Peña-Asensio, Eloy, et al. "Oort cloud perturbations as a source of hyperbolic Earth impactors." ("Perturbaciones de la nube de Oort como fuente de impactores hiperbólicos contra la Tierra") Icarus 408 (2024): 115844.