Traducido por el equipo de SOTT.net

Lo que se considera el peor escenario posible desde la perspectiva de la élite ucraniana gobernante y sus amos occidentales es el mejor escenario posible para el resto del mundo.
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En el caso de que Zelensky sea depuesto y las conversaciones de paz se reanuden inmediatamente justo cuando Rusia rompe la Línea de Contacto, entonces la OTAN podría no sentirse tan presionada por su dilema de seguridad con Rusia para intervenir convencionalmente en Ucrania, reduciendo así el riesgo de una Tercera Guerra Mundial por error de cálculo.

El Comité de Inteligencia de Ucrania advirtió en un mensaje de Telegram sobre el peor escenario posible que podría ocurrir en junio, en el que un avance ruso a través de la Línea de Contacto (LOC) se fusionara con las protestas sobre el servicio militar obligatorio y la ilegitimidad de Zelensky para asestar un golpe mortal al Estado. Como era de esperar, afirmaron que esas protestas, junto con las afirmaciones de un creciente cansancio dentro de las sociedades occidental y ucraniana, además de las tensiones cívico-militares en Kiev, no son más que "desinformación rusa", a pesar de que todas ellas existen realmente.

"Zelensky está desesperado por desacreditar de forma preventiva las posibles próximas protestas en su contra" y por eso afirmó a finales de noviembre que Rusia está conspirando para orquestar un llamado "Maidan 3" en su contra, que es a lo que el Comité de Inteligencia se refería explícitamente en su post. Su advertencia también se produjo cuando los medios de comunicación ucranianos informaron de que Zelensky planea pedir al Tribunal Constitucional que se pronuncie sobre la celebración de elecciones durante la ley marcial con el fin de mantener la legitimidad después de que expire su mandato el 20 de mayo.

El anterior informe de los medios turcos también menciona cómo "los líderes de los partidos de la oposición, Petro Poroshenko y Yulia Tymoshenko, propusieron formar un gobierno de coalición para evitar una crisis de legitimidad", pero fueron reprendidos por el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Danilov. Lo interesante de esta propuesta es que fue presentada por primera vez por un experto del poderoso grupo de presión Atlantic Council en un artículo que publicaron en Politico a mediados de diciembre con ese mismo fin.

Este recordatorio y la posterior propuesta de los dos líderes de los partidos de la oposición echan por tierra la idea de que las dudas sobre la legitimidad de Zelensky se deban únicamente a la "desinformación rusa", al igual que la última encuesta de enero de un importante grupo de presión europeo echa por tierra la misma idea sobre el cansancio ante este conflicto. El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, que no puede describirse de forma creíble como "prorruso", descubrió que sólo el 10% de los europeos cree que Ucrania derrotará a Rusia.

Al otro lado del Atlántico, el punto muerto en el que se encuentra la ayuda a Ucrania en el Congreso demuestra que estos sentimientos son compartidos en los pasillos del poder, y los que tienen estas opiniones comprensiblemente no quieren seguir invirtiendo los fondos de los contribuyentes, ganados con tanto esfuerzo, en una guerra por delegación condenada al fracaso. Sin embargo, los líderes occidentales en su conjunto están claramente aterrorizados por la última dinámica militar-estratégica que siguió al fracaso de la contraofensiva de Kiev el verano pasado y a la reciente victoria rusa en Avdeevka.

Por eso muchos de ellos debatieron si intervenir convencionalmente en Ucrania durante la reunión del lunes en París a la que asistieron más de 20 líderes europeos. El presidente francés Macron dijo que no se puede descartar a pesar de que no hay consenso sobre el tema, lo que su homólogo polaco confirmó que fue la parte más acalorada de sus discusiones ese día. Esto provocó fuertes desmentidos de todos los demás líderes occidentales, que afirmaron que nunca autorizarán esto, pero sus palabras no pueden tomarse en serio.

Al fin y al cabo, el peor escenario posible sobre el que advirtió el Comité de Inteligencia ucraniano y que está tratando activamente de desacreditar como supuestamente impulsado únicamente por la "desinformación rusa" podría empujarles a intervenir convencionalmente para evitar el colapso del Estado y un desastre similar al afgano en Europa. Es poco probable que la OTAN se quede de brazos cruzados si Rusia arrasa las ruinas tras romper la LOC en algún momento de este verano, de ahí que no pueda descartarse realmente una intervención convencional.

Sería muy impopular en Occidente, como demuestra la última encuesta del grupo de presión mencionado anteriormente y el actual punto muerto en el Congreso sobre la ayuda a Ucrania, pero eso no significa que la élite no lo vaya a hacer, ya que no tiene en cuenta a la opinión pública a la hora de formular su política exterior y militar. Aún así, las protestas a gran escala que podrían seguir en Europa son algo que la élite quiere evitar, pero aún así podrían arriesgarse a ellas para que su proyecto geopolítico en Ucrania no sea totalmente en vano.

La gente corriente de fuera de Ucrania no puede influir en el curso de los acontecimientos, pero los de ese país podrían desempeñar un papel histórico si se rebelaran con el apoyo de elementos amigos de los servicios de inteligencia militar como los que rodean al excomandante en jefe Zaluzhny. Se jugarían la vida, ya que el SBU maltrata, encarcela y mata a los disidentes, pero es evidente que un número suficiente de ellos está dispuesto a hacerlo, como sugieren los frenéticos esfuerzos del Comité de Inteligencia ucraniano por desacreditarlos.

Es demasiado pronto para predecir si se rebelarán, y mucho menos a la escala y durante el tiempo necesarios para deponer a Zelensky con vistas a reanudar inmediatamente las conversaciones de paz, ya que el SBU, respaldado por la CIA, podría echar por tierra sus planes deteniendo a sus líderes (especialmente a los de los servicios de inteligencia militar). Sin embargo, si lo hacen y esto coincide con la irrupción de Rusia a través de la LOC, podría poner fin rápidamente a esta guerra por delegación, siempre que haya élites amigas dispuestas a arriesgar también sus vidas.

Teniendo en cuenta la importancia mundial de este conflicto, lo que se considera el peor escenario posible desde la perspectiva de la élite ucraniana gobernante y sus amos occidentales es, por tanto, el mejor escenario posible para el resto del mundo. En el caso de que Zelensky sea depuesto y las conversaciones de paz se reanuden inmediatamente justo cuando Rusia rompe la LOC, entonces la OTAN podría no sentirse tan presionada por su dilema de seguridad con Rusia para intervenir convencionalmente en Ucrania, reduciendo así el riesgo de una Tercera Guerra Mundial por error de cálculo.