Unos 20 líderes de la Unión Europea (UE) se reunieron en París para conversar sobre cómo seguir apoyando a Kiev, en momentos en que prevalece la incertidumbre sobre la continuidad del apoyo militar estadounidense a Volodímir Zelenski.
"Todo fue discutido de forma libre y directa. No hay consenso sobre el envío oficial de tropas terrestres. Pero en el desarrollo de la situación, no se puede descartar nada (...) Cualquier cosa es posible si es útil para conseguir nuestro objetivo", dijo Macron en conferencia de prensa tras el encuentro europeo.
Comentario: Ese objetivo se intenta conseguir enviando a quien sea a su muerte.
Asimismo, afirmó que la Unión Europea (UE) acordó la creación de una coalición para suministrar a Ucrania misiles y bombas de largo alcance.
"Hemos decidido crear una novena coalición para ataques profundos, es decir, bombas y misiles de largo alcance. A partir de esta noche, organizaremos esta coalición para atraer a todos los países que tengan las capacidades y comenzar a suministrar nuevas armas", dijo Macron.El líder francés recordó que, actualmente, existen ocho coaliciones europeas para facilitar el suministro de armamento a Kiev, incluidos sistemas de defensa antiaérea, artillería y municiones. Además, señaló que Occidente determinará los terceros países que puedan participar en el suministro o la producción de municiones para Ucrania. También dijo que los países europeos explorarán la posibilidad de comprar a terceros países diversos componentes para proyectiles, especialmente pólvora.
Pese a todo, no hubo unidad
Este 26 de febrero, una veintena de líderes europeos se dieron cita en la Conferencia Internacional de apoyo a Ucrania, convocada por el presidente francés Emmanuel Macron para contrarrestar el pesimismo occidental en torno a las constantes derrotas de Kiev en el campo de batalla, así como reforzar el apoyo al país gobernado por Zelenski.
Entre los asistentes estuvieron el canciller alemán Olaf Scholz; el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron; el presidente español, Pedro Sánchez; así como el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte.
Por su parte, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, comentó que "hubo una acalorada discusión sobre el envío de militares a Ucrania y no hubo un entendimiento mutuo absoluto sobre este tema".
"Hay opiniones diferentes, pero quiero enfatizar que tales decisiones no existen en absoluto", comentó Duda.Asimismo, acudieron los líderes de los países escandinavos y bálticos. Canadá envió a su ministro de Defensa, Bill Blair, mientras que Estados Unidos está representado por el subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Jim O'Brien.
Según reportes de medios internacionales, la premura del encuentro se debe a la liberación de la ciudad de Avdéyevka, el 17 de febrero, conseguida por las tropas rusas.
Además, los líderes occidentales se preparan para el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, quien recientemente criticó a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que no aportan el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) al gasto en defensa, tal como se han comprometido.
Sin embargo, pese a la intención del presidente francés de proyectar una imagen de unidad, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, aseguró categóricamente que su país no enviará soldados a Kiev.
En la víspera de la conferencia de París, Fico adelantó en rueda de prensa que "varios países miembros de la OTAN y de la Unión Europea están considerando la posibilidad de enviar sus tropas a Ucrania de forma bilateral".
"Estamos extremadamente nerviosos con el desarrollo de la situación, porque este conflicto no lleva a ningún lado y habrá más muertos", aseguró el líder eslovaco, cuyo país el año pasado suspendió la ayuda militar a Ucrania.
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