
© Desconocido
Los observadores cancelan sus operaciones ante la escalada de violencia de los últimos días.
Los observadores de la ONU en Siria, que vigilan el cumplimiento del plan de paz del mediador internacional Kofi Annan, han anunciado la suspensión de sus operaciones debido a la escalada de violencia que ha sufrido el país árabe en los diez últimos días.
"Los observadores no van a realizar patrullas y permanecerán en sus destinos hasta nueva orden", ha afirmado el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood, que ha atribuido la medida a que la intensificación de la violencia impide a los observadores cumplir con su mandato. "Esta suspensión será revisada día a día. Las operaciones se reanudarán en cuanto comprobemos que la situación es la adecuada para que desempeñemos las funciones de nuestra misión", ha agregado.
Para el jefe de los más de 300 cascos azules en Siria, la actual situación "implica riesgos significativos para nuestros observadores", y, por lo tanto, la Misión de Supervisión de la ONU para Siria (UNSMIS) "suspende sus actividades". Una portavoz de la UNSMIS, Sausan Ghoseh, ha precisado en declaraciones a la cadena panárabe
Al Yazira que
la violencia "de ambas partes" ha sido la que ha obligado a tomar esta decisión.
"Esta escalada (de la violencia) limita nuestra capacidad para observar, verificar e informar, así como para apoyar el diálogo local y los proyectos de estabilidad; básicamente impide nuestra capacidad de llevar a cabo nuestro mandato", señala el comunicado de la misión. Según Mood, "la falta de voluntad por las partes de buscar una transición pacífica, y su movimiento hacia posiciones militares está aumentando las bajas en ambos bandos: civiles inocentes, hombres, mujeres y niños están siendo asesinados cada día".