En el corazón de Kenia, los elefantes revelan una asombrosa habilidad: nombrar a sus crías con "rumbles" únicos.
Nadie sabe cómo han muerto 154 elefantes en Botsuana (y no ha sido la caza furtiva).
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En el vasto y majestuoso Parque Nacional Amboseli de Kenia, los elefantes africanos (Loxodonta africana) están revelando secretos que están cambiando nuestra comprensión de la comunicación animal. Un reciente estudio publicado en BioRxiv ha descubierto que estos gigantes gentiles tienen una forma única de identificarse entre sí: a través de "nombres" sonoros, específicos para cada individuo.

Este estudio, liderado por Michael A. Pardo y colaboradores como Kurt Fristrup, David S. Lolchuragi, Joyce Poole, Petter Granli, Cynthia Moss, Iain Douglas-Hamilton y George Wittemyer, ha sido publicado en la revista académica BioRxiv y representa un avance significativo en nuestro entendimiento de la comunicación animal.

El equipo investigó las vocalizaciones de los elefantes, conocidas como "rumbles", y descubrió que estos sonidos son específicos para cada elefante, funcionando como una forma de identificación personal. A diferencia de otros animales como delfines y loros, que imitan las llamadas de otros para comunicarse, los elefantes utilizan un método no imitativo, lo que sugiere una complejidad y una capacidad de abstracción sorprendentes.

Los investigadores grabaron 527 llamadas de elefantes en el ecosistema de Samburu y 98 en Amboseli. Mediante un modelo computacional, identificaron rumbles específicos para 119 individuos, basándose en quién respondía o se acercaba al escuchar la llamada. Este hallazgo es significativo porque muestra que los elefantes no solo se comunican, sino que también reconocen y responden a llamadas específicas dirigidas a ellos.

Utilizando un modelo de bosque aleatorio (random forest), los investigadores pudieron predecir la identidad del receptor de las llamadas con una precisión mayor a la esperada por casualidad. Además, observaron que los elefantes respondían de manera diferencial a las grabaciones de llamadas originalmente dirigidas a ellos en comparación con las dirigidas a otros individuos, lo que indica que pueden determinar si una llamada fue dirigida específicamente a ellos.

Este descubrimiento es asombroso y nos lleva a apreciar aún más la complejidad de estos seres. No solo demuestra una sofisticada estructura social entre los elefantes, sino que también nos hace cuestionar lo que sabemos sobre la comunicación en el reino animal. Los elefantes, con su impresionante memoria y ahora con su habilidad para nombrar, nos enseñan que hay mucho más en su mundo de lo que podemos percibir.

La investigación en Amboseli no solo es un avance en la zoología y el comportamiento animal, sino que también es un recordatorio fascinante de la conexión que compartimos con el mundo natural. Los elefantes, con sus "nombres" únicos, nos muestran que cada animal tiene una identidad y una historia que contar.