Las fuertes lluvias caídas en la empobrecida provincia iraní de Sistán y Baluchistán han provocado el desbordamiento del río Kajoo, cortando el acceso a decenas de pueblos.
"La carretera que conecta 33 aldeas centrales en la orilla del río sigue cortada", añadió Hashemzehi.
La falta de asistencia gubernamental ha agravado los males de las víctimas de las inundaciones, que necesitan ayuda urgente, según fuentes locales citadas por la agencia de noticias Haalvsh.
En los últimos días, fuertes nevadas, lluvias, ventiscas y heladas también han causado trastornos generalizados en varias provincias iraníes.
En algunas zonas, las escuelas y oficinas se vieron obligadas a cerrar debido a la grave escasez de gas.
Las autoridades de Teherán, Gilan, Alborz, Jorasán del Sur, Jorasán Razavi, Jorasán del Norte, Mazandarán, Golestán, Ardabil, Azerbaiyán Occidental y Azerbaiyán Oriental han emitido advertencias sobre el consumo de gas.
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