La Comisión Europea (CE) seguirá financiando la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) pese a la presunta implicación de algunos de sus empleados en el ataque del grupo Hamás a Israel del pasado 7 de octubre.
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"La Comisión Europea no ha detenido ni tiene intención de suspender la asistencia a la UNRWA. La vida de millones de personas depende de su trabajo, nadie podrá reemplazarla", declaró el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en una reunión informal de los ministros de Exteriores del bloque.

Borrell recordó que la agencia no sólo opera en la Franja de Gaza, sino apoya también a los refugiados palestinos en el Líbano, Jordania y Cisjordania.

El pasado 26 de enero, el comisario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció el despido inmediato de los miembros de su personal sospechosos de estar implicados en el ataque del movimiento palestino Hamás contra Israel en octubre de 2023, y el inicio de la investigación correspondiente.

Sin embargo, varios países, incluido el Reino Unido y Estados Unidos -el mayor donante hasta ahora- anunciaron su decisión de suspender la financiación a la UNRWA.

Esta semana, veinte organizaciones humanitarias instaron a mantener la financiación a la UNRWA para "ayudar a los palestinos a sobrevivir una de las peores catástrofes humanitarias de nuestros tiempos".


El pasado 7 de octubre, Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 250 rehenes.

En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.

Los ataques israelíes dejaron hasta la fecha más de 27.000 muertos y unos 66.100 heridos en el enclave palestino.

Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y EEUU, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinasliberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.

Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.

Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.