Aunque la inflación se ha moderado tras alcanzar un máximo superior en junio de 2022, en términos intermensuales el índice de precios al consumo subió en enero de 2024. Las predicciones de economistas no se han materializado, y "muchos estadounidenses" seguirán sintiendo el efecto de los altos precios, advierten medios locales e internacionales.
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© AP Photo / Eduardo Munoz Alvarez
A pesar de que el crecimiento de los precios se situó en enero en el 3,1%, este nivel todavía está por encima de las expectativas de los economistas, del 2,9%, de acuerdo con nuevos datos del Departamento del Trabajo de EEUU.

En términos mensuales, el índice de precios al consumo subió un 0,3% en enero, por encima del 0,2% del mes anterior y también por encima del 0,2% esperado.

El llamado índice subyacente — que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, y que suele ofrecer una mejor indicación de la trayectoria de la inflación — también aumentó en el mes, del 0,3% al 0,4%, detalla el informe oficial.

Conforme con la institución, este índice se vio impulsado al alza en enero por el aumento del costo de la vivienda, incluido el alquiler, el seguro del automóvil y la atención médica.

"Que la inflación siga estancada es el mayor temor de todos, y este informe demuestra que no va a bajar", opinó Chris Zaccarelli, experto de la financiera Independent Advisor Alliance, citado por Reuters.

A su vez, Lisa Sturtevant, economista jefe de la agencia inmobiliaria Bright MLS, comentó a CNBС que "una tasa de inflación más baja no significa que los precios de la mayoría de las cosas estén bajando: más bien, simplemente quiere decir que los precios están subiendo más lentamente".

De ese modo, resume The Guardian, a causa de la inflación "más caliente" de lo pronosticado, "muchos estadounidenses siguen sintiendo sus pinchazos" hasta no poder permitirse comprar alimentos.