Traducido por el equipo de SOTT.net
brain scan neurological
© Nick Veasey/Getty Images
Las enfermedades que afectan al sistema nervioso, como los accidentes cerebrovasculares, las migrañas y la demencia, han superado a las cardiopatías y se han convertido en la principal causa de enfermedad en todo el mundo, según un importante análisis publicado el viernes.

Según el análisis, más de 3.400 millones de personas (el 43% de la población mundial) sufrieron una afección neurológica en 2021, mucho más de lo que se creía hasta ahora.

El estudio ha sido realizado por cientos de investigadores dirigidos por el Instituto de Métrica y Evaluación Sanitarias (IHME), con sede en EE.UU., que se ha convertido en una referencia mundial para las estadísticas sanitarias.

Jaimie Steinmetz, autora principal del estudio y del IHME, afirmó que los resultados muestran que las afecciones del sistema nervioso son ahora "la principal causa mundial de carga global de morbilidad".

Los casos de estas afecciones se han disparado un 59% en las últimas tres décadas, señaló, y el aumento se debe principalmente a que la población mundial envejece y crece con rapidez.

Los investigadores analizaron cómo 37 afecciones neurológicas diferentes afectaban a la mala salud, la discapacidad y la muerte prematura en 204 países y territorios entre 1990 y 2021.

Estos datos se utilizaron para calcular cuántos años de vida sana se perdieron por cada afección, denominados años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).

Según el estudio, en 2021 se perdieron en todo el mundo más de 443 millones de años de vida sana por trastornos del sistema nervioso, lo que supone un aumento del 18% respecto a 1990.

Sin embargo, los investigadores señalan que, si se tiene en cuenta la edad y el tamaño de la población, los AVAD y las muertes por estas afecciones se reducen en torno a un tercio.

El ictus, que antes se contabilizaba como enfermedad cardiaca, fue con diferencia la peor afección neurológica analizada, con 160 millones de años de vida sana perdidos.

Le siguieron una forma de daño cerebral denominada encefalopatía neonatal, la migraña, la demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer), los daños nerviosos causados por la diabetes, la meningitis y la epilepsia.

El deterioro cognitivo por Covid-19 ocupó el puesto 20.


Comentario: Obviamente, los daños neurológicos provocados por las inyecciones experimentales de Covid, o incluso una transfusión de sangre de una persona inyectada, no se incluyen en estas estadísticas: Los riesgos asociados a las transfusiones de sangre procedente de individuos vacunados con ARNm Covid expuestos en un nuevo estudio de Japón


El principal motivo de que las afecciones del sistema nervioso superaran a las cardiovasculares en el último análisis fue un reciente cambio de clasificación de la Organización Mundial de la Salud que trasladó el ictus a la categoría neurológica, explicó Steinmetz a la AFP.

El enorme número de años de vida sana perdidos por estas afecciones se debió en parte a que varias de ellas pueden matar a niños menores de cinco años, como los traumatismos durante el parto que provocan encefalopatía neonatal, asfixia o meningitis, explicó.

"Como las muertes se producen a una edad temprana, esto supone una gran contribución a los años de vida perdidos", añadió.

Según el estudio, los niños representan casi una quinta parte de todos los años de vida sana perdidos.

"En rápido crecimiento"

Según el estudio, publicado en la revista The Lancet Neurology, más de 11 millones de personas murieron en 2021 a causa de 37 enfermedades neurológicas.

Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares siguieron siendo la principal causa de muerte, matando a 19,8 millones de personas en todo el mundo en 2022, dijo el IHME el año pasado.

Los trastornos neurológicos más comunes fueron las cefaleas tensionales y las migrañas.

La afección de más rápido crecimiento fue el daño nervioso denominado neuropatía diabética, debido al aumento de los casos de diabetes.

La mayoría de estas enfermedades no tienen cura.

Sin embargo, según los investigadores, hay formas de reducir el riesgo, como la disminución de la hipertensión, de la diabetes y del consumo de alcohol.

Pidieron que se haga mucho más para prevenir, tratar y rehabilitar estos trastornos, que afectan de forma desproporcionada a los países más pobres.

"La carga neurológica mundial está creciendo muy rápidamente y ejercerá aún más presión sobre los sistemas sanitarios en las próximas décadas", advirtió Valery Feigin, coautor del estudio.