EE.UU. persiste en su apoyo al régimen israelí, tras bloquear en el CSNU una declaración de condena a la más reciente masacre del ejército de ocupación en Gaza.
Palestinos junto a víctimas del ataque israelí
© AFPPalestinos junto a víctimas del ataque israelí a un convoy de distribución de alimentos en el norte de Gaza, 29 de febrero de 2024.
La declaración presentada por Argelia al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, fue respaldada por 14 de los 15 miembros de ese órgano, y buscaba responsabilizar a la entidad sionista del ataque contra una multitud de palestinos que esperaba por la entrega de ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza.

La representación argelina convocó a una reunión de emergencia del Consejo a puertas cerradas después de que las fuerzas israelíes abrieran fuego contra los civiles que aguardaban por asistencia cerca de la rotonda de al-Nablusi, en la ciudad de Gaza, con saldo fatal de más de 100 muertos y 700 heridos.

Estados Unidos ha defendido su bloqueo de la moción, al citar informes contradictorios y la supuesta falta de información de todos los hechos. "No tenemos todos los hechos sobre el terreno; ese es el problema", indicó a la prensa el embajador estadounidense Robert Wood.


El ejército israelí ha afirmado que los civiles atacaron los camiones de ayuda y que decenas de personas habían sido pisoteadas. La afirmación, sin embargo, fue cuestionada por relatos de testigos.

El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha descrito las afirmaciones del régimen sionista como una "narrativa trivial" destinada a justificar la "horrible masacre".

"Esta atroz masacre es testimonio de que mientras el Consejo de Seguridad esté paralizado y vetado, le está costando la vida al pueblo palestino", subrayó a su vez el embajador de Palestina ante la ONU, Riad Mansur, en declaraciones previas a la reunión de emergencia convocada por Argelia.

Washington ha vetado repetidamente las resoluciones de Naciones Unidas que demandan un alto el fuego humanitario inmediato en la Franja de Gaza, además de aumentar el suministro de armas a Tel Aviv y destinar miles de millones de dólares en ayudas adicionales a su principal aliado en Asia Occidental.

Israel desató una guerra genocida contra el sitiado enclave costero como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada por HAMAS el 7 de octubre en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino.

Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del régimen israelí contra la Franja de Gaza han dejado más de 30 200 muertos y más de 71 000 heridos, en su mayoría niños y mujeres, así como alrededor de dos millones de desplazados.