Las movilizaciones regresaron desde la semana pasada, luego de tensionar la relación entre los países desde el año pasado, con los agricultores señalando que las importaciones de cereales y productos ucranianos saturan el mercado y hacen insostenible su trabajo. Volodímir Zelenski criticó las protestas y dijo que eran "insolidarias"
Poland Protests
© SERGEI GAPON (AFP)
Los agricultores polacos volvieron a salir a la calle esta semana, bloqueando el pasado martes 20 de febrero 180 puntos estratégicos, principalmente rutas de aceso a los cruces fronterizos con Ucrania, según consignaron medios locales y agencias internacionales.

Las protestas, las primeras que debe enfrentar el nuevo gobierno del primer ministro Donald Tusk tras anunciar un nuevo paquete de ayudas a Ucrania a fines de enero, se concentraron en las autopistas cercanas a la capital Varsovia y otras ciudades como Poznan y Breslavia.

Los agricultores, como ya lo habían hecho meses atrás, argumentan que la llegada de productos libres de impuestos de Ucrania, una decisión impuesta por la Unión Europea para ayudar a Kiev, representaba una competencia injusta para ellos y estaba arruinando a los productores locales.

"Somos nosotros o ellos", dijo un agricultor polaco al canal de televisión polaco Polsat News, según cita la crónica del New York Times sobre el episodio. "Alguien debe preocuparse por nosotros".

En respuesta, Oleh Nikolenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno de Volodímir Zelenski, dijo que las protestas "socavan la economía de Ucrania".


En tanto, el propio Zelenski criticó la postura de los agricultores polacos, afirmando en declaraciones realizadas el lunes 19 de febrero que estas acciones evidenciaban una "erosión de la solidaridad".

El septiembre pasado, luego que Polonia, junto con Hungría y Eslovaquía, desafiaran la decisión de la Unión Europea de derogar la prohibición de importación de granos a esos países desde Ucrania, el gobierno del entonces primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció que suspendería el envío de armas a Kiev.

Como respuesta, Ucrania anunció que denunciaría esta decisión antes la Organización Mundial del Comercio, con el propio Zelenski criticando a Polonia durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Ante esta escalada por parte de Kiev, el gobierno polaco, que había sido uno de sus principales aliados regionales desde el comienzo de la operación militar especial lanzada por Rusia, dijo que los ucranianos se estaban comportando como "desagradecidos", lo que provocó que Ucrania convocara al embajador de Polonia.

La protesta de agricultores polacos es la más reciente señal de lo que ha dado en llamar "la fatiga occidental sobre Ucrania", fenómeno que también incluye la creciente falta de apoyo en EEUU al envío de más fondos a Kiev, que se encuentran paralizados en el Congreso, el triunfo de partidos anti-Kiev y anti-Bruselas en varios países de la Unión Europea en elecciones el pasado año, así como propias las movilizaciones de agricultores en otros países de la región, quejándose de las excesivas regulaciones de las autoridades europeas y de medidas como las sanciones contra Rusia, que han provocado el aumento de la energía y el costo de la vida a lo largo de los territorios europeos.