Traducido para Rebelión por Jorge Aldao y revisado por Caty R.No culpe del alza de los precios de los alimentos al apetito de los estadounidenses, a los crecientes precios del petróleo o a los cultivos modificados genéticamente. Wall Street tiene la culpa de los precios, que crecen en espiral, de los alimentos.
Sin duda la oferta y la demanda son importantes. Pero hay otra razón por la que los alimentos se han vuelto tan caros en todo el mundo: la codicia de Wall Street.
Fueron las mentes brillantes del Grupo Goldman Sachs las que comprendieron la simple verdad de que no hay nada más valioso que el pan nuestro de cada día. Y donde hay valor, hay dinero para ganar. En 1991, los banqueros de Goldman, liderados por su clarividente presidente Gary Cohn, crearon un nuevo tipo de productos de inversión, los derivados (1) que rastrearon 24 materias primas, desde metales preciosos y energía al café, el cacao, el ganado, el grano, los cerdos, la soja y el trigo. Luego ponderaron el valor de la inversión de cada producto, mezclando y combinando las partes en el cálculo y posteriormente redujeron lo que había sido una complicada recopilación de bienes reales a una fórmula matemática que podía expresarse en un único enunciado, conocido en adelante como el Índice de Materias Primas de Goldman Sachs (GSCI).
Sólo durante un decenio el GSCI se mantuvo como un instrumento de inversiones relativamente estático, ya que los banqueros estaban más interesados en lo riesgoso y en las Obligaciones de Deuda Garantizadas (CDO) que en algo que, literalmente, podían sembrar o cosechar. Luego, en 1999, la Comisión de Comercio de Materias Primas y Futuros desreguló el mercado de futuros. Y súbitamente los banqueros pudieron tomar a su gusto "posiciones largas" (2) en el mercado de granos, una posibilidad que, desde la Gran Depresión, estuvo reservada sólo para los que tuvieran algo que ver con la producción de nuestros alimentos.
Comentario: En el último segmento, el autor es desviado hacia la especulación acerca de un planeta inexistente llamado "Nibiru". Pero ¿y si el 'Génesis' sumerio hubiera mezclado en su mitología fundacional "interacciones con alienígenas", junto con el conocimiento de las catástrofes cíclicas? Mientras que "Nibiru", como un planeta parece un concepto insostenible, hay una gran cantidad de evidencia que sugiere que nuestro Sol tiene una estrella compañera oscura (enana marrón) que periódicamente golpea un grupo de asteroides de la Nube de Oort poniendolos en camino hacia el interior del sistema solar. Como Laura Knight-Jadczyk escribe en ¿Ha sido visto Nibiru / Planeta X? (en inglés) Si desea más información respecto a este tema desde Sott.net le recomendamos revisar la serie de Cometas y Catástrofes y la serie de documentales OVNIs, Extraterrestres y posibilidad de contacto.