"Al parecer, creían que al no comprar nuestro gas, nos colapsaríamos antes de que se produjeran procesos irreversibles [en la economía alemana]", afirmó.
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Se tardaría una semana en poner en marcha la línea del gasoducto Nord Stream que no resultó afectada en los sabotajes perpetrados contra la infraestructura en 2022, pero Alemania no quiere, afirmó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una entrevista con el periodista Pável Zarubin publicada este domingo.

"Al parecer, creían que al no comprar nuestro gas, nos colapsaríamos antes de que se produjeran procesos irreversibles [en la economía alemana]. Pero los procesos irreversibles en realidad están empezando para ellos", declaró, agregando que Rusia "va bien". En concreto, Moscú desvió el gas "a otras rutas" y "utiliza estos recursos energéticos para resolver problemas económicos internos", señaló.
"Por supuesto, cuando vendíamos [el gas a Europa], conseguíamos más dinero, quizás era más divertido, pero, por otro lado, cuanto menos dependamos de la energía, mejor, porque tenemos la parte no energética de la economía creciendo a un ritmo mucho mayor que antes", destacó Putin.
El presidente ruso aseveró que, "al final, todo depende únicamente de la decisión del Gobierno alemán".

"Dejemos que decidan por sí mismos. Si lo quieren [el gas ruso], que lo tomen, si no lo quieren, podemos prescindir de ellos", subrayó. Según el mandatario, "las políticas de las autoridades actuales [de Alemania] están provocando un enorme daño al futuro de la economía alemana".