Rusia hace todo lo posible para ayudar a las personas tomadas como rehenes tras el aumento de tensiones en Oriente Medio, afirmó el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con el rabino jefe del país, Berl Lazar, y el líder de la Federación de Comunidades Judías de Rusia, Alexandr Borodá, en el Kremlin.
Vladimir Putin
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"Después de la escalada de la situación en Oriente Medio, Rusia está haciendo todo lo posible para ayudar a las personas tomadas como rehenes", declaró Putin.

El presidente subrayó que Moscú presta atención no solo a los ciudadanos de Rusia, sino también a los de otros países, e intenta ayudar, en particular, a las personas mayores y sus familias que sobrevivieron al Holocausto.

Precisó que el Ministerio de Exteriores ruso ha mantenido diálogos con el ala política del movimiento palestino Hamás y ya ha logrado "ciertos resultados", aunque destacó la importancia de continuar trabajando en esta dirección.

El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a 253 rehenes.

En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.

Desde el comienzo de la guerra en Gaza, 27.708 palestinos han muerto y 67.147 han resultado heridos, según cifras del enclave.

Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 136 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.

Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.

Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.