Hola a todos, este será el primero de una serie de pequeños videos con los que espero compartir algunas de las joyas que he encontrado en el género de literatura romántica de regencia.
Someone to Love
© Regency Jewels
Acabo de terminar el primer libro de la serie Wescott, Alguien a quien amar de Mary Balogh, e iba a subirlo de inmediato, pero tenía otro libro en mi lista que quería terminar antes, ya que sentía que estaban conectados, y vaya si lo estaban, pero hablaremos de eso más adelante.

Sentí que Mary Balogh pasó bastante tiempo construyendo el mundo en este primer libro de la serie, aunque eso no hizo que la historia fuera menos disfrutable, de hecho me dio muchas ganas de empezar el segundo.

Los protagonistas de esta historia eran personajes muy simpáticos, su historia fue un tanto formulista, hasta el final donde hubo un momento muy lindo entre ellos que creo que contenía el mensaje más valioso de este libro.

Déjenme explicarme un poco más sobre eso

Anna Snow es arrojada a la sociedad de un día para el otro, ya que se descubre que ella es la heredera legítima de su difunto padre, el Conde de Riverdale, quien la había abandonado en un orfanato cuando tenía 4 años.

Como era de esperar, creció humilde pero decidida a ser igual, no mejor, a todos los demás, y esto es lo que la hace atractiva para Avery, su futuro esposo.

El tema de los sueños está muy bien explorado en esta historia, aunque creo que Mary Balogh hace esto en casi todas sus historias, y en esta en particular, una huérfana que crece hasta casarse con un duque y convertirse así en duquesa, suena como un sueño hecho realidad.

Y creo que este es el mensaje central del libro: Soñar.

Así que ten cuidado con lo que deseas, ya que puede hacerse realidad, pero ¿qué significa eso?

Para mí, el libro ilustra que los sueños que se hacen realidad, o se convierten en realidad, no son 100% dichosos, pero eso está bien, vendrán con dolor, dificultades y decepciones, pero ese hecho no es motivo para deja de soñar.

Más bien creo que Balogh nos invita a soñar en términos más detallados. Esto se explica particularmente bien hacia el final, cuando Anna habla con algunos de sus alumnos y les explica el valor de soñar y por qué deberían aferrarse a esos sueños.

Les dice que, más o menos, se necesitan sueños que nos impulsen hacia adelante en la vida, que nos den un objetivo, pero que hay que permitirnos la flexibilidad, ya que uno puede no terminar siendo exactamente lo que uno sueña, más bien nuestro sueño puede manifestarse de diferentes maneras.

Encontré esta idea brillante, tener un objetivo, tanto personal como social tal vez, no debería ser rígido y fijo. Debería moverse y uno debería confiar y tener fe en el universo, que mientras sigamos adelante, ¿quién nos dirá que nuestros sueños/intenciones no se harán realidad? simplemente... puede que no suceda exactamente de la manera que pensamos. Hay que seguir prestando atención y seguir adelante con humildad pero con determinación.

Tal vez esté yendo un poco lejos, pero me recordó una cita que leí una vez que decía que una intención pura unida a la fe, era descrita como una unión que podía crear oportunidades infinitas.

Y también me hizo pensar en la creencia sincera. Aquello con lo que uno se alinea, aquello que uno piensa, sabe y por lo que uno trabaja, aquello de lo que uno es capaz, es en cierto modo traído a nuestra existencia por el universo viniendo en nuestra dirección, pero también, a través de encontrarlo a mitad del camino, si eso tiene sentido.

La otra idea encantadora, que me hizo esperar para publicar, fue la idea del poder. El libro que quería terminar era El genio del liderazgo de Julio César (que podría ser un vídeo aparte), el autor abre ese libro con la idea de "Liderar con poder, no por la fuerza".

Avery, en la novela, sentía y ciertamente fue impotente toda su vida, al menos hasta el momento en que conoció a un maestro chino que le enseñó artes marciales, de ahí en adelante, su vida cambió, aprendió lo peligroso que era, aunque faltaba alguien a quien amar, que terminó siendo Anna.

Y por eso, no tenía a alguien con quien no tuviera miedo de ser vulnerable, alguien que fuera su mundo entero, derribara sus muros de protección y creara algo mucho más poderoso.

Había aprendido artes marciales como una forma de protegerse, en respuesta al miedo y al impulso de no ser acosado más. En ese sentido, a pesar de todo lo que ganó y la habilidad de ser peligroso, las artes marciales seguían siendo una elección inconsciente.
Julius Caesar
© Universal Images Group EditorialJulius César de Nicolas Coustou.
Pero estoy divagando, al final de la novela, Avery le cuenta a Anna lo que aprendió sobre el poder: cuando uno se da cuenta de su poder, no necesita anunciarlo mediante agresión ni presumir de él, uno no usa la fuerza para intimidar y controlar a los demás, uno no amenaza, uno simplemente actúa adecuadamente, cuando es adecuado actuar, de manera adecuada a cualquier situación dada.

Y pensé que era un concepto maravilloso, la idea de darte cuenta de tu capacidad de ser dañino y peligroso, y convertir todo eso de los programas de supervivencia inconscientes en una agresividad consciente que está a tu disposición. Pero también sigue el ejemplo de Julio César, liderar y vivir con el poder, es decir por la autoconciencia, crea vínculos más profundos, amistades más sinceras, y esto funcionaba como una forma de protegerte.

Y aunque parezca contradictorio, reconocer esta capacidad de hacer daño y hacerla lo más consciente posible puede contribuir a volvernos más afectuosos, más amables y más capaces de ver la belleza de la vida.