La conversación filtrada entre altos oficiales de la Bundeswehr, que planeaban un ataque contra Rusia utilizando armas alemanas, plantea serias dudas sobre quién manda realmente en Alemania: el Ejército o el Gobierno civil, dijo a Sputnik el exoficial de inteligencia de EEUU y analista militar independiente, Scott Ritter.
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© AP Photo / Markus Schreiber
Mientras la atención se ha centrado en los detalles de la discusión filtrada el 19 de febrero, en la que los oficiales efectivamente conspiraron "un acto de guerra" contra Rusia - "sin peros" al respecto, la pregunta más importante acerca de quién está a cargo de Alemania hoy se ha dejado sin respuesta, expresó el analista militar.

"Hay una crisis en los asuntos civiles y militares en Alemania hoy, y el mundo entero parece ignorarlo", subrayó Ritter.
"Lo interesante de esta conversación es que, unos días antes, el canciller alemán, la más alta autoridad ejecutiva civil de Alemania en la actualidad, había dicho específicamente que Alemania no proporcionará los misiles Taurus a Ucrania. Además, el Parlamento de Alemania, no una, sino dos veces, votó abrumadoramente en contra de proporcionar estos misiles de crucero a Ucrania. ¿Quién manda en Alemania? ¿Los dirigentes civiles o los militares? Porque, según la conversación mantenida por estos cuatro altos mandos militares alemanes, estaban hablando de un proyecto que había recibido luz verde del ministro de Defensa de Alemania", señaló Ritter.
En otras palabras, "mientras el canciller y el Parlamento han dicho 'no' al suministro de los misiles Taurus a Ucrania, el ministro de Defensa está trabajando con sus oficiales de la Fuerza Aérea para llevarlo a cabo, elaborando planes sobre cómo esta arma podría ser utilizada para causar daño a Rusia", agregó el observador.


Comentario: Una mejor pregunta seria si quien manda en Alemania es siquiera alemán.


Además, Ritter indicó que la aparente planificación operativa detallada en la conversación revelada constituye una grave violación de todo lo que la OTAN "pretende representar".
"Cuando la OTAN hablaba de expandirse, estoy hablando de antes de la unificación de Alemania, [...] uno de los aspectos clave era que cualquier nuevo miembro debía adherirse a las normas de democracia que la OTAN utilizaba para definirse a sí misma. Y uno de los aspectos clave de este estándar es el control civil sobre los militares. Absolutamente necesario. En la OTAN no hay lugar para una dictadura militar, para que los militares dicten resultados, especialmente en tiempos de paz, a los dirigentes civiles", explicó Ritter su postura.
Cuando Moscú aceptó la unificación de las dos Alemanias en 1990, una de las condiciones era que Alemania no volviera a librar una guerra de agresión contra Rusia, recordó el exoficial de inteligencia estadounidense.

Ahora, algunos miembros del Parlamento alemán quieren investigar a estos cuatro participantes de la conversación filtrada "para que rindan cuentas por violar la ley alemana, por planear una guerra de agresión", afirmó el observador. Ya que una guerra de agresión se determinó en el Tribunal de Núremberg, que responsabilizó a los nazis de sus crímenes, cometidos no solo contra la Unión Soviética, sino contra otros, por planificar y ejecutar el mayor crimen de guerra de todos, una guerra de agresión, explicó. "Esto es precisamente lo que esos cuatro oficiales alemanes estaban tramando contra Rusia en nombre de su ministro de Defensa, en total contravención de las instrucciones que les habían dado el canciller y el Parlamento de Alemania", indicó.
"Hay una crisis de relaciones cívico-militares hoy en Alemania. ¿Qué va a hacer el mundo al respecto?", subrayó Ritter.

El 1 de marzo, Margarita Simonián, la editora jefe de la agencia matriz de Sputnik, publicó el texto y el audio de una conversación mantenida el 19 de febrero entre representantes de la Bundeswehr en la que se discutía la posibilidad de atacar el puente de Crimea utilizando misiles de crucero Taurus proporcionados a Ucrania. En la conversación participaron el inspector de la Fuerza Aérea alemana Ingo Gerhartz, el jefe del Departamento de Operaciones y Ejercicios del Mando de la Fuerza Aérea, general de brigada Frank Graefe, y dos empleados del Centro de Operaciones Aéreas del Mando Espacial de la Bundeswehr.

Los medios de comunicación alemanes confirmaron la autenticidad de la grabación, el Ministerio de Defensa alemán expresó su preocupación por posibles filtraciones adicionales y el canciller Scholz anunció que el asunto "se está investigando muy a fondo, muy intensamente y muy rápido".

La Unión Demócrata Cristiana de Alemania y la Unión Social Cristiana de Baviera, el mayor bloque de la oposición en el Bundestag, solicitaron una reunión extraordinaria del Comité de Defensa de la Bundestag (Cámara baja del Parlamento) sobre el escandaloso audio, pidiendo que Scholz asista específicamente.

El gobierno de Scholz, que expresó sus dudas sobre la prestación de ayuda militar a Ucrania durante los primeros meses de la crisis a principios de 2022, se ha convertido desde entonces en el segundo mayor partidario de Kiev en términos de apoyo armamentístico, solo por detrás de EEUU. Berlín ha proporcionado más de 19.200 millones de dólares en ayuda armamentística directa y miles de millones en apoyo adicional a través de las instituciones de la UE. Alemania firmó un acuerdo de seguridad de 10 páginas con Ucrania a mediados de febrero que exige que Berlín no solo apoye a Kiev "durante el tiempo que sea necesario" en la guerra subsidiaria contra Rusia, sino que ayude a reforzar las fuerzas armadas ucranianas tras el conflicto.

Alemania aprobó a principios de febrero un presupuesto para 2024 con más de 8.000 millones de dólares en ayuda militar a Kiev, a pesar de la creciente crisis presupuestaria y económica interna, la reducción de las subvenciones a los agricultores, el aumento de los precios de la energía y la peor recesión del sector manufacturero desde la Segunda Guerra Mundial.