En este brevísimo artículo hablaremos de un ión cuya deficiencia intracelular es esencial para el desarrollo del cáncer.

sodio potasio
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Este artículo es un breve extracto de la Enciclopedia del cáncer, muy útil para comprender uno de los "puntos de presión" más útiles contra el cáncer, que todo enfermo de cáncer debería conocer y que luego pulsaremos, de forma práctica, en la red de Oncología Metabólica.

Antes, una explicación en vídeo, por si quieres evitar leer el texto:


El potasio y su equilibrio con el sodio

Ya hemos hablado de la aldosterona y la angiotensina (artículo), que regulan la cantidad de líquido en sangre y controlan los niveles de iones, modificando sus concentraciones intra y extracelulares.

Los niveles de ingesta de potasio y sodio también son esenciales para mantener la homeostasis. Al igual que sucede con el magnesio y el ratio calcio/magnesio, los niveles de potasio han ido disminuyendo conforme los suelos se han empobrecido, y el ratio sodio/potasio ha ido en aumento (estudio).

La consigna de eliminar la sal para controlar la hipertensión parece otra creencia médica más, aposentada en la manía de matar moscas a cañonazos sin contemplar el cuadro global ni entender la hipertensión en su contexto metabólico amplio. Si tuviéramos que elegir, de forma reduccionista, una sola acción que tratase de atajar la hipertensión, puede que la adición extra de potasio sea más útil que la eliminación de la sal (sin perder de vista que no hay acción aislada que pueda solventar un problema complejo), porque la asociación del ratio sodio/potasio con enfermedades cardiovasculares es mayor que la de las cantidades absolutas, aisladas, de cada mineral (estudio, estudio).

Lo confirman estudios de intervención como éste, en Perú: se sustituyó el 25% del contenido de la sal por potasio en un grupo de 2376 participantes, y eso condujo a una reducción de los niveles medios de presión sanguínea. Recordemos la correlación entre hipertensión, hipoxia y mayor riesgo de cáncer (artículo). El incremento del ratio potasio/sodio puede ser, por tanto, una medida para disminuir el riesgo de padecer cáncer o para mejorar el pronóstico de uno ya en curso (estudio).

El potasio es el ión intracelular más abundante, y sus niveles están regulados por una adecuada cantidad intracelular de magnesio. Ya analicé la importancia capital del magnesio, con su papel en prevención (artículo) y tratamiento del cáncer (artículo), con múltiples funciones pero, sobre todo, como árbitro regulador de las concentraciones intra y extracelulares de los iones calcio, sodio y potasio.

Los pacientes tratados con diuréticos durante largos períodos de tiempo suelen presentar deficiencias de potasio y magnesio, que no suelen reflejarse en análisis séricos convencionales, al ser ambos iones mayoritariamente intracelulares.
  • Un déficit de potasio se asocia con dificultades para la síntesis de proteínas (estudio).
  • El potasio impide el exceso de excreción de calcio, que facilita la formación de piedras renales (estudio).
  • Interviene como cofactor de algunos procesos enzimáticos y en la actividad de la piruvato kinasa (estudio).
  • El riesgo de ictus correlaciona inversamente con la ingesta de potasio (estudio).
  • Mayor densidad ósea a mayor consumo de potasio (estudio).
Pero la principal función del potasio es el mantenimiento de un adecuado potencial eléctrico de membrana, del que hablaremos más extensamente en el tomo V de la Enciclopedia del cáncer, dedicado a la biofísica. La disfunción de los canales iónicos de las membranas celulares, con especial mención de las de potasio, es una de las características más decisivas que distingue a la célula tumoral de la sana.

La concentración de potasio en una célula sana es unas 30 veces mayor dentro que fuera de la célula, mientras que la de sodio es unas 10 veces mayor fuera que dentro de la célula y esas diferencias son las que permiten mantener un potencial de membrana que garantice las funciones celulares.

Los cambios de potencial eléctrico y gradiente de pH determinarán cambios en la biología de las células neoplásicas. Ya hemos hablado con anterioridad (artículo) de las bombas de sodio potasio (Na+/K+ ATPasas) y de su importancia vital en la regulación del pH intracelular, y volveremos a hablar de ellas cuando expliquemos conceptos de biofísica celular (artículo de la fundación Linus Pauling).

Recordemos que existe una relación entre diferencia de potencial eléctrico y de pH y no es extraño encontrar alteraciones en ambos en las células cancerígenas, cuyas concentraciones de potasio intracelular se reducen drásticamente, de forma similar a como se incrementan los de sodio.

Los niveles de potasio intracelular correlacionan inversamente con el riesgo de padecer cáncer, mientras que sucede a la inversa con quienes presentan elevados niveles de sodio intracelular, con riesgo proporcionalmente incrementados de cáncer (estudio). Esa inversión del gradiente intracelular de sodio/potasio es otra de las marcas características de toda célula neoplásica.

No sabemos si los niveles bajos de potasio y elevados de sodio son solamente una consecuencia del desarrollo del cáncer, pero no es descabellado considerar la posibilidad de que una depleción del potasio intracelular y una entrada de sodio (ambas provocadas por una posible deficiencia de magnesio), conduzcan al desarrollo de alteraciones del potencial de membrana, del metabolismo y capacidad proliferativa celular y, por tanto, a una carcinogénesis: sabemos que conocidos agentes carcinógenos depletan el potasio intracelular e incrementan el sodio, lo opuesto a lo que inducen conocidos agentes preventivos.

Algo que se refuerza al saber que los pacientes de enfermedades relacionadas con hiperkalemia, como Parkinson o enfermedad de Addison, tienen tasas reducidas de cáncer, lo opuesto a quienes padecen enfermedades relacionadas con hipokalemia, como estrés, obesidad o alcoholismo (estudio).

Las correlaciones entre elevados ratios de potasio/sodio (K/Na) y menores niveles de cáncer se han encontrado a lo largo de todo el mundo. Los métodos de conservación por salazón y el empobrecimiento de potasio de los suelos han conducido a un descenso de casi 20 veces en dicha ratio desde el paleolítico. Aunque la confianza en los estudios epidemiológicos y su supuesta capacidad para aislar variables debe ser baja, parece razonable hacer caso de las recomendaciones de procurar ingestas relativas de potasio/sodio por encima de 5, y unos niveles intracelulares por encima de 10 como medio de prevenir la patología neoplásica (estudio).

La extrusión del potasio intracelular no sólo impacta en la biología de la célula, sino que modifica su entorno y colabora a alimentar otro círculo vicioso del cáncer. Ya hemos comentado que la liberación del potasio al espacio extracelular colabora con el tumor al inhabilitar al sistema inmune infiltrado en el microentorno (estudio).

Las acciones terapéuticas destinadas a incrementar el nivel intracelular de potasio y extruir el sodio de la célula tumoral, de extraordinaria utilidad, serán tratadas en Oncología Metabólica.